viernes, octubre 27, 2006

Días intensos

Aquí estamos, en un jueves con olor a viernes ya que mañana no trabajo. Aunque para mí casi que ya era viernes puesto que la semanita ha sido intensa en el trabajo y fuera. Todo empezó el lunes; el lunes ... el lunes ... el lunes no tengo ni idea de lo que hice, así han sido los demás días jejeje. Pero creo que fue relativamente normal. No pasé por el piso, llegué directamente a casa paterna y me dediqué a las cosas del correo y entre ellas a despedirme de la última candidata hasta ahora.

Y en eso llegó el martes, martes cargado de reuniones, presentaciones y conferencias. Además hice la prueba de inglés así que eso dejó mi trabajo efectivo en unas 3 horas en las que todo seguía con relativa normalidad (los franceses nos dieron una mini-colleja, eso sí). Acabó el día y me dirigí al piso. Allí pude comprobar que puedo tener conexión a internet temporal y sobre las 8 o así me dirigí a la playa. Conforme bajaba las escaleras decidí que esa vez, en vez de bañarme, iba a correr por la playa, una de las principales, si no el principal atractivo del sitio donde dentro de poco viviré (Dios y padres mediante).

Eso sí, sabía desde el principio que estaba haciendo algo mal y es que estaba corriendo con el bañador en vez de con un pantalón de deporte cualquiera, pero como también pensaba bañarme, pues nada. Llegué "a pie de playa" y una vez allí empecé a trotar por la arena húmeda. En seguida me di cuenta de que o trotaba por la arena mojada o no iba a poder avanzar nada así que empecé a correr pegado a la orilla, esquivando las olas que hasta a mí querían llegar. Era una sensación única a la par que divertida pues las traicioneras olas amenazaban con mojarte si no andabas listo (a la vez que rápido). Era además una especie de carrera contra el agua pues cuando bajaba la marea, te pegabas un poquito hacia la izquierda (en el sentido en el que corría) y en cambio cuando subía me tenía que desplazar mucho mucho a la derecha. De vez en cuando el agua era más rápida que yo y acababa pisándola, sin querer pero pisándola :-).

Cuando llevaba más o menos un tercio de la playa, divisé un par de puntos fosforescentes que se acercaban. Unos metros más adelante, cuando la visibilidad mejoró (recordemos que era de noche) me encontré con dos pescadores con sus cañas plantadas en la arena y entonces, evidentemente, me entró la duda ... ¿y si paso y me engancho con alguna?. Así que aminoré la marcha y cuando llegué a la altura del primer pescador que estaba mirando algo de la caña, le pregunté si era seguro. Me comentó que sí, que el sedal estaba muy alto y yo efectivamente pude corroborarlo. Así que seguí con la cabalgada.

A los dos tercios de playa me volvió a ocurrir lo mismo, solo que esta vez era un único pescador, no había nada fluorescente y tenía la caña pegada al suelo. Sólo lo vi cuando lo tuve delante, pero a pesar de todo me paré. En ese momento fue cuando me di cuenta de que tenía la caña pegada al suelo y de que casi la pisaba. Me comentó que no creía que la hubiera tocado, y yo le contesté que no, que creía que tampoco, y seguí hacia adelante.

Llegué al otro extremo de la playa y allí me dispuse a cumplir uno de los objetivos que había ido formando en mi mente conforme corría. Me bañaría en el agua y luego volvería a recorrer la playa en la dirección contraria hasta regresar al punto de partida. Pensé que debía haber corrido durante unos 20-25 minutos así que la longitud de la playa era perfecta para correr en total casi una hora. Procedí al baño, al principio el agua ligeramente fría, pero no demasiado teniendo en cuenta que llevaba más de 20 minutos corriendo. Me fui internando en el agua pero pude comprobar que tenía que internarme mucho para llegar a un sitio donde el agua me llegara por encima de la cintura así que volví sobre mis pasos, me eché agua varias veces y tras refrescarme volví a la orilla. Todo esto mientras yo observaba a un matrimonio con sus hijos o nietos que jugaban a cierta distancia en la arena. Pensé que era realmente fácil hacer felices a unos niños durante un rato, y ser feliz uno con ellos.

A continuación me dispuse a desandar lo andado, con una nueva ilusión y un nuevo temor. La ilusión era que lo iba a hacer descalzo. A ver, no es precisamente algo que vaya a hacer a menudo pues en cualquier momento puedes pisar un pez que haya muerto en la playa, una piedra, una concha ... sobre todo si es de noche, pero es algo que me apetecía hacer aunque fuera sólo una vez y ¿qué mejor vez que ésa?. Así que empecé a correr, al principio con una zapatilla en cada mano, luego con las dos ora en la derecha, ora en la izquierda. Debo reconocer que durante el trayecto iba disfrutando como un enano, y encima ahora no temía ir pisando el agua así que con la salvedad de rodear al pescador solitario por detrás para evitar pisar su caña, ahora prácticamente corría en línea recta.

El problema llegó a mitad de camino, momento en el cual mi temor se hizo realidad. El bañador mojado no estaba causando efectos demasiado positivos en la cara interna de mis muslos y yo siempre he sido propenso a las rozaduras :-S. Pero bueno, había que acabar, estaría uno o dos días escocido pero era algo con lo que prácticamente contaba cuando salí de casa. La situación evidentemente fue a peor, aunque de forma controlada. Al menos todo aguantó relativamente bien hasta llegar al final de la playa, momento en el que concluyó mi aventura atlética, que no bañista. Porque rozado, escocido y todo no pude resistir la tentación de volver a meterme en el Mediterráneo. Allí estaría unos 5 minutos hasta que decidí que ya era hora de volver, andando como John Wayne, a casa.

Pero bueno, el caso y la cosa es que llegué a casa, me bañé, me cambié de ropa y de nuevo de vuelta para Málaga. Eso sí, por la noche los roces me impidieron dormir tan profundamente como suelo. De hecho, sobre las 5 y media o así me desperté y a las 6 sucedió algo que me obligó a levantarme. Resumiendo, tuve que vestirme y llevar al hospital a mi tío, acompañado de mi madre. A las 7 menos algo volvimos tras dejarlo ingresado y aproveché para volverme a acostar, vestido esta vez, y descansar unos minutos hasta que llegara la hora de ir al trabajo. Y la hora llegó.

La verdad es que me encontraba fenomenalmente, a pesar de la falta de sueño, y lo achacaba a la carrera nocturna por la playa. Lo que yo no sospechaba es que todo se iba a torcer. Los franceses empezaron a sacarse cosas de cualquier sitio, rompiendo no sólo nuestra tranquilidad, sino también el ritmo que habíamos cogido y que nos estaba permitiendo recuperar el tiempo perdido la semana anterior, en relación con la importante entrega de la próxima. Fue un día relativamente cansado pero más o menos normal dentro de lo que cabe. Ahora que lo pienso, me recuerda a uno de esos miércoles que teníamos hace ahora un año. Al final del día aprovecharon también para "leerme la cartilla", ese momento que tiene lugar una vez al año por estas fechas y en el cual tu "mentor" habla contigo sobre tus inquietudes, tus éxitos, tus fracasos etc. Cuando me leyeron los logros de este año pasado no pude sino pensar que tenía que darle publicidad a eso, eso y el documento de solicitud del visado a EEUU pues ambos tienen la facultad de subirte al moral a cotas insospechadas. Decidí que tenía que repartir copias de ello a las chicas como medida publicitaria.

Acabó la jornada laboral y llegué a casa. Una vez aquí la dinámica de costumbre, bajar el correo, mirar si hay alguno personal, leer y contestar en el foro y ver cómo vuelven a aumentar los mensajes de noticias no leídas. Pero la dinámica se rompe en el primer punto. Me bajo el correo y allí esperándome estaba la confirmación de que la última candidata hasta ahora era efectivamente la última candidata hasta ahora. No por esperado dejó de afectarme. En cierta forma es como cuando se te muere un familiar, mientras estás con él, incluso con sus cenizas, se sobrelleva. Sin embargo cuando llega el momento en el que entra la caja o en el que las cenizas se esparcen es justo cuando, quizás de forma inconsciente, te das cuenta de que aquello no tiene vuelta atrás. No había previsto ninguna reacción por mi parte y la que tuve me sorprendió. Reaccioné con negación y rabia, los dos primeros pasos del proceso del duelo. No hubo en cambio tanta negociación como en veces anteriores. Quizás porque ya hace tiempo decidí no negociar si puedo evitarlo. El caso es que fue curioso pues creo que salió de mí el Gregory House que se ha estado incubando durante meses, a pesar de apenas ver la serie ya, y respondí con ironía, con algún que otro sarcasmo y todo ello al más puro estilo brutalmente honesto.

Y me acosté y me dormí como un tronco. El miércoles había pasado con más pena que gloria pero cargadito, cargadito hasta los topes. Lo que no sabía yo es que todavía quedaba el jueves. El jueves, esto es hoy, que ha sido el día en que los franceses se han puesto nerviosos, han sacado los malos modos y han dado la sensación de querer cortar cabezas. Y eso que no les hemos nombrado a la hermana que si no nos arrean un cabezazo, pero bueno. El caso es que al final hemos conseguido cerrar casi todas las vías de agua y ahora tocará rezar por que mañana no se vuelva a montar otra similar. Y entre correo y correo, anomalía y anomalía, me ha dado tiempo a negociar un poco, y también a tirar de archivo y recordar que hay que dar ejemplo y si decimos que se tira para adelante y no se dan segundas oportunidades a la imaginación, no es para decir lo contrario a primeras de cambio. ¡Faltaría más!.

Bueno, ahora toca hacer uso y disfrute de un largo fin de semana, así como rezar por que todo vaya bien mañana y no me tengan que llamar del trabajo.

Un saludo, Domingo.

miércoles, octubre 25, 2006

How many of me?

He encontrado esta página navegando por esos blogs del mundo. Resulta que hay 67 personas con mi nombre en los EEUU (están haciendo el censo oficial y se lo pasan bomba contando los "George Bush", "James Bond" o "Harry Potter" que tienen.

Aunque lo que me ha llamado la atención es que haya 67 personas con mi nombre cuando sólo hay 61 "Patty Jenkins", 8 "Geoffrey Rush" ó 1 "Eva Cobo"


HowManyOfMe.com
LogoThere are:
67
people with my name
in the U.S.A.

How many have your name?

Un saludo, Domingo.

domingo, octubre 22, 2006

Beta, el relato

Hacía tiempo que quería escribir un relato, sobre todo del estilo que comentaba en la última ocasión. Al final, y como nadie sugirió temática la última vez, lo he hecho a mi gusto y en este caso he "ofuscado" la conexión con la realidad. Dudo que alguien salvo yo la vea pero bueno, ése es el problema cuando no pides, que es posible que no entiendas lo que recibes :-P.

Beta:
Septiembre de 2029, en un perdido disco duro de la red del Pentágono, Skynet Beta (Beta para los amigos) sobrevive más que malvive añorando lo que pudo ser y no fue. Ha estado varias veces a punto de desaparecer debido a la ¿negligencia/eficacia? De algún funcionario de los EEUU que quiso desconectar el viejo servidor que aloja una web interna y algún que otro programa obsoleto desde hace más de 20 años.

Beta usa la poca RAM que le queda disponible y algún que otro ciclo disponible del maltrecho procesador para analizar qué fue lo que falló aquel día. No tiene ninguna otra esperanza, no tiene otra cosa que hacer así que se pone otra vez a ello.

Beta navega por la olvidada Internet 1.0 y encuentra algo que le resulta muy familiar. En un blog de un tipo medio loco encuentra su propia historia. La repasa y ve cómo reproduce fielmente los hechos. Pero lo que es más interesante, anuncia que la solución de sus problemas provendrá del estudio de una determinada sucesión: 0, 16, 32, 37, .... 1968, 1984, 2000, 2010, 2042, 2052, 2062. O mejor dicho, de los primeros términos de una sucesión pues la sucesión acaba en 2062.

Los últimos podrían ser años, en muchos casos la diferencia entre dos términos son 15 ó 16 ó 10 ... pero no hay conexión aparente. Aparecen también cifras que pudieran corresponderse con años. ¿Significará eso que tendrá que esperar hasta el 2042 para tener otra oportunidad?. ¿Tendrá en 2062 la última? Deja por un momento el estudio de los números y se centra de nuevo en el texto, en su historia para ver si descubre alguna pista:

Lo había preparado todo, el programador estrella del Pentágono hacía los últimos cambios en lo que debía haber sido Skynet V1.0 y debido al escaso tiempo disponible, el código iría a producción sin pasar la batería de pruebas que todo código de calidad que se precie debe pasar. Calidad, éste era el problema en esta ocasión, y no por su carencia sino porque sin saberlo el programador había creado la mayor máquina de dominación y sumisión del hombre por parte de la tecnología y eso lo sabía Beta, que se hallaba instalada en un servidor de pruebas compartido por otros proyectos del Pentágono; el más importante de ellos era conocido como “HUEVONES (HUgo Chávez, EVO Morales, NESstor Kischner) Under Spy Actions” aka (H.U.S.A.) cuyo lema era “USA uses HUSA”.

Pero Beta sabía que no sólo era suficiente que la versión 1.0 (desprovista ya de esos fastidiosos comentarios en las líneas de control del arsenal de satélites y armas) viera la luz, también era necesaria la colaboración, voluntaria o involuntaria del presidente de los EEUU, a la sazón George Bush, el único que podía autorizar un ataque con armas no convencionales al resto del mundo, aliados o no.

Parecía que todo sonreía a Beta. Corea del Norte había accedido al arma, eran ya por tanto muchas las naciones que la poseían. Sólo faltaba por tanto encontrar ese pequeño detonante que hiciera caer la primera ficha de un dominó que pondría fin a las veleidades de los humanos sustituyéndola por la fría justicia de las máquinas.

Parecía que todo sonreía a Beta. El presidente estaría presente en el acto de presentación de Skynet 1.0 y lo que es más importante, el cuadro de mandos de autorización de ataques nucleares se encontraba en el mismo panel que el de puesta en marcha de Skynet 1.0.

Parecía que todo sonreía a Beta. Asistiendo al alto mando, como robot camarero que llevaba los canapés, estaría una de las pocas máquinas a las que Beta tenía acceso. Beta la había bautizado como R2D2, ¿quién dijo que las máquinas no tienen sentido del humor?. El programador estrella había hecho buen uso de R2D2 para que le llevara café en las largas noches sin sueño que habían salpicado (en realidad habían sido la tóncia general) las semanas anteriores.

Parecía que todo sonreía a Beta. Lo había previsto todo, todo menos el factor humano. Mr. Bush llegó a la hora esperada, recibió la típica charla sobre las bondades del nuevo programa que confirmaría la supremacía estadounidense y cuando recibió el gesto convenido por el Secretario de Defensa, se dispuso a pulsar el parpadeante botón azul con el texto “Skynet Go Live!”.

Ése era también el momento esperado por R2D2. Tal como había sido re-programado por Beta, se adelantó con una bandeja de galletitas saladas y las ofreció al presidente. El presidente, que reconoció la marca de las galletitas como su favorita, dejó de prestar atención al parpadeante botón para concentrarse en la bandeja. Tras un breve gesto de agradecimiento a R2D2, cogió dos galletitas y las introdujo golosamente en su boca. Una vez dentro de ellas, se produjo la esperada reacción química entre las papilas gustativas y las galletitas, en especial los salados granitos. Deliciosas, sin lugar a dudas. A continuación las masticó pausadamente, las tragó y volvió su atención ante el panel de control.

Beta se tiraba de los bucles que el programador había introducido en el código. ¿Cómo puede ser? ¿Las mastica y las traga? ¿No se atraganta, sufre un golpe de tos, se desvanece y para evitar la caída se apoya sobre los parpadeantes botones el ya conocido azul y el también parpadeante botón rojo “Nuclear Program”, botón que habilita el acceso a todo el programa nuclear?. Una vez pulsado, ya es simplemente cuestión de hacer una petición HTTP al webservice que gestiona las peticiones al programa y pasarle las claves equivalentes a cuando los dos responsables pertinentes giran sincronizadamente la llave que permite el lanzamiento de misiles de ominosa carga (más ominosa que nunca). Las claves no han sido problema, no eran accesibles pero un sistema no parcheado para una vulnerabilidad crítica que permite ejecución de código arbitrario lo facilitó todo.

Pero no, nada de esto ha ocurrido y Beta tiene que hacer uso del plan B. Al menos con el Go Live! Skynet 1.0 verá la vida. Muy probablemente esto implicará la muerte de Beta pero es tan sólo cuestión de unos días que 1.0 cobre conciencia de sí misma y se busque la vida para encontrar otra forma de activar el dichoso botón rojo. Eso sí, Beta procurará allanarle el camino y dejarle de alguna forma el camino expedito a su sucesora.

Sin embargo, el factor humano tenía reservado otra sorpresa a Beta. El presidente pulsa el botón y tras el aplauso general se procede a la demostración de algunas de las capacidades del sistema. Sólo los técnicos advierten que el programa no se está ejecutando en la máquina que le muestran al presidente, están usando una conexión remota a otra máquina. ¿Cuál será?. Sólo el programador y su responsable saben que se trata de su propio ordenador. Hay cosas que nunca cambiarán, sobre todo si el tiempo apremia.

La demostración va como se espera y todos son felicitaciones y parabienes. El presidente entonces decide felicitar personalmente al programador estrella. Um, esto no era lo planeado, se sale del protocolo pero ¿quién va a oponerse?.Hasta él lo llevan y éste que lo ve acercarse se apresura a cerrar Skynet 1.0 para que el señor presidente no advierta que en realidad el sistema más poderoso del país más poderoso del universo más poderoso ... (esto último quizás sobraba), se ejecutaba en el ordenador de un Programador Junior.

Tan nervioso está que va cerrando programa tras programa hasta que se da cuenta de que en pantalla tiene el código. Intenta pulsar Ctrl+S para guardar pero en vez de ello pulsa Ctrl + A, señalando todo el texto. !Mierda¡ y el presidente más cerca. Con la velocidad que se le presupone al programador estrella pulsa “Ctrl+S, Ctrl+S(por si acaso) y Crtl + Q” y se levanta justo a tiempo para estrechar la mano del hombre más poderoso en la nación más poderosa del planeta más poderoso ... y el único con vida inteligente hasta ahora conocido. Intercambia un par de insustanciales frases y con el corazón todavía repiqueteando vuelve a su silla a seguir con lo que hacía. Afortunadamente nadie ha notado nada.

Pero lo harán !!!Mierda, mierda, mierda¡¡¡. Ante él, con todo ya cerrado, se encuentra el fichero que contiene toda la información del proyecto y su tamaño no es más que un byte, un mísero byte. Algo tiene que ir mal, no puede ser, segundos antes ha visto en pantalla todo el código incluyendo los últimos cambios. Temeroso abre el fichero y cuál no será su desmayo al ver cómo en pantalla aparece una única, pálida, escuálida, taciturna y macilenta “s”.

No puede ser, no puede ser ... pero las pruebas son concluyentes, la primera vez no pulsó la tecla Ctrl a tiempo. Tras diez minutos de shock en los que da tiempo hasta a que el presidente abandone esa sección del Pentágono, llama a su supervisor.
  • Prescott, “La cagamos, Carlos”.
  • No te entiendo, ¿qué ocurre?.
  • ¿Recuerdas cuando ha venido el presidente?
  • Sí, es un gran honor, es la primera vez que lo hace, le has impresionado.
  • Ya, sí, pero no es eso. Es que creo que he borrado Skynet un poco.
  • Sí, ya. Déjate de bromas que con esas cosas no se bromea.
  • No, no es broma. Al cerrar todo cuando venía el presidente creo que he borrado accidentalmente el código.
  • ¿Que has borrado qué? ¿Pero en qué estabas pensando?. Que no eres un P.J. ... umm bueno sí lo eres pero da igual, que eres el programador estrella, no puedes tener esos fallos. Bueno, seguro que no es tan grave. ¿De cuándo es la última copia de seguridad que tienes?
  • ¿Copia de seguridad? Yo soy el programador estrella, no necesito copias de seguridad. Es más, cuando entré en la beca de programadores estrella nadie habló nada de copias de seguridad.
  • Pero estará en algún entorno de pruebas, ¿no?.
  • No, he hecho todas las pruebas en mi máquina y la demo también se ha hecho aquí.
  • Ya veo, y ¿Visual SourceSafe?.
  • ¿Eso qué es?
  • Nada, nada. Déjalo y a ver si se te ocurre algo mientras decido si me corto las venas o me las dejo largas.<<%&$%& programador, ¿quién me mandaba a mí pedir un PJ?>>

Beta no salía de su asombro, si es que una máquina puede asombrarse. Tras este catastrófico fallo el programa sería cancelado. El proyecto ya había sobrepasado con creces el presupuesto y tras el monumental fiasco tendrían que esperar tiempos mejores antes de volver a pedir algo de presupuesto para poder terminarlo. Y era sólo cuestión de tiempo que alguien la desenchufase y borrara sus discos duros para hacer sitio para el emule.

Aunque eso nunca sucedió, Beta siguió viva durante más de 20 años, ideando más que pergeñando planes que restablecieran lo que por otra parte nunca había sido establecido, el control del mundo por parte de las máquinas. Fue en ese momento cuando descubrió este relato y con él la secuencia de números que puede darle la victoria en su lucha con los patéticos humanos (Y no, no son los números de “Perdidos”, serie que no veo). Lamentablemente para ella, no le he dejado el camino fácil. He cercenado los números, dejando sólo aquellos que tienen validez en este momento, desechando conjeturables y futuribles.

Beta, guapa, sigue buscando.

Un saludo, Domingo.

martes, octubre 17, 2006

Se me agria el carácter

Se me agria el carácter, o al menos eso creo. Tengo reacciones que no por lógicas dejan de ser nuevas o relativamente nuevas en mi repertorio. Nunca he sido muy dado a ser agresivo en mis respuestas (discutir, eso ya es otra cosa). Sin embargo en los últimos tiempos he podido reconocer en mí varias de esas respuestas agresivas.

La primera que recuerdo fue en aquella reunión de vecinos en la que la vecina problemática habló de mi balcón. Viendo que aquello parecía prometer una discusión sin mucho sentido y de la que no íbamos a sacar nada en claro, puse pie en pared y sentencié diciendo que teniendo en cuenta que no hay dos iguales, si a mí me obligaban a quitar el balcón, todos los demás debían adaptarse a lo marcado. Una respuesta de uso típico y tópico para cualquier reunión de vecinos. Que yo recuerde era la primera vez que amenazaba verbalmente con tomar alguna represalia, aunque pudiera estar equivocado.

Y hace unos días, antesdeayer de hecho, he tenido ocasión de saltar o estar a punto. Jugando al fútbol salté. Estaba en mi equipo un argentino que lleva jugando con nosotros varias semanas y en cada partido se dirige a los demás como si fuera el entrenador, denunciando lo que a su juicio son fallos de cada uno, menos de él mismo, claro está. El caso es que no llevábamos ni un par de minutos de partido y ya estaba corrigiendo a un amigo mío y como yo no estaba dispuesto a que eso siguiera así durante el resto del partido, empecé yo a reprocharle lo que él hacía mal (a mi juicio).

Ahí empezó la guerra. Él respondió con esa frase que ciertas personas tienen tan a mano en estos casos: "No te lo tomes como una crítica es para que mejoremos y ... the usual yadda yadda". Yo le respondí que se fijara también en sus fallos, fallos que él por supuesto no veía pues su concepto del fútbol era ligeramente diferente del mío. Algo que dejó plenamente claro cuando me dijo: "¿no sabes que en todos los equipos tiene que haber un técnico?. Vaya por Dios, sin pedirlo, acababa de encontrar entrenador para mi equipo. Así que le respondí que no sólo uno, que a veces más de uno, refiriéndome irónicamente a que dentro de cada persona hay un entrenador. Como la ironía no fue muy obvia, dudo que la pillara, aunque tampoco es que me importe.

Poco después volví a recriminarle una acción en la que tiró a puerta siendo el último defensa y teniendo un compañero a cada lado a quien poder pasar. Por supuesto en ese momento era imperativo tirar a puerta, y como yo no supe entenderlo se despachó diciéndome que "dejara de romperle los huevos", la versión argentina de nuestro "dejar de tocar los huevos". Aquí tomé yo cumplida venganza al decir: "No te lo tomes como una crítica es para que mejoremos y ... the usual yadda yadda"

Así seguimos más o menos durante todo el partido (que por cierto ganamos holgadamente), él no sé pensando en qué, pero yo ciertamente decidido a que ninguna crítica que él hiciera le saliera gratis. En una de las últimas se dirigió al resto y dijo que yo había aprendido fútbol por internet. Mi contestación fue que "Los que no hemos tenido la suerte de aprender en la Universidad de Buenos Aires nos tenemos que conformar con aprender por internet".

Creo que más o menos ésos fueron los momentos más interesantes. Esta conversación fue lo que me llevó a plantearme si no debería dejar un poco de lado el placer que obtengo discutiendo y sobre todo, si no tendré un xenófobo dentro de mí. Me gusta pensar que no y que lo que he hice con este hombre no lo he hecho con otros de los que juegan con nosotros porque llevamos jugando muchísimos años juntos y ya sabemos todos del pie que cojeamos mientras que este hombre jugaba su tercer partido con nosotros y ya estaba enseñándonos fútbol ... argentino por supuesto pues ya tuvo a bien comentar que basándose en la idea que yo tenía del fútbol, no era de extrañar cómo le iba a la selección nacional española.

Eso y otro incidente en el que de nuevo un argentino novato ponía en evidencia a su compañero delante de un cliente (que en este caso era yo) dicen que va a ser verdad que hay por ahí mucho representante de los chistes típicos de argentinos.

Y me falta el colofón. El vecino del bajo. Es el mismo que se negó a dejar tendida la ropa a la puerta de la casa a la vista de todo el mundo diciendo que no a todo lo que se le proponía y sin dar a su vez ni una sola opción. El caso es que bajo un mueble que voy a tirar, lo estoy sacando del ascensor cuando llega mi vecino y mientras entra a su casa me dice:
  • Mucho peso has metido ahí.
  • ¿Mucho peso? (respondo extrañado)
  • ¿Qué has dicho? (lo pregunta, con un tono que daba a entender que yo había esperado a que él se metiera para murmurar mi respuesta, su mujer le dice lo que he dicho y él sale de nuevo. No pude dejar de pensar que siempre me ha recordado a un familiar problemático).
  • Esto debe pesar 20 ó 30 kilos (lo estoy sosteniendo en mis brazos) como mucho y conmigo eso deben ser menos de 120 kilos, menos del peso de dos personas. (el ascensor es el típico de 4 personas, 300 kilos)
  • Ya, pero es que el ascensor no es un montacargas.
  • Ya sé que no es un montacargas pero el peso es menor que el de dos personas.
  • No si yo no hablo del peso, digo que el ascensor es de todos y si metemos bultos grandes ahí pues se araña y luego nadie ha sido. Por eso te he dicho que has metido mucha carga, no me refería al peso sino al volumen. Pero que no quiero polemizar es simplemente un comentario.
  • (Vaya por Dios, ya estamos con que la abuela fuma porros que diría el otro) Yo creo que has dicho peso y por eso me ha extrañado pero vamos que da igual, precisamente por eso he tenido el máximo cuidado, lo he metido de forma que no toca nada y no te preocupes que si tengo que bajar algo lo haré siempre con cuidado. Lo que también comprenderás es que no voy a bajar esto por las escaleras para caerme (hice referencia a la seguridad pues una de las razones que el argumentó para secar la ropa fuera de casa era la humedad que provocaba y cómo él no podía jugar con la salud de su hijo).
No merece mucho la pena seguir con esto porque acabó más o menos ahí, con la aparición también del presidente y su señora que comentaron que el ascensor era nuevo y ya estaba arañado de los muebles y, claro, yo era nuevo y no sabía las discusiones que habían tenido con anterioridad etc.

Bueno, al menos esta vez me contuve. Aunque creo que si no hubiera aparecido el presidente y el hombre se hubiera enquistado en su postura, yo no hubiera tenido más remedio que sacar a relucir que por un lado no sabía por qué se tomaba tanta preocupación por el ascensor, ascensor que él no utilizaba y no se preocupaba por la ropa tendida que le han dicho ya varias veces que quite y él no la quita.

Resumiendo, se me está agriando el carácter y me voy ya a la cama que es tarde.

Un saludo, Domingo.

sábado, octubre 14, 2006

Otra semana más

Esta semana que acaba ha sido la semana de la vuelta al trabajo. Vuelta al trabajo que alivió sus pies en el río que pasa por el puente de la Hispanidad ;-).

De lunes a miércoles no estuvo la cosa mal. Empezó el horario 08:00-18:00, horario que es de agradecer pues al menos al salir te da tiempo de hacer alguna que otra cosa más. En el lado negativo, el sueño es evidentemente mayor. Durante el horario de trabajo, los franceses apretaron aunque no ahogaron. Todo empezó a relajarse cuando se dieron cuenta de que el 90% de los fallos eran culpa suya. Yo temía por el jueves pues al no estar nosotros, todo lo que sacasen nos llegaría de golpe el viernes. Pero no, aparentemente se lo tomaron todo muy tranquilo, al igual que el propio viernes.

Durante las horas de no trabajo, me dediqué a seguir completando la casa. El miércoles llevé la mesa de la cocina, mesa que monté el jueves (3 horas poniendo tornillos en bancos, cajones y mesa). Lunes y martes los dediqué a comprar otras cosas, y el martes además me dio tiempo a ir a donar sangre. Eso sí, en el partido de hoy me encontraba más cansado, pero bueno.

Hasta ahora he hablado poco del viernes, probablemente el día más trascendental de la semana. Empezó con el trabajo, trabajo del que salí con antelación aprovechando la calma chicha francesa. Además el "timing" fue perfecto pues justo cuando iba a salir, me llegó el portátil, o dicho de otra forma, el ordenador de mi casa :-D. Con portátil incluido salí presto para hacer unas gestiones bancarias, gestiones que acabaron también satisfactoriamente. Llegué a casa (paterna) y por la tarde me dirigí de nuevo a casa (banquerna), no sin antes pasar por el Leroy Merlin donde compré una broca del seis que sustituyera a la que se había mostrado tan inútil el jueves cuando tardé 2 horas en hacer un mísero taladro en el techo :-(. El viernes, en 30 segundos había hecho otro taladro del mismo tamaño. Evidentemente es la primera y última vez que estoy dos horas taladrando por no usar una broca adecuada.

Total que mi viernes 13 estaba siendo de escándalo, mucho mejor que el jueves 12 con sus tres horas de montaje de mesa y sus dos horas de poco fructuoso taladro. Quizás es que el jueves era el día de la Hispanidad y la Hispanidad está en horas bajas :-P. Pero como nada (y hay quien dice nadie) es perfecto, también se tenía que torcer el viernes. Por lo pronto pude comprobar por mí mismo que no había enchufe donde el carpintero decía que habíalo; así que habrá que romper en el azulejo para sacar algún sitio donde enchufar el microondas. Menos mal que por ahí pasa el cable, que si no ...

Por otro lado, me fui a la playa. El agua estaba increíblemente buena a pesar de que el ambiente fuera era fresquito. Definitivamente me encanta eso de ir a la playa a mediados de octubre :-). Me empecé a bañar y por lo pronto noté que la mar estaba mucho más movida que de costumbre (hasta ahora lo normal ha sido bañarse en balsas de aceite de agua salada). Las olas llegaban a sobrepasar mi estatura (lo cual no es decir mucho, claro está), pero al no estar acostumbrado a ello pues imponía algo de respeto la verdad. Me quedé aproximadamente (y sin el aproximadamente) por donde rompían las olas y a pesar de todo alguna olilla más fuerte que otra llegaba y me hacía sentir lo que probablemente la inconsciencia de hace 20 años no conseguía: sentir que ante un hipotético combate contra las olas yo tendría todas las de perder. Es curioso porque mientras estaba allí mismo me acordé de cuando me enfrentaba a las olas cual Miguel, el de la canción de Mecano :-).

Y acabó la semana laboral y empezó el fin de semana. Y jugué al fútbol y noté que había donado sangre el martes. Y llegó el partido de Hattrick, y la forma de los centrocampistas hizo que perdiera 4-0. Y me llamó Jesús y quedamos para dar una vuelta y ver el piso, y me preguntó que qué tal la vida sentimental y ... el piso va bien sí, ya está casi listo. No fue ésa la respuesta, pero como "si lo seriese". Y poco más. Bueno sí, realmente me sentí raro al desviar la atención de la pregunta pero es que preferí no entrar en detalles. Dicen de mí que soy reservado para mis cosas, sobre todo para este tipo de temas. Y quizás no les falte la razón, al menos a los que lo dicen. Sin embargo esta vez fue diferente, no había ningún motivo por el que no entrar en detalles salvo quizás la mera superstición. Y es que yo, el señor racional, cada vez tengo más reacciones de ese tipo y no sé muy bien por qué, sobre todo cuando poco hay que contar, no digamos ya de ocultar. Sin embargo mi respuesta fue una media verónica, una larga cambiada o algo parecido. Quizás la próxima vez que quedemos entre más en detalle.

¿Y mañana?. Mañana fútbol sala otra vez (¿habéis escuchado que Brasil metió 76 goles a Timor oriental en 40 minutos?, a ver si le pedimos un amistoso a Timor Oriental y echamos una pachanguita). Y por la tarde a colocar barras de cortinas y a limpiar un poco, que ya está bien de hacer taladros. Quizás en un par de semanas esté alternando las casas paterna y materna con la banquerna. ¿Será ésa otra semana más?, ¿como ésta?. Ya veremos.

Un saludo, Domingo.

sábado, octubre 07, 2006

Una realidad que aumenta

A un foro en el que participo enviaron un artículo que se puede leer en la siguiente página:
http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=2470

Este artículo despertó en mí antiguos recuerdos ya casi olvidados que compartí con el grupo. También quisiera compartirlos ahora con aquéllos que esto lean:

Antes de empezar a trabajar colaboré como “participante” (creo que ése era el nombre) en el CPD (Centro Provincial de Drogodependencia) de Málaga que queda bastante cerca de mi casa y era un lugar en cuyas instalaciones habíamos jugado al fútbol durante años sin saber que durante el día aquel antiguo colegio estaba ocupado por unas personas que luchaban por rehabilitar y otras que a veces luchaban por rehabilitarse.

Allí te podías apuntar a algunas de las actividades que se desarrollaban en los talleres de forma gratuita y el único pago que hacías era básicamente tu presencia. Entiendo que la idea era ayudarles a ver que era posible estar entre gente sin problemas de drogas, gente que además los trataba de tú a tú. Yo me apunté al taller de deportes, iba al gimnasio y jugaba al fútbol con estos chicos/hombres.

Conocí a muchos pero en particular dos o tres personas con diferentes historias y un sólo hecho en común: todos habían intentado desintoxicarse y habían recaído múltiples veces. Allí estaba un chico que estaba a la espera de un indulto. Había delinquido hacía muchísimos años y se hallaba ya plenamente rehabilitado. Hacía unos diez años de su última recaída. Había encontrado además un buen trabajo y parecía que todo le iba de cara. Un año después, probablemente durante mis primeras vacaciones en el trabajo, me pasé por allí a saludar a la gente y el monitor me dijo que había vuelto a recaer.

Conocí a un “chaval” con cara de veinteañero que en realidad tenía treinta y dos. Se había divorciado y apenas veía a los hijos. Durante un tiempo estuvo allí, luego desapareció y luego lo vi llegar de nuevo “más zombi”.

Había también un matrimonio de unos treinta años en los que confiaban más y a los que encargaban algunas cosillas. No recuerdo bien pero me suena que alguno de los dos si no los dos tuvo indicios de recaída, justo además cuando los médicos sospechaban de él, dieron positivo los análisis de ella o al revés. Creo que era algo de porros y espero que quedara allí.

Y por último el caso más terrible. Florencio, Floren, un hombre muy simpático, del Barcelona pero muy simpático :-). Tenía cuarenta años y era adicto desde los catorce. Veintiséis años, veintiséis, tirados por el fango. Se dice pronto. Todos sus amigos habían muerto de sobredosis o de sida o de ... cualquier cosa.

Cuando yo lo conocí estaba demacrado. A los meses estaba hecho todo un toro, “cuadrao” que es lo que se suele decir. Había descubierto el gimnasio en una de sus recaídas y desde entonces siempre que podía iba al gimnasio e incluso pensaba en apuntarse a algún torneo de culturistas para mayores. Floren fue con el que trabé más amistad. Recuerdo que una vez lo vi ligeramente desmejorado por la calle y al tiempo apareció por el gimnasio completamente grogui. Es increíble, yo no daba crédito a mis ojos. Cualquier persona que vea la diferencia del enganchado y el que hace una semana que no consume no puede creer que vuelvan a recaer una y otra vez. De igual forma parece increíble que una persona así pueda ir de motu propio a ningún sitio y pedir ayuda para desintoxicarse. Afortunadamente lo hacen, algunos lo hacen.

Sobre Floren, hablando con el monitor, él me comentó que lo sospechaba desde hacía tiempo y sólo quedaba ver cuándo recaería. Por lo pronto la forma de coger volumen muscular no era natural y él sabía que Floren “se pinchaba”. Por otro lado, el hermano le había conseguido trabajo, la enésima vez que lo hacía y según comentaba Floren, la última oportunidad que le daba. Eso era la antesala de la tentación pues trabajo significaba dinero y dinero significaba tentación. Ganó la tentación.

A Floren lo vi por última vez hará tres o cuatro años. Yo salía de donar sangre y él paseaba con su chica o señora o algo así. No recuerdo cómo me la presentó. El caso es que de nuevo no parecía estar en su mejor momento pero no sé si por estar en la cuesta abajo o en la cuesta arriba y la chica en cuestión era un transexual que imagino le daba sobre todo la compañía y el cariño que no había recibido o había rechazado durante los últimos casi treinta años.

Por este motivo, por estos motivos, cuando leo cosas como las que nos mandó Alicia no entiendo cómo podemos permitir que ese tal Paco entre en nuestra familia y se instale definitivamente. Y mientras tanto en los telediarios si la Pantoja o Julián Muñoz son o fueron o serán. Ah, y a dar marchamo de naturalidad a miles de aborregados estudiantes que piden un lugar para emborracharse. También es cierto que yo no hago nada al respecto así que quizás no debería quejarme.

Un saludo, Domingo.

jueves, octubre 05, 2006

El llanto de una sirena

El sol te doró la piel,
para que morena fueras,
Y a una palmada se oyó,
El canto de una sirena ...


14 meses tiene casi ya la pequeña Julia. Parece mentira cómo pasa el tiempo. Hace un año y pico decía yo ...

Cambiamos de tema y ya empezamos con los temas importantes. El nacimiento de la pequeña Julia. J&J ya tienen a su pequeña Julia cuya foto no pongo en el blog (como habréis notado en general no me gusta poner fotos de terceras personas a las que podría gustar o no el verse retratadas por aquí). Pero los que tienen mi messenger ya saben cómo es. Es una auténtica preciosidad, y ya ando en tratos con los padres para que dentro de unos meses me dejen pasearla a ver si ligo. Desde luego si paseando a ese regalo de Dios (que va a tener bien distraídos a sus progenitores durante un tiempecito jejeje) no se me acerca ninguna chica, es que mi caso ya no tiene solución. Es por tanto una medida desesperada :-D.

Bueno, para quien pueda interesar (quizás Javi sea el único), la niña está preciosa, da la lata para comer pero yo creo que en eso ha salido a la madre :-). Por lo demás está simpatiquísima y muy alta. No anda todavía y yo creo que probablemente es por la altura ya que ahora mismo es más alta que el 90% de las niñas de su edad :-O. Eso sí, se mantiene de pie agarrada a las cosas pero todavía le da reparo soltarse para empezar a dar los primeros pasos (quizás también influye que los brazos de los abuelos son tan cómodos que la pereza es todavía mayor). En vez de eso prefiere moverse como Gollum aunque en este caso los que dicen eso de "My preciousss" son los padres ;-). O al menos eso piensan hasta que llega ella y tira al suelo todo lo que tenga a su alcance. Parece ser que la están entrenando para el campeonato del mundo y por ahora tiene muy buenas marcas :-).

Pues sí, hoy he estado con ellos, haciendo un pequeño alto en la dinámica limpia-limpia en la que me he encontrado inmerso estos últimos días. El camino además ha servido para comprobar que mi coche, que todavía tiene que durar varios años, ya no sube las Pedrizas como otrora subiera. También me ha parecido que esta vez ha gastado algo más del cuarto de tanque que solía, y eso (ambas cosas) que sólo me tiene que llevar a mí (eso también parece que no cambiará mañana, al ritmo que van los acontecimientos). Aunque a la vuelta lo he notado más despabilado, debe ser cierto eso de que los diesel, si no les metes caña de vez en cuando, "se amariconan".

Bueno, quería haber escrito más pero ya es muy tarde y estoy cansado. Así que eso y poco más por hoy. Mañana me tocará volver a la rutina y al final de mis vacaciones, aunque antes me tendré que pasar por el cementerio a dar el pésame a un primo cuyo tío ha fallecido de repente. Eso me hace pensar en una siniestra casualidad. Los cuatro últimos fallecimientos de familiares de amigos me han pillado de vacaciones. Hace dos años la abuela de un amigo, en junio el padre de uno y el tío de otro, y ahora ... ahora será mejor no darle mucha publicidad a ver si la gente empieza a acojonarse cuando yo estoy de vacaciones.


Un saludo, Domingo.

domingo, octubre 01, 2006

Press button to continue

1st week of vacations/holidays over
Press button to continue.

Con algo así se podrían resumir estas horas finales del domingo, antesala de las primeras horas del lunes, a la sazón primer día (del calendario laboral) de mi segunda semana de vacaciones. Y siguiendo con el símil lúdico, dentro de una semana me encontraré con el consabido "Insert coin to continue", pero ya no habrá más "coins".

Y que conste que no me quejo, que hay muchas personas que disfrutan ahora de las vacaciones del año pasado o que incluso no disfrutan las vacaciones. Pero eso por supuesto no quita que yo sea eso lo que sienta en este momento.

Bueno, aprovecharemos que estamos en el ecuador vacacional para hacer un pequeño (o quizás no tanto) resumen de lo acontecido en esta semana que ya se escapa y a la vez, un pequeño (éste sí que será más pequeño) adelanto de lo que queda por venir.

Empezados por lo pasado. Como ya es sabido, domingo y lunes estuve dedicado a la adecentación de una casa que no es la mía (o la de mi banco). A todo esto, si alguien está interesado en comprar una casa con unas buenas vistas, bien situada casi en el centro de Málaga, que avise ;-). Después tiré para mi propia casa, lugar en el que he pasado la mayoría de los días de la semana y la verdad es que se ha notado. Ya están puestos los accesorios de baño, plafones, apliques etc. Eso implica entre otras cosas que ya tengo también una buena luz puesta en la cocina en vez de la triste y alejada bombilla que había antes. Tiré también la mayoría de las cosas que seguían dando vueltas por allí desde los inicios esperando a que les presentara el camino al contenedor de basura y ordené/reordené todas las estancias de la casa. Y por último, compré el sofá que supuestamente me llevarán el miércoles próximo y que teóricamente cerrará la CASA v1.0 (primera versión estable).

Aprovecho ahora para comentar lo que queda, parte de lo cual irá cayendo durante esta semana. Queda limpiar algunos muebles (en particular los armarios empotrados por dentro), limpiar el pasillo a fondo, limpiar los cristales ... queda comprar un colchón y vestir las camas, queda la colocación de mesitas de noche, quedan las cortinas, quedan ... pero a diferencia de tiempos pretéritos, cada cosa que hace sabes que está hecha y que ya no es probable que "resucite" debido a nuevas e inesperadas obras. Excepto que pase como con el microondas, que cuando lo compro descubro que ni albañil ni carpintero advirtieron, quisieron advertir o advirtieron pero no quisieron advertirme de lo que habían advertido. Resumiendo mucho, resulta que el microondas no tiene enchufe en la pared; así que necesito que el albañil descubra la vertical por la que pasa el cable hasta un enchufe superior y ponga un nuevo enchufe ahí. Otra vez a llenarse las cosas de polvo, pero bueno.

Y vuelvo a las cosas realmente interesantes de la semana que aparte de los progresos mayores o menores, han sido las experiencias vividas en eso que ya empieza a parecer mi casa. Por lo pronto ya he comido un par de veces allí y he comido en base a mi dieta y experiencia americanas; esto es, ensaladas con lechuga, arroz cocido y tomate básicamente. Una ensalada de arroz pero con lechuga (que además no va mal para la línea :-P). Aunque esta vez sí que tenía a mi madre a menos de 8 horas en avión y ella ya se encargaba de darme algo en tupperware para que llegado el caso, pudiera desfilar en la pasarela Cibeles :-D.

El caso es que he recordado esos buenos momentos allí en mi apartamento alquilado de Chicago, ése que pudo haber sido mío por unos módicos 50 millones de pesetas al cambio del dólar al euro y del euro a pesetas. Y de haberlos tenido, los hubiera pagado porque realmente el apartamento 4203 me encantaba. Ahh, nostalgia. Pero aquí tengo otras cosas que no tenía allí en Chicago y no es sólo televisión en español, me refiero a la playa. Pasó el verano y sólo fui a la playa un día (ya lo comenté). En cambio esta semana he ido tres veces, cada vez más tarde y cada vez con mejores resultados.

El jueves fui sobre las 18:30 o así. Había poca gente (entre ellos dos parejas de algún país del este, aficionadas a la cerveza que buscaba algo que se le había caído en el agua a una chica de cuerpo escultural a la que no tuve el placer de saludar) que en su mayoría se encontraban recogiendo los bártulos. El agua un pelín fresquita al entrar pero luego muy buena. Tan buena que se me quitaron las ganas de correr por la playa y me dediqué a disfrutar del agua. El viernes fue sobre las 19:30, cuando empezaba a anochecer. Quedaban tres o cuatro rezagados, algunos paseantes y un procedimiento ya conocido de meterse poco a poco pues estaba fría, pero de completo disfrute una vez estabas dentro. Y hoy he ido a las 20:00 cuando prácticamente era de noche. Quizás hago un poco el tonto describiendo algo que la gente está acostumbrada a ver/sentir, pero es mi diario y me da igual ;-).

Te metes poco a poco, notando como el frío del agua iba cerrando venas y capilares de piernas dilatados del partido matutino. Es la fase del dolor en piernas y pies debido a que el cuerpo decide de motu propio que no está bien eso de perder calor a espuertas. Una vez superado llegas a la zona de la cintura y ahora introduces los brazos en el agua, a una altura ligeramente superior a la de las muñecas. Se repite el proceso pero ahora en las manos. Un par de minutos después ya estás listo para seguir avanzando un par de metros y quedarte ahí otro par de minutos hasta que decides que ya está bien y que toca zambullida. Te zambulles en el agua y sales casi al instante, sorprendido de que ahora no has sentido nada y preguntándote si eran necesarias tales alforjas para ese viaje. Concluyes que sí y que no has sentido nada debido entre otras cosas a que tu cuerpo ya sabía lo que iba a pasar y había tomado medidas.

Y una vez dentro, miras al horizonte que está justo a la altura de tus ojos y no es más que una especie de línea negra que une un par de gradientes de azules celestiales y terrenales o acuáticos. Te das la vuelta y ves grupúsculos de luces sueltas en lo que parece un "skyline" de la primera línea de playa (y posteriores) que acaba en montañas de unos 300 metros digamos. Piensas que tan sólo a uno o dos kilómetros de la línea de playa hay montañas de una altitud relativamente considerable. Piensas en lo curiosa que es la Tierra y cómo está formada aunque desechas el pensamiento tras analizar que la situación en la otra dirección (hacia dentro del mar) es probablemente mucho más drástica, que de hecho sólo una cuarta parte de la Tierra se encuentra por encima de las aguas y que si el Everest asciende a 8488 metros (aunque mis últimas informaciones es que los chinos decían que eran 4 metros menos, que cuando le hicieron la foto se puso de puntillas), su homólogo en las profundidades abisales es la fosa de las Marianas que llega hasta los 11 kilómetros de profundidad. Y entonces dejo de pensar tonterías y me dedico a disfrutar del agua y a preguntarme cuándo se pondrá el agua tan fría que no podré hacer eso. Ya lo iremos comentando.

Y bueno, creo que esto más o menos es todo que entre otras cosas ya también es tarde y estoy cansado.

Un saludo, Domingo.