Otra semana más
Esta semana que acaba ha sido la semana de la vuelta al trabajo. Vuelta al trabajo que alivió sus pies en el río que pasa por el puente de la Hispanidad ;-).
De lunes a miércoles no estuvo la cosa mal. Empezó el horario 08:00-18:00, horario que es de agradecer pues al menos al salir te da tiempo de hacer alguna que otra cosa más. En el lado negativo, el sueño es evidentemente mayor. Durante el horario de trabajo, los franceses apretaron aunque no ahogaron. Todo empezó a relajarse cuando se dieron cuenta de que el 90% de los fallos eran culpa suya. Yo temía por el jueves pues al no estar nosotros, todo lo que sacasen nos llegaría de golpe el viernes. Pero no, aparentemente se lo tomaron todo muy tranquilo, al igual que el propio viernes.
Durante las horas de no trabajo, me dediqué a seguir completando la casa. El miércoles llevé la mesa de la cocina, mesa que monté el jueves (3 horas poniendo tornillos en bancos, cajones y mesa). Lunes y martes los dediqué a comprar otras cosas, y el martes además me dio tiempo a ir a donar sangre. Eso sí, en el partido de hoy me encontraba más cansado, pero bueno.
Hasta ahora he hablado poco del viernes, probablemente el día más trascendental de la semana. Empezó con el trabajo, trabajo del que salí con antelación aprovechando la calma chicha francesa. Además el "timing" fue perfecto pues justo cuando iba a salir, me llegó el portátil, o dicho de otra forma, el ordenador de mi casa :-D. Con portátil incluido salí presto para hacer unas gestiones bancarias, gestiones que acabaron también satisfactoriamente. Llegué a casa (paterna) y por la tarde me dirigí de nuevo a casa (banquerna), no sin antes pasar por el Leroy Merlin donde compré una broca del seis que sustituyera a la que se había mostrado tan inútil el jueves cuando tardé 2 horas en hacer un mísero taladro en el techo :-(. El viernes, en 30 segundos había hecho otro taladro del mismo tamaño. Evidentemente es la primera y última vez que estoy dos horas taladrando por no usar una broca adecuada.
Total que mi viernes 13 estaba siendo de escándalo, mucho mejor que el jueves 12 con sus tres horas de montaje de mesa y sus dos horas de poco fructuoso taladro. Quizás es que el jueves era el día de la Hispanidad y la Hispanidad está en horas bajas :-P. Pero como nada (y hay quien dice nadie) es perfecto, también se tenía que torcer el viernes. Por lo pronto pude comprobar por mí mismo que no había enchufe donde el carpintero decía que habíalo; así que habrá que romper en el azulejo para sacar algún sitio donde enchufar el microondas. Menos mal que por ahí pasa el cable, que si no ...
Por otro lado, me fui a la playa. El agua estaba increíblemente buena a pesar de que el ambiente fuera era fresquito. Definitivamente me encanta eso de ir a la playa a mediados de octubre :-). Me empecé a bañar y por lo pronto noté que la mar estaba mucho más movida que de costumbre (hasta ahora lo normal ha sido bañarse en balsas de aceite de agua salada). Las olas llegaban a sobrepasar mi estatura (lo cual no es decir mucho, claro está), pero al no estar acostumbrado a ello pues imponía algo de respeto la verdad. Me quedé aproximadamente (y sin el aproximadamente) por donde rompían las olas y a pesar de todo alguna olilla más fuerte que otra llegaba y me hacía sentir lo que probablemente la inconsciencia de hace 20 años no conseguía: sentir que ante un hipotético combate contra las olas yo tendría todas las de perder. Es curioso porque mientras estaba allí mismo me acordé de cuando me enfrentaba a las olas cual Miguel, el de la canción de Mecano :-).
Y acabó la semana laboral y empezó el fin de semana. Y jugué al fútbol y noté que había donado sangre el martes. Y llegó el partido de Hattrick, y la forma de los centrocampistas hizo que perdiera 4-0. Y me llamó Jesús y quedamos para dar una vuelta y ver el piso, y me preguntó que qué tal la vida sentimental y ... el piso va bien sí, ya está casi listo. No fue ésa la respuesta, pero como "si lo seriese". Y poco más. Bueno sí, realmente me sentí raro al desviar la atención de la pregunta pero es que preferí no entrar en detalles. Dicen de mí que soy reservado para mis cosas, sobre todo para este tipo de temas. Y quizás no les falte la razón, al menos a los que lo dicen. Sin embargo esta vez fue diferente, no había ningún motivo por el que no entrar en detalles salvo quizás la mera superstición. Y es que yo, el señor racional, cada vez tengo más reacciones de ese tipo y no sé muy bien por qué, sobre todo cuando poco hay que contar, no digamos ya de ocultar. Sin embargo mi respuesta fue una media verónica, una larga cambiada o algo parecido. Quizás la próxima vez que quedemos entre más en detalle.
¿Y mañana?. Mañana fútbol sala otra vez (¿habéis escuchado que Brasil metió 76 goles a Timor oriental en 40 minutos?, a ver si le pedimos un amistoso a Timor Oriental y echamos una pachanguita). Y por la tarde a colocar barras de cortinas y a limpiar un poco, que ya está bien de hacer taladros. Quizás en un par de semanas esté alternando las casas paterna y materna con la banquerna. ¿Será ésa otra semana más?, ¿como ésta?. Ya veremos.
Un saludo, Domingo.
De lunes a miércoles no estuvo la cosa mal. Empezó el horario 08:00-18:00, horario que es de agradecer pues al menos al salir te da tiempo de hacer alguna que otra cosa más. En el lado negativo, el sueño es evidentemente mayor. Durante el horario de trabajo, los franceses apretaron aunque no ahogaron. Todo empezó a relajarse cuando se dieron cuenta de que el 90% de los fallos eran culpa suya. Yo temía por el jueves pues al no estar nosotros, todo lo que sacasen nos llegaría de golpe el viernes. Pero no, aparentemente se lo tomaron todo muy tranquilo, al igual que el propio viernes.
Durante las horas de no trabajo, me dediqué a seguir completando la casa. El miércoles llevé la mesa de la cocina, mesa que monté el jueves (3 horas poniendo tornillos en bancos, cajones y mesa). Lunes y martes los dediqué a comprar otras cosas, y el martes además me dio tiempo a ir a donar sangre. Eso sí, en el partido de hoy me encontraba más cansado, pero bueno.
Hasta ahora he hablado poco del viernes, probablemente el día más trascendental de la semana. Empezó con el trabajo, trabajo del que salí con antelación aprovechando la calma chicha francesa. Además el "timing" fue perfecto pues justo cuando iba a salir, me llegó el portátil, o dicho de otra forma, el ordenador de mi casa :-D. Con portátil incluido salí presto para hacer unas gestiones bancarias, gestiones que acabaron también satisfactoriamente. Llegué a casa (paterna) y por la tarde me dirigí de nuevo a casa (banquerna), no sin antes pasar por el Leroy Merlin donde compré una broca del seis que sustituyera a la que se había mostrado tan inútil el jueves cuando tardé 2 horas en hacer un mísero taladro en el techo :-(. El viernes, en 30 segundos había hecho otro taladro del mismo tamaño. Evidentemente es la primera y última vez que estoy dos horas taladrando por no usar una broca adecuada.
Total que mi viernes 13 estaba siendo de escándalo, mucho mejor que el jueves 12 con sus tres horas de montaje de mesa y sus dos horas de poco fructuoso taladro. Quizás es que el jueves era el día de la Hispanidad y la Hispanidad está en horas bajas :-P. Pero como nada (y hay quien dice nadie) es perfecto, también se tenía que torcer el viernes. Por lo pronto pude comprobar por mí mismo que no había enchufe donde el carpintero decía que habíalo; así que habrá que romper en el azulejo para sacar algún sitio donde enchufar el microondas. Menos mal que por ahí pasa el cable, que si no ...
Por otro lado, me fui a la playa. El agua estaba increíblemente buena a pesar de que el ambiente fuera era fresquito. Definitivamente me encanta eso de ir a la playa a mediados de octubre :-). Me empecé a bañar y por lo pronto noté que la mar estaba mucho más movida que de costumbre (hasta ahora lo normal ha sido bañarse en balsas de aceite de agua salada). Las olas llegaban a sobrepasar mi estatura (lo cual no es decir mucho, claro está), pero al no estar acostumbrado a ello pues imponía algo de respeto la verdad. Me quedé aproximadamente (y sin el aproximadamente) por donde rompían las olas y a pesar de todo alguna olilla más fuerte que otra llegaba y me hacía sentir lo que probablemente la inconsciencia de hace 20 años no conseguía: sentir que ante un hipotético combate contra las olas yo tendría todas las de perder. Es curioso porque mientras estaba allí mismo me acordé de cuando me enfrentaba a las olas cual Miguel, el de la canción de Mecano :-).
Y acabó la semana laboral y empezó el fin de semana. Y jugué al fútbol y noté que había donado sangre el martes. Y llegó el partido de Hattrick, y la forma de los centrocampistas hizo que perdiera 4-0. Y me llamó Jesús y quedamos para dar una vuelta y ver el piso, y me preguntó que qué tal la vida sentimental y ... el piso va bien sí, ya está casi listo. No fue ésa la respuesta, pero como "si lo seriese". Y poco más. Bueno sí, realmente me sentí raro al desviar la atención de la pregunta pero es que preferí no entrar en detalles. Dicen de mí que soy reservado para mis cosas, sobre todo para este tipo de temas. Y quizás no les falte la razón, al menos a los que lo dicen. Sin embargo esta vez fue diferente, no había ningún motivo por el que no entrar en detalles salvo quizás la mera superstición. Y es que yo, el señor racional, cada vez tengo más reacciones de ese tipo y no sé muy bien por qué, sobre todo cuando poco hay que contar, no digamos ya de ocultar. Sin embargo mi respuesta fue una media verónica, una larga cambiada o algo parecido. Quizás la próxima vez que quedemos entre más en detalle.
¿Y mañana?. Mañana fútbol sala otra vez (¿habéis escuchado que Brasil metió 76 goles a Timor oriental en 40 minutos?, a ver si le pedimos un amistoso a Timor Oriental y echamos una pachanguita). Y por la tarde a colocar barras de cortinas y a limpiar un poco, que ya está bien de hacer taladros. Quizás en un par de semanas esté alternando las casas paterna y materna con la banquerna. ¿Será ésa otra semana más?, ¿como ésta?. Ya veremos.
Un saludo, Domingo.
3 Comments:
En fin, Domingo, entre tu y yo... quizá debieras ser un tanto menos reservado en "esas" cuestiones, y puede que así te fuera un pelín mejor.... yo siempre he defendido que sin hacer nada, sin hablar nada, el NO lo tienes seguro... las cosas es mejor hablarlas con franqueza ;), en cuanto a la superstición... en fin, ya vas para maoyor... y según pasan los años se abandona la racionalidad en pos de la creencia "barata"... atodos mas o menos nos pasa (o pasará)
Un besito.
Mi estimado Giovanni (¿mio caro?), quizás no me expliqué bien. Hay gente que me acusa de reservado pero no por hablarlo o dejarlo de hablar con la persona en cuestión, sino por no decirles nada a ellas, las terceras personas.
Yo hace tiempo que practico la franqueza casi para con todo (clientes de trabajo aparte :-P) y la/s persona/s interesada/s saben perfectamente lo que hay, lo que hubo y quién sabe si lo que habrá.
Otra cosa es que eso lo deban saber terceras personas por mucha confianza que pueda tener con ellas. Además como decía, en este caso en particular hay muy poco que contar por lo que no habría pasado nada si yo hubiera dado detalles. A pesar de todo quizás el hecho de querer ahorrar hasta en las creencias (hay una hipoteca que pagar) consiguió que por ahora no haya dicho nada.
Un saludo, Domingo.
ahhhh, siendo así es muy distinto, yo personalmente digo las cosas que tengo que decir, sin rodeos y sin tapujos, además, creo que a estas alturas tu ya lo sabes, otra cosa muy distinta es dar explicaciones a terceros, práctica que odio hasta tal extremo que prefiero contar cualquier historia antes que lo que he hecho, dicho o pensado... incluso si tengo que hablar del almuerzo, el solo hecho de tener que explicar a la fuerza (sin que salga de mi) hace que si he comido pescado prefiera decir que he comido pollo :P... en fin, de maniaticos está el mundo lleno, y yo por suerte o por desgracia soy uno mas en este mundo. E si, si puo dire "mio caro Giovanni", pero io preferisco "mio caro amico", sempre dentro de la mia definizione di "amicizzia"...
Un sounoro bacio.
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