jueves, diciembre 07, 2006

The Pillars of the Earth, capítulo 3

En un principio había pensado en cuatro o cinco capítulos pero cuando reviso mentalmente lo que quiero poner en ellos dudo si tendría que aumentar el número. En cualquier caso, como no quiero que me dé el 2007 con esto, intentaremos ir avanzando con el capítulo 3.

El alicatador:
  • Hola Phillip, soy el alicatador y voy por las calles con mi moto y mi armónica para alicatar aquellas catedrales que lo necesiten.
  • Déjese de tonterías maese albañil, que lo he reconocido.
  • Bueno sí, pero es que en realidad esto es lo que a mí se me da bien, con lo que he ganado fama mundial. ¿Has estado en Notre Damme?. Pues el que la alicató aprendió conmigo. Fue hará unos diez años cuando fui a Francia de luna de miel.
  • Sí, me imagino. En fin, a lo que vamos. ¿Todo listo?.
  • Más que listo, el trabajo ya está hecho. Lo duro es la fontanería y dejar tráqueas para que cuando llegue el siglo XXI puedas meter cables de la luz, televisión y teléfono por todos los lados. A partir de ahora esto es coser y cantar. Es más para terminarlo todo no voy a simultanear catedrales como hasta ahora sino que me voy a dedicar a la tuya. Tanto ajetreo me tenía muerto.
  • Perfecto, porque al final se nos estaban yendo los plazos previstos. Yo quería haber tenido la catedral lista para las oraciones de julio y agosto y fíjate ya a qué estamos.
  • Bueno sí, pero tú ya sabes, las cosas tardan y viniendo sólo viernes y sábados no se puede hacer más.
  • Estupendo, pues estoy ansioso de ver los progresos.

  • Hola maese, ¿qué tal va todo?.
  • Va bien, pero hoy perdí la mañana porque no tenían listo el pedido los del gremio de cristaleros y ayer llevé a la burra a la revisión anual con tan mala suerte que me han dicho que la tengo "tuneada" correctamente pero a pesar de todo tengo que demostrar que las alforjas que llevo están homologadas. Los que me las vendieron me han dicho que no hay problemas, que ellos me dan un certificado de que las alforjas están bien instaladas y no hay riesgo. Hay que ver cómo son esta gente, ya mismo nos cobrarán por respirar.
  • Ahh, correcto, correcto. Bueno, ¿qué le vamos a hacer?. "Ya decía yo que veía aproximadamente el mismo avance antes viernes y sábado con dos personas que ahora durante toda la semana con una sola."
La bañera:
  • Ahh, esto tiene una pinta estupenda. ¿Ya está todo listo, maese?.
  • Sí falta que traigas la bañera que decías que ibas a traer.
  • Umm, esto ... sí pero te prometo que no es mi culpa. La pedí al Leroy Merlin y me la trajeron a las dos semanas abollada por lo que ellos mismos la devolvieron. Fui de nuevo a las dos semanas y me dijeron que había un error, que estaba anotada pero no habían cursado el nuevo pedido y por último, tras mes y medio ahora dicen que sí que está. Mañana iré por ella a ver si es cierto.
  • De acuerdo, no es problema. Siempre hay cosillas, se va combinando, se va combinando.
El capullín:
  • Bueno, ya está la bañera. Coincidió además con que estaban aquí los maeses herreros que vinieron a medir para las rejas.
  • ¿La reja? pero si está aquí. Sí es que la han hecho en tiempo récord. Ya está lista para ponerla.
  • Muy bien, pues esta tarde yo la pongo. La agarro con los tornillos a la pared y ya está.
  • ¿Tornillos?. No tiene tornillos, tiene una garra que se introduce en la pared. Además de que los tornillos son más antiestéticos (aunque más sencillos de poner para ti), ya te comenté que te pusieras en contacto con ellos para aclarar si iban a ir con tornillos o garras.
  • Ahh, eso sí pero ... bueno, da igual. Lo que ocurre es que las garras son muy largas así que tendré que cortarlas un poco. Le han dejado unas garras de águila. Pero eso no es problema, yo las corto en exceso para que cuando luego maese herrero tenga que soldar las dos partes te diga que soy un capullín.
  • ¿Un capullín? ¿eso qué es?. Recuerda que soy Phillip y que por tanto no estoy acostumbrado al román paladino, yo soy más de latín clásico.
  • Un capullín ... esto jejejeje. Nada, es una broma entre herreros y albañiles, ya verás cómo se ríe el herrero, ya verás.
  • Ahh, bueno, si sólo es eso ...

  • Hola Phillip, soy maese herrero. ¿Te acuerdas de cuando jugábamos al fútbol?.
  • Claro hombre, cómo no voy a acordarme. Esto está bien, va a trabajar en mi catedral hasta mi hermano. "Ah no, que mi hermano no trabaja". Bueno, ¿qué tal?.
  • Muy bien, muy bien, aquí traigo el grupo electrógeno portátil que será la envidia dentro de diez siglos.
  • Mooolaaa. Upps, perdón. Quería decir que esa información proporciona un cúmulo de insospechadas sensaciones gozosas en mí.
  • "Qué tío más raro.". Bueno, yo aquí a lo mío ... por cierto, el albañil es un poco "capullín", mira cómo te he tenido que dejar esto. No queda sitio para más. Te lo he disimulado como he podido pero ...
  • Jejeje, sí ya me dijo que te haría gracia, pero no sabía exactamente a qué se refería. Es más sigo sin entenderlo muy bien pero imagino que al ser una broma entre vosotros, la entendéis mejor.
  • "Lo que decía, qué tío más raro". Bueno, no te preocupes, aquí apenas se ve. Ah, por cierto, mañana te traigo la otra reja.
  • ¿Mañana?, ¿igual de rápido que la anterior?
  • Bueno, en realidad no. En realidad te tardaré algunas semanas pero tampoco es cuestión de quedar mal sin necesidad, ¿no?. Yo ya te aviso cuando la tenga.
  • Perfecto porque también tengo que avisar a maese albañil que quiere cobrarme la instalación de esa reja.
  • ¿Después de toda la obra?. Lo que yo decía, un capullín.
  • Jejeje, aunque todavía no termino de pillar la broma. Bueno, muchas gracias. Ya nos vemos.
La renegociación:
  • Hola maese, ¿qué tal va todo?.
  • Pues muy bien salvo que no quieres darme más dinero.
  • Ya, pero ya te dije en el capítulo uno que te daba no sé cuántas monedas de plata más y que de ahí íbamos cogiendo las cosillas éstas que surgieran. No recuerdo la cantidad exacta pues se trata del capítulo uno y no tengo muchas ganas de mirarlo.
  • Sí, es cierto pero es que el presupuesto que te di al final no era demasiado preciso. En particular los cristales han subido y luego me pediste el climalit, ya sabes.
  • Sí bueno, pero con lo que te di sobra para esas cosas.
  • Ya, pero es que también he hecho muchas cosas que no habíamos hablado, las gotas en las ventanas de la catedral, los muebles de obra para las pilas de agua bendita y esas cosas.
  • Pero los muebles sí estaban en el presupuesto original, míralo.
  • Sí, puede ser, pero también hay más cosas, me llevé los escombros, ahora voy a poner la escayola ...
  • "Sí las cosas de las que dijiste que te encargarías y que imaginaba entraban en esa categoría de 'lo que vaya saliendo' y por lo que decías que no me ibas a cobrar". Muy bien, muy bien. No me gusta discutir y menos de dinero. No te preocupes que a partir de ahora hablamos las cosas una a una y si es razonable te pagaré por ello. Aparte yo pagaré materiales como la escayola que al fin y al cabo es una minucia y las puertas de aluminio para los muebles de las pilas de agua bendita. Ah, eso sí. Te pediré que corrijas algunas cosas que no has hecho como no poner el suelo en las gotas de las terrazas ya que ahí era de sentido común que fuera el suelo.
  • De acuerdo, me parece justo "aunque en realidad tengo la sensación de que te estás portando mal conmigo después de todo lo que he hecho por ti".
El alquiler:
  • Hola Phillip. Soy la señora esposa de maese albañil. Ahora mismo no está, se ha dejado aquí el inmóvil. Pero si quieres deja el recado que yo se lo doy.
  • Hola señora. Sí verá, es que necesito que maese venga a terminar de corregir algunas de las cosillas que todavía no están bien. El grifo que gotea, los ventanales que no cierran a pesar de que teóricamente ya los había arreglado, el termo nuevo que he tenido que comprar porque el viejo no funcionaba "y que sospecho pueda haberse quemado porque lo dejó conectado y sin agua" etcétera.
  • Bien, no te preocupes, yo se lo digo. Por cierto, en otro orden de cosas. Quisiera darle una sorpresa a mi maese y pasarnos un fin de semana rezando ahí con el niño. Ya estuve en el verano junto con mi suegra y al lado de la a playa se reza muy bien. Además me han dicho que querías cobrar la entrada a la catedral para los penitentes que van de paso y allí se alojan por lo que quería preguntarte cuánto sería.
  • ¿Dinero?. No te preocupes buena mujer. Vosotros os venís un fin de semana, me lo decís para que yo intente dejar esto lo más decente posible y no os cobro nada. Si ya bastante ha trabajado maese en la catedral. "Hay que ver lo que xxxx esto de ser Phillip, lo que tenía que hacer era cobrarles igual que él no tiene reparos en pedir más dinero, pero bueno, Phillip es Phillip".
  • Ah, muy bien, lo que ocurre es que necesitaría que hubiera unos servicios mínimos porque iríamos con el niño y necesitaría calentarle la comida y tal.
  • Uff, pues el artesonado no está listo. Tu cuñado el maese carpintero tiene que venir por aquí y hasta entonces no estarán listos ni el artesonado ni la cocina para los peregrinos.
  • Pues entonces hasta septiembre, ¿no?.
  • Esperemos que no, pero tampoco parece que se vaya a dar mucha prisa. En cualquier caso tú lo ves más a menudo que yo. Puedes preguntarle a ver.
  • Sí, pero no corre prisa. Bueno, tú ya me avisas.
  • De acuerdo.

Y así concluye el tercer capítulo, a falta de que haga su entrada maese carpintero y con toda la albañilería lista ... salvo algunos detalles e imperfecciones.

Un saludo, Domingo.