lunes, septiembre 25, 2006

Piso para arriba, piso para abajo

Llevo dos o tres días en los que no paro. El sábado por ejemplo fútbol por la mañana y limpieza por la tarde en un piso que no es el mío. El domingo, fútbol por la mañana hasta las 12 y a partir de la 1 de la tarde, limpieza y pintura en el mismo piso que no es el mío. Esta mañana, limpieza y pintura por la mañana (en el mismo piso) y ... pintura más taladros ya por fin sí en mi casa.

Por cierto, he descubierto que me gusta eso de agujerear paredes, y eso que sólo he hecho dos agujeritos de nada para poner el posa vasos/cepillos en el cuarto de baño :-O. Eso sí, jamás diré que empecé intentando taladrar con una broca para madera y que tuve que acudir a la comparación con otras brocas que traía el taladro con algunos restillos de pared (el taladro es paterno) para dar con la broca buena. Pues eso, que me ha gustado y mañana Dios mediante llenaré de agujeros mi casa y empezaré a colgar cosas tales como toalleros, sujeta-rollos y quién sabe si plafones.

Pero hoy además de eso he aprovechado para sacar algunas fotos, ésas que me prometí sacar tiempo ha y que todavía no había sacado. Ahora mismo el piso está más o menos así:


La entrada vista desde dentro:


La Cocina:


El salón/Terraza:


Un armario empotrado:


El interior de otro:


Y por ahora esto es todo. Quien quiera ver más que venga :-P.

Un saludo, Domingo.

miércoles, septiembre 20, 2006

Segundas oportunidades II

Hace un par de meses escribía al respecto. Hoy me releo, (quizás debería hacerlo más a menudo; coger por ejemplo la costumbre de releer lo que pensaba el año anterior) y me encuentro fundamentalmente de acuerdo en lo principal. Sin embargo, hoy quisiera matizar alguna cosa, aunque pido perdón desde ya por la parte más matemática.

Mi argumento entonces se centró en que al conocer a una persona (ése era el caso que ponía), ésta tiene un 50% de posibilidades de decepcionarte. Aceptábamos que cada persona tiene ese 50% y que no hay ningún tipo de dependencia, es decir, que te decepcione una no implica que la siguiente tenga más o menos posibilidades de decepcionarte. Podría decirse que sí, que tú te encuentras más pesimista y en cierta forma provocas una mayor probabilidad de decepción, pero para nuestro ejemplo consideraremos que esa interacción es como cualquier epsilon que se precie ... despreciable.

Como decía, mi argumento se centra en ese 50% de posibilidades que caracteriza a lo desconocido. Sin embargo, podría ocurrir que la persona o cosa en la que has confiado sea conocida para ti y tú sepas que la probabilidad de decepción es menor, digamos que un 30%. En ese caso lo aconsejable es dar la segunda oportunidad, mucho más que arriesgarte con alguien nuevo al 50% de probabilidades.

¿Y todo esto a cuento de qué? ¿de ella?. No, en este caso no. O sí, pero no esa ella sino la otra ella, la que me sacó sangre hace dos semanas. Como ya comenté, era una chica inexperta que irá perdiendo esa condición gracias entre otros a personas como yo que le sirvamos para refinar la técnica ésa de pinchar en la vena y que salga sangre. Comenté también que era la primera vez en mucho tiempo que me ocurría algo así. Estaba diciendo por tanto que el donar sangre es un acto con una probabilidad altísima de no causar decepción. En mi caso particular, ahora mismo el porcentaje de efectividad de los profesionales de la sanidad está en el 98,5% de actuaciones sin fallo.

Por ese motivo, ayer no tuve problema en volverme a poner en manos de otro de estos profesionales para llevar a cabo la donación de plasma que no pude realizar hace dos semanas. Llegué allí y me encontré con el que es casi ya un amigo, aunque no es demasiado mérito pues con casi todos he debido donar entre digamos que cinco y diez veces. Estuvimos allí hablando, comentando lo de la aguja, él dándole importancia, yo quitándosela y esas cosas. La pobre muchacha que iba a hacer, no me conocía lo suficiente como para pensar que pudo ser queriendo. De otras, en cambio, sí que me lo hubiera planteado :-P. Bueno, que estuvimos allí, la donación se desarrolló sin ningún problema y mientras que en el brazo derecho todavía son visibles los restos del hematoma de hace dos semanas, en el izquierdo apenas se puede distinguir la zona de la punción.

Hay por tanto personas/cosas a los que puede/podría dárseles una segunda oportunidad.

Y ya casi para acabar, una segunda oportunidad vamos a tener durante noviembre/diciembre si todo sigue tal como pinta. Según las primeras informaciones, al acabar esta semana me iré dos de vacaciones. Dos semanas que procuraré emplear en dejar el piso listo para empezar a vivir allí aunque sea a ratos. Y a la vuelta se estará empezando a gestar la nueva fase del proyecto actual en el trabajo. Ya me dijo mi jefe que me preparara, será mucha gente (no sé si tendré que controlarlos yo a todos, si me pondrán a alguien para ayudarme, si tirarán fundamentalmente de novatillos, si el equipo estará compensado ... ¿quién lo sabe?. Lo que sí parece seguro es que serán dos meses intensos y que sobre las Navidades se levanta por tanto una cierta bruma, neblina, nube tóxica que amenaza con felicitarnos las fiestas. En fin, ya se verá si las oportunidades en este caso son de las que se merecen o simplemente de las que no hay más remedio que darlas pues está en juego la letra de la hipoteca :-O.

Un saludo, Domingo.

lunes, septiembre 18, 2006

La vuelta al cole

No sólo los niños vuelven al cole, también los treintañeros como yo. Hoy he tenido mi vuelta al cole particular. Por lo pronto volvía al horario de invierno, a las caravanas al entrar y salir del trabajo y a estar apuntado ... al comedor. Volvía también a darme cuenta de que más que nunca hay que seguir aprendiendo. Comentan algunos amigos que con la edad sus padres se han vuelto menos racionales, no consideran siquiera la posibilidad de poder estar equivocados y cada vez son más cerriles en sus planteamientos. Yo estoy personalmente de acuerdo, es posible que sea algo propio de la edad, no se nos mueren las neuronas porque sí y de alguna forma se tiene que notar.

Por otro lado comentan también los padres que ven ahora que estaban equivocados cuando pensaban que sus padres estaban equivocados. Es algo lógico si pensamos que es probablemente la misma enfermedad la que afectaba a nuestros abuelos, afecta ahora a nuestros padres y Dios mediante, nos afectará a nosotros en un futuro, a poder ser, muy lejano. En fin, sólo me resta desear que la formación matemática que ahora mismo me hace cuestionarme casi todo, sirva para paliar/retrasar los efectos de esos años que se encuentran mucho más cerca de lo que pensamos.

Pero no quería tirar por ese camino, al menos no todavía. Vamos a algo mucho más cercano, el día de hoy y la vuelta al cole. Hay que seguir aprendiendo en todos los órdenes de la vida y a ello nos disponemos. Hay que aprender con el método de Phil Collins/Tarzán: Aprendiendo a enseñar, enseñando aprenderás. Hay que intentar cosas nuevas o al menos cambiar ligeramente las que conocemos de forma que el año que viene por estas fechas podamos dar el tiempo como bien empleado.

Pensaba yo hoy que esta vuelta al cole es especial, que hacía ya varios años que no se producía de esta manera. Me refería en particular a irme un viernes con horario de verano y volver un lunes con horario de invierno. El año pasado empecé mis vacaciones justo cuando debía empezar el horario de invierno y volví después más a la dura realidad hecho a la idea. El año anterior no se produjo entrada a horario de invierno, sino a horario de tarde por la enfermedad de mi abuela. El año anterior ... el año anterior no tengo ni idea de cómo fue. Para qué vamos a engañarnos.

Por tanto, ésta era una vuelta al cole especial y a la vez efímera pues este viernes me iré de mini-vacaciones y volveré dos semanas después. Para entonces tendré ya que plantearme cómo voy a hacer para seguir avanzando en el piso sin hacer uso única y exclusivamente de los fines de semana. Con un poco de suerte, no será un misterio. Cogeré algo de ropa y pasaré algunos días a la semana allí.

En realidad, el piso, sempiterno, permanente y ubicuo piso viene a ser, o mejor dicho, será, la gran diferencia entre la vuelta al cole del año pasado y la de éste. Unos pocos e interesantes aprendizajes vitales en lo que probablemente hayan sido los momentos de más utilidad de este año, y muchas horas haciendo cosas útiles e inútiles en algo que como bien decía Sergio, se acaba convirtiendo en un hijo.

Y al final hablo poco de la vuelta al cole. Y quizás es porque no debe ser demasiado importante, porque se trata de trabajo al fin y al cabo y aunque el trabajo también ha sido una cierta fuente de aprendizajes en el último año, no deja de ser el medio para ganarse la vida, de perder la mayor parte de las horas de la semana y a veces, sólo a veces, de evadirte de los principales problemas de la vida. Bueno, hay gente que se evade de los problemas del trabajo en la vida, así que algo es algo.

No, si ya verás que, al final, la conclusión de esta entrada en el blog tan insustancial es que esto de volver al cole va a molar ;-).

Un saludo, Domingo.

viernes, septiembre 15, 2006

Premoniciones

Esta entrada suena a película de M. Night Shyamalan. Premoniciones, señales ... por ahí van los tiros. El caso es que era la peli del Shyamalan que me quedaba por ver y además era un requisito imprescindible para ser miembro de pleno derecho del club Hannahandsisters así que la vi el sábado o el domingo pasado, no sé. La verdad es que no lo vi muy ilusionado y encima la atmósfera de la salita de mi casa tenía poco que ver con la oscuridad del cine por lo que las escenas de suspense y terror quedaron más bien mermadas. Resumiendo, es la que menos me gustó de Shyamalan.

Pero no van por ahí los tiros, los tiros van por la entrada anterior. Tenía desde hace un tiempo interés por contar algunas experiencias que me han sucedido últimamente y que casualmente podrían entrar en la categoría de las premoniciones (o similares). Ni que decir tiene que habrá poca gente que se fíe de una premonición menos que yo. Sólo el nombre ya arroja un cierto tufillo a Rappel que me hace por decir por defecto que no. Bueno, he aquí mi sucesión de premoniciones:

Hará una semana y poco, fui a donar sangre. Plasma, mejor dicho. Ya tocaba, ya habían pasado dos meses desde la donación anterior, y además era hora de saber qué tal había evolucionado mi hemoglobina desde entonces (la vez anterior estaba en el límite por abajo). Llegué y lo primero que vi fue que usaban un tensiómetro digital. Dije ... "Anda, habéis evolucionado, ¿no?" y entonces la chica me comentó que no, que sólo era para ella porque llevaba un apéndice auditivo externo (eso lo digo yo, no recuerdo cómo lo llamó ella pero vamos era un aparato en el oído). Imagino que no se podrá usar un estetoscopio porque el sonido no alcanzará bien el aparato.

En fin, el caso es que allí estaba mi amiga con pinta de estar supliendo a las titulares (eso era obvio, en verano tiene que ser así) y empecé a pensar que como la donación de plasma duraba un poquito, en algún momento podría preguntarle si había leído "Chamán", ya que el protagonista es sordo. Aunque tampoco sabía si se podría molestar. Al final no dio tiempo. También pensé en la gente que prefiere que no le atiendan los nuevos. A mí me da igual, al fin y al cabo tienen que aprender y pensé que nunca me había pasado nada. Hasta aquel día claro.

Me tomó la tensión, que estaba normal y me midió la hemoglobina, que también estaba normal, ya no estaba baja. Me puso los arreos e introdujo delicadamente la aguja en la sobresaliente vena de mi brazo derecho (en parte elegí el derecho porque sin ser la izquierda mala, la derecha es mejor). Miré como casi siempre miro y noté lo que no había notado nunca, que la aguja no terminaba de entrar. Fue a tomarme unas muestras y efectivamente la sangre apenas salía así que tuvo que profundizar algo más. A pesar de todo tenía la sensación de que había profundizado muy poco o de una forma equivocada. En esto que empieza el proceso y noto que la máquina iba más lenta que de costumbre, paraba y arrancaba. Eso pasa a veces (pero no tantas veces) si tienes demasiada hemoglobina o si dejas de abrir y cerrar la mano.

Total que empieza el proceso de retorno y entonces sí noto que me duele el brazo. Aguanto un poco hasta que acabe el primer ciclo (suelen ser siete) por si era temporal pero noto que no y llamo a la enfermera. Ella entonces levanta el algodón y veo que en la zona de la punción hay un edema de impresión (rima tonta pero me hacía ilusión, otra rima tonta). Pregunto entonces si es que la aguja se ha salido y me contesta que no, que ahí se para la donación pues la vena se ha roto (y yo sin parches para la bici). Me fui con mi vena rota a otra parte convencido de que al día siguiente tendría un buen hematoma que me duraría un par de semanas (de hecho todavía es visible). Hablando después con el médico, éste me confirmó mis sospechas, la chica debió haber profundizado más. Es un error relativamente común en enfermeros inexpertos y pacientes expertos (la vena también se va endureciendo por los diferentes pinchazos).

La verdad es que lo mismo al leer esto no hay muchas personas que se animen a donar, pero quiero que quede claro que es la primera vez en sesenta y tantas donaciones que me pasa. De hecho lo raro es que de tantas ocasiones, ninguna hubiera salido mal ¿no?. Además, que conste que la semana próxima volveré a ir a ofrecer el otro brazo y ya dejaré testimonio por aquí :-D.

Bueno, ésa fue la primera experiencia premonitoria. Con el resto intentaré ser algo más breve. La siguiente fue el domingo pasado. Fernando Alonso acababa de adelantar en boxes (bonita paradoja) y se colocaba tercero. Entonces, mientras disfrutaba de la publicidad, pensaba que era el momento idóneo para que o bien Raykonnen o bien Schumacher rompieran el motor y Alonso subiera un peldañito más en el podio. Y justo en ese momento el que empieza a echar humo es el Renault ... :-O. Vale, esta premonición no fue muy acertada, pero bastante es acertar que un coche va a romper como para encima acertar la marca, ¿no? :-D.

El lunes pasado tuve otra experiencia y de hecho ésta fue la que me convenció de hablar de ello en el blog. Me dirigía por la mañana hacia el trabajo, haciendo como últimamente los trescientos metros finales a pie (sí, estoy en plan deportista, pero además es que no hay aparcamiento más cerca). El caso es que, durante esos 5 minutillos largos que ando, voy pensando en mil cosas, en particular en los coches que pasan (no digamos si los conducen señoras) y todavía más en particular en ese mercedes con pasajeros infantiles enfundados en gorras de béisbol. Me da por pensar que mi jefe tiene un mercedes y unos hijos de edades parecidas, si bien su Mercedes tiene que ser más grande pues el que acaba de pasar es muy normalito. Sí, sí ... entro por la puerta y aparece por el ascensor el susodicho jefe con unos jovenzuelos a los que nos presenta como el nuevo tipo de personal que se va a contratar en la empresa y que curiosamente van enfundados en gorras de béisbol con evidentes ganas de pasar desapercibidos ... vamos digo yo. ¡Caramba!, a ver si voy a tener hasta dotes para esto :-D.

Y por último, una experiencia de ayer. Ayer echaba gasoil en una gasolinera que hay de camino a mi casa. Esperaba que el tiempo pasado allí no me hiciera llegar tarde a la cita que tenía con Giovanni para que éste y familia viera lo que un día llamo mis dominios y al día siguiente sólo mis deudas. Al final coincidimos los dos aparcando en la puerta así que el repostar vino hasta bien. Pero evidentemente no era ésta la premonición que quería contar. La premonición vino cuando saqué de la riñonera la cartera para pagar y justo en ese momento salió también un papel con un nombre y una dirección. Ese papel pareció cobrar vida propia pidiéndole al viento que lo alejara de mí, cosa que el viento hizo con escrupulosa efectividad. Y pensé que no sólo podía ser una premonición sino también una alegoría de la vida. Sólo el tiempo lo dirá lo que pensaré en un futuro cuando relea (si es que llego a releer) la cantidad de cosas que escribo, una con más y otras con menos sentido.

Bueno, y ya para despedirme, quisiera pedir tranquilidad en las masas. No es cierto que vaya a poner un 806 para adivinar a base de corazonadas cómo anda la gente de organo cardíaco, billetera o actividad laboral (no cuento la salud pues ya se dice que el trabajo lo es).

Un saludo, Domingo.

En el cielo borreguitos

"En el cielo borreguitos, agua a cantaritos". Eso decía un viejo refrán que aprendí en mis años mozos junto con otros como : "Amigo que no presta, cuchillo que no corta, que se pierdan, poco importa". A decir verdad, memoricé los dos refranes más o menos a la vez, pero el segundo tardé muchos años en comprenderlo en su plenitud.

Y todo esto por ... ¿los amigos? ¿los borregos? ¿los cielos?. Pues un poco de todo. Esta tarde venía del trabajo y me asombré a mí mismo al observar un límpido cielo azul por el que peregrinaban jirones de nubes. No hubiera estado mal retratarlo, ni tampoco haber retratado un cielo similar con una única nube que se había perdido y que intentaba de forma poco exitosa subir hacia arriba a ver si encontraba a alguna amiga que tuviera un mayor estatus social. Es increíble cómo simple vapor de agua puede llegar a estar tan localmente situado y a la vez definido sin ahogarse entre tanto azul.

Volviendo a la historia, el caso es que hoy el cielo me ha parecido además el cielo de los Simpsons y encima he recordado el refrán y lo he relacionado con las lluvias (en los últimos días ha llovido varias veces) y cómo no, con los borregos, sobre todo si se parecen a mí. También he pensado si en caso de ser cierto que estaba en un capítulo de los Simpsons, si no sería yo Homero (Homer). Ahora he encontrado la respuesta en Youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=SbRATk2axHU

Me temo que yo hubiera podido (cuando contaba con algunos kilos más) representar un Homero muy convincente. Incluso ahora creo que daría el pego muy a mi pesar.

Y sobre mi borreguez, he estado un tiempo dudando si escribir acerca del tema o no, pero al final me decidí por que sí lo haría. Siempre he dicho que en mi casa, el inteligente soy yo y el listo es mi hermano. Eso por supuesto no me deja en demasiado buen lugar y como es natural pasa lo que tiene que pasar. Este año en particular me tiré varios meses esperando lo que sólo yo podía esperar, justificando lo que sólo yo podía justificar y deseando que por una vez ocurriera el milagro en vez de lo lógico. Y, por supuesto, pasó lo que tenía que pasar.

Cinco meses después del hasta entonces último correo, hace unos días, recibí uno. Básicamente venía a decir que estaba en otra ciudad de Alemania y que le enviaran postales que las respondería. ¿Por qué uso el plural? Pues uso el plural porque el correo iba dirigido a familiares y amigos ... y a mí en copia oculta (ignoro si iba alguien más en copia oculta, por supuesto). El caso es que además de demostrar un uso de la copia oculta que ya quisiera yo para alguno de mis compañeros de trabajo, demostraba que en cierta forma de apiadaba de mí y daba señales de vida (no las daba desde que la llamé y confirmó que había vuelto con el sigilo de un ninja y quedó en llamarme para quedar y tomar algo).

¿Y por qué traigo esto a colación?, pues aparte de que es un magnífico ejemplo de "Amigo que no presta, cuchillo que no corta, que se pierdan, poco importa", aparte de eso me pregunto si no se estará repitiendo la historia. Y la respuesta es que puede ser ... es más que si yo digo que puede ser, entonces lo más seguro es que lo sea y ande yo aborregado más si cabe que el cielo a punto de aguantar el chaparrón. Pero bueno, si al final del cielo tiene que llover, que llueva. No será la primera ni la última vez y además así refrescamos un poco nuestros bosques que con tanto recelo se miran los unos a otros recordando lo que llovió en Galicia cuando no llovió.

Un saludo, Domingo.

lunes, septiembre 11, 2006

11-S

Continuando con algo que empecé el año pasado:
http://donmingo.blogspot.com/2005/09/11-s.html

11-S-2001: Yo estaba trabajando, junto con mucha gente en aquel proyecto cuando empezamos a escuchar que si se habían estrellado aviones, que si las torres gemelas... nada que no sepáis. Un caos de información con rumores de un quinto y hasta un sexto avión estrellados. Tuvimos una reunión en la famosa "Sala Torre del Mal" y allí había una tele. Estuvimos viendo las imágenes durante unos 5 minutos antes de volver al trabajo. En sus casas, amigos míos estaban pegados a la televión. Incrédulos. Todos estábamos asistiendo a una clase de Historia de la Humanidad.

11-S-2004: Yo tenía que haber volado de vuelta desde Chicago el 10-S y haber hecho el Madrid-Málaga el 11-S. Al final después de muchos cambios de aviones adelantos, atrasos etc, la enfermedad de mi abuela hizo que volara 9-S y el Madrid-Málaga el 10-S. El 11-S y aprovechando el jet-lag me quedé en el hospital con mi abuela.

11-S-2005: Mi abuela vuelve a estar convaleciente, pero esta vez gracias a Dios de algo mucho más leve. De todas formas el declive es lento pero constante :(. Aunque claro, es lógico, tiene 85 años. En el lado positivo, la casa. No la tengo ni mucho menos, pero ya he empezado a dar los primeros pasos. Seguiremos informando.

11-S-2006: Mi abuela no está convaleciente, está en el salón viendo "Mira quién baila" con mis padres. Tiene 86 años y se le nota pero a pesar de todo no está mal. Eso sí, no es delicada, es que "sólo come de lo que le gusta" :-). En el lado positivo, de nuevo la casa. Básicamente ya está. Espero que a finales de esta semana esté lista la versión 1.0 y que las cosillas que faltan vayan solucionándose poco a poco (de otra forma no va a ser). Es mi primer 11-S con un tres en el dígito destinado a las decenas. Podría contar alguna cosa más pero si finalmente decido que merece la pena contarlo, lo haré en otra entrada. A ver qué digo sobre esta frase el año próximo :-S.

Un saludo, Domingo.

domingo, septiembre 10, 2006

Pequeñas palabras

Ya lo decía mi amigo Mark Twain:
"La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga."

Sin llegar a tal extremo, es increíble el poder que tiene en el lenguaje tiene una palabra de más o de menos o una más o menos afortunada. Por no hablar de los signos de puntuación:
http://news.bbc.co.uk/1/hi/magazine/4583594.stm

Anoche me encontraba visionando uno de los programas de Juan y Medio, sí, el de los niños. El invitado de turno era Pepe Navarro y en esto que una niña regordeta con ojillos achinados cuando sonríe (Juan y Medio dice que son dos puñaladas en dos tomates) le empezó a decir que su abuela lo encontraba muy atractivo. En esto que Pepe Navarro la interrumpe y le pregunta si su abuela tiene la misma edad que él (él tendrá cincuenta y tantos, calculo) y entonces ella responde alegremente ...
"No, qué va, es más vieja TODAVÍA". Mi carcajada fue sólo parecida a la del público y el propio Juan y Medio que recalcó ese "TODAVÍA" para solaz (o quizás no tanto) de su amigo Pepe.

Es curioso lo que cambia la frase si la sustituimos por un "No, es mayor que tú", incluso por un "No, es más vieja que tú". La primera es inocua, la segunda inicua y la que eligió la chiquilla ... es simplemente genial :-).

Algo parecido (aunque por supuesto no igual), siento cuando alguien a mi alrededor utiliza expresiones del tipo ...

"Lo he hecho así porque es más óptimo".
"Esta solución es menos idónea".
"Me ha encantado. Mucho".

Puedo estar equivocado pero me suena que algo es óptimo o no lo es, es idóneo o no lo es y te encanta o no; por tanto el intentar precisar si es más o menos como si cupiera una gradación tiene a mi juicio toda la pinta de un error. En este caso, esa pequeña palabra de más o de menos no cambia tanto el significado de la frase (que todos entendemos) sino quizás la opinión sobre la persona que las emite.

En particular, leí recientemente la última frase así tal cual en un blog seguido multitudinariamente por ... multitudes (más de 548.000 visitas). Y fue leerlo y sentir que estaba leyendo algo raro así que tuve que releerlo para ver qué era lo que estaba mal. Claro, si hubiera dicho "Me ha gustado. Mucho", no hubiera sentido yo ese aguijonazo. Evidentemente eso no define a la persona que escribe; el mejor escribano suelta un borrón, pero sí que es cierto que los borrones de los escribanos cantan más que los de los legos.

Por otro lado, a saber las burradas que he podido yo escribir por ahí. Alguna vez he releído para encontrar una falta de ortografía (pero no se lo digáis a nadie) o alguna palabra repetida o ... y es que uno no es escribano (mucho menos en el sentido de notario), ni amanuense siquiera. De mi época de colegio vienen a mí un par de caligráficas anécdotas que no sé si haya podido contar aquí antes. La primera es que nuestra profesora de lo que ahora es primaria (1º-5º EGB), en alguno de esos años hizo una especie de calificación de alumnos a los que según sus cualidades asignaba una rima. La mía, compartida con otro compañero fue:

Para responder, ¡Arriba!.
Sus manos parecen antenas,
Para escribir, ¡Abajo!.
Ya no son tan buenas.

Y la segunda anécdota tiene relación con "Cocochiflancio Oviparín Victorioso", muñeco que había hecho y dejado para la clase una profesora auxiliar que pasó por la clase, la señorita Victoria. Era una especie de cocodrilo hecho con cartones de huevo como base. La clase propuso diferentes nombres y al final salió elegido "Cocochiflancio". Lo de Oviparín fue debido a que era un animal ovíparo y hacía poco que habíamos estado estudiándolos. Y por último lo de Victorioso era en honor a la profesora auxiliar.

El caso es que cada alumno tenía que inventarse algún cuento donde nuestra mascota fuera la protagonista y al final del trimestre (o el año), las mejores redacciones serían expuestas. Evidentemente ni que decir tiene que yo, que siempre he andado a tortas con mi soberbia más que con ningún otro de los pecados capitales, tenía que tener algún texto en esa exposición. Hice varios cuentos a tal efecto, cuentos que según recuerdo eran en cierto punto parecidos a los relatos que escribo hoy en día. Inventaba una historia que contuviese un par cosas reales y lo hilvanaba metiendo a Cocochiflancio por en medio. A ver si encuentro el libro en el que aparecían, tiene que ser curioso leer lo que escribí veinte años atrás cuando veía las cosas con los ojos de un niño que tenía alma de hombre (qué bonito me ha quedado :-D).

En fin, al grano. Algunos de mis textos fueron seleccionados, no lo recuerdo con exactitud pero imagino que comentarían lo que comentaron con algún otro texto posterior, que la historia era propia de un niño de mayor edad. Y es que yo soy viejo desde muy joven ;-). Todo era por tanto idílico, hasta mi soberbia hubiera quedaba saciada ... de no haber sido mi letra ilegible :-D. Fue prácticamente imposible mejorar mi letra y yo tuve, no sé si el honor o el deshonor de que mis cuentos se publicaran con la letra de algunas de las bellas caligrafías de las niñas de la clase. Todos excepto uno, se apiadaron de mí y uno lo pusieron con mi propia letra, imagino que el menos ilegible de todos.

Bueno, creo que esto es todo por hoy, al final la entrada ha acabado como el título de una de las aventuras de Cocochiflancio que participó en la exhibición: "Por los cerros de Úbeda" (aunque el cuento era mío, el título original era otro, pero la profesora lo cambió a éste que se adaptaba mejor al texto).

Un saludo, Domingo.
P.D. Desde que el teclado llegó a mi vida, mi caligrafía es siempre impecable, "muy impecable" :-P.

martes, septiembre 05, 2006

¿Crisis de creatividad?

Me estaba planteando si la crisis de creatividad que parece sobrevenirme sería cíclica. Recordaba que el año pasado por estas fechas tuve un acceso parecido al que siguió un período de publicación constante. Recordaba mal. De hecho fue al revés, por estas fechas publicaba con frenesí, recuerdo un comentario de Giovanni diciendo algo así como que se ausentaba un momento y al volver se encontraba con que el material por leer se había incrementado de forma espeluznante.

Como decía, una vez comprobado que la crisis no es cíclica (o no del todo), he estado pensando acerca del porqué de dicha crisis. Diferentes pensamientos acuden a mi mente. Algunos no quiero exponerlos en público, otros no merece la pena exponerlos en público y los que quedan ... los que quedan son los siguientes:

  • Ahora que la casa está casi lista (proporcionaré fotos en cuanto la adecente algo más), me doy cuenta de que todavía me quedan miles de cosas por hacer y muy pocas ganas de hacerlas habiendo otras que te satisfacen mucho más.
  • Cuando no es la casa, encuentro mil cosas más que hacer; desde simplemente esperar sentado en el ordenador haciendo copias de seguridad de según qué cosas hasta arreglar ordenadores bien de forma presencial, bien a distancia. No sé qué ha pasado que en cuestión de cinco días o así he estado lidiando con tres reinstalaciones de Windows y recuperación de información anterior. Me decía una amiga ... ¿y esas horas te las pagan?(perdón si hiero sensibilidades :-O). Pues no, pero a este paso es para pensárselo ;-).
  • A veces simplemente estoy fuera en misión familiar. Por ejemplo el viernes pasado invité a mi familia a una cena para celebrar la treintena y el piso "nuevo". Como decían en aquel programa de humor, "se hundía, se hundía" y no pienso volver a invitarlos hasta que no vuelva a cumplir 30 años de nuevo y me compre otro piso :-D. También por ejemplo, el domingo lo pasé en el campo. Llevé allí a mi madre y abuela y estuvimos visitando a la familia. Bueno yo visité después de ver la mitad del partido de baloncesto que nos dio un pedazo de medallón de oro, jejeje. Allí, por cierto, se encontraban dos niñas cuya madre falleció súbitamente el año pasado de un tumor cerebral cuando sólo contaba con 32 años. Para plantearse, replantearse algunas cosas :-(.
En fin, que volviendo una vez más a la máxima kantiana, cuando quise no pude y cuando pude. A pesar de todo hoy ha habido suerte y he podido y querido. Queda por tanto aparcada la crisis ... temporalmente :-).

Un saludo, Domingo.