martes, diciembre 19, 2006

The Pillars of the Earth, ¿el desenlace?

A todo cerdo le llega su San Martín ... y no, no es que esta frase tenga nada que ver con chapuzas profesionales o profesionales que hacen chapuzas, es simplemente que aquí acabará ... salvo que tenga que resucitarlo como el bueno de Arthur Conan Doyle hizo con Sherlock. Por otra parte eso me da derecho, si todo un Sir puede decir digo donde dijo Diego, ¿por qué no podría yo hacer lo mismo?. Sin embargo, por ahora, no es demasiado probable.

Inaccesible:
  • Hola maese carpintero, ¿qué tal todo? ¿ha cubierto ya sus bolos veraniegos y post-veraniegos? ¿Ha terminado ya todo a la vez que termina septiembre?.
  • Pues sí, así es y tal como te comentaba a finales del capítulo cuarto, lo tienes todo listo menos un par de puertas y la chapuza.
  • Ahh, cierto es. No recordaba que no habías dejado ningún mueble en alto como para poner platos o así y que te había pedido que transformaras el hueco del horno de asar infieles, todavía en uso pero en claro desuso dentro de unos siglos, en algo más aprovechable. Así que esas puertas no están todavía, ¿verdad?
  • Efectivamente, así es. Es que las estoy tallando a mano valiéndome de la incalculable ayuda de una nueva técnica que convierte tus uñas en escofinas. La aprendí de un carpintero tibetano allí en Londres y él a su vez la había desarrollado para evitar que los chinos lo torturaran introduciéndole astillas bajo las uñas.
  • ¿No estás desvariando un poco?
  • Puede ser, puede ser, pero mientras el que escribe el relato me deje ... yo soy un mandado. ¿Has visto lo del José Luis ése y sus muñecos?. Pues yo igual.
  • Vale, vale pero volvamos al meollo de la cuestión. Lo de las puertas casi que me da lo mismo, el problema es que, adelantándome al futuro, voy a encargar un "maicrogüeibs" para que me lo traigan dentro unos siglos y me han dicho que tengo que dejar preparado un enchufe para el día en que llegue y yo he mirado y no veo ningún enchufe.
  • ¿No ves ningún enchufe? Eso no puede ser. Tiene que haber dos, uno para el "maicrogüeibs" y otro para el horno. Yo soy muy previsor y le dije a mi hermano, el maese albañil que los pusiera. Es más, yo mismo los marqué en la pared.
  • Ahh, siendo así. Lo mismo es que yo no he mirado bien. Volveré y ya te cuento.

  • Mira, que he ido y nada de nada.
  • Pero si yo le dije mi hermano ...
  • Bueno, a tu hermano le mandé un mensajero, un SMS que dicen ahora. "Sus Mensajes Sirvo", como si no fuera más bonito el mensajero de toda la vida, ése al que los reyes mataban si las nuevas no eran buenas. El caso es que no he recibido respuesta por su parte.
  • Bueno, no te preocupes, eso te lo arreglo yo al igual que te arreglé cuando mi hermano no había dejado bien puestos los rodapiés. Lo de agrandar el hueco de la puerta, que lo había dejado demasiado pequeño, sí que no podía hacerlo yo y por eso tuve que llamarlo. Que por cierto fue cuando dejó la grieta en la pared que el pintor ha disimulado pero todavía se sigue notando. Pero tranquilo, esto te lo arreglo yo.
  • No si verás, la cosa es que también me tendría que cambiar otra cosa que me dejó mal, en particular la instalación eléctrica del cuarto que tiene cambiados los enchufes y las luces. Sé que todavía en esta época no hay electricidad pero ¿y cuando la haya?. Por eso te digo que se lo comentes a tu hermano y ya que hace una cosa hace la otra.
  • No, no es necesario, ya te lo hago yo.
  • Bueno, si insistes. En realidad yo creo que es bastante fácil, la tráquea se sitúa fácilmente y sólo es descubrir para poner la caja.
  • Nada, nada, no te preocupes, eso te lo arreglo yo.
  • Como veas, como veas. Hombre, es una pena porque iba a dejarle la catedral "by the face" a tu hermano y señora pero teniendo en cuenta que no hay forma de contactar con él ni arregla esas cosas que te he dicho, me temo que tendré que desistir.
  • No si a mí me da también que la mujer ha debido decirle algo y mientras que tú no le dejes la catedral el va a pasar de ti como ... de comer palomitas en Nochevieja.
  • Imagino que era inevitable, qué le vamos a hacer. Yo seguiré intentando ponerme en contacto con él por si acaso.
Más inaccesible (leer y releer tres o cuatro veces seguidas):
  • Hola maese carpintero, ¿cómo van las cosas?.
  • Uyyyy, perdona, perdona. Imagino que pensarás que me he olvidado de ti. Para nada, para nada. Es simplemente que he estado muy liado, estoy vendiendo la catedral, comprando otra ... ufff, tengo mil cosas en la cabeza, menos cuernos ...
  • Bueno nada, cuando tú puedas, es sólo que no he podido pillar a tu hermano, si tú lo ves coméntale que como me tiene que arreglar lo otro, aproveche y haga también lo del enchufe del "maicroweibs" y así te lo quitas tú de en medio.
  • No, eso no es problema, eso te lo hago yo.
  • Muy bien, muy bien.
La chapuza:
  • Hola maese informático.
  • Hola, ¿qué tal va todo?. Te noto inquieto, es ya la tercera tila que te tomas esta mañana en la cafetería del sitio este en el que trabajamos.
  • Es que me llamó ayer maese carpintero diciendo que me iba a arreglar lo del "maicroweibs" y me estoy oliendo que me va a hacer una chapuza.
  • ¿Y no has podido dejar a nadie allí o acercarte tú o ... ?
  • Hombre, no debería, lo conozco desde hace mucho tiempo, ya le comenté lo que había que hacer y me insistió en que ya se encargaba él. Además a estas horas ya debe haber empezado y además tampoco quiero que se piense que no me fío o algo así.
  • Pues ya verás tú cuando vayas.
  • Sí, es lo que me temo, justo lo que me temo. Luego por la noche me acercaré a la catedral a ver.
  • Pues nada, suerte.
  • Gracias, me hará falta.
Monólogo:
  • Ummm, qué limpia se ve la catedral. Es raro, esperaba más polvo, arena, trocitos de azulejo ... algo así.
  • Eso es porque eres tonto, a la legua se ve que lo que te ha hecho ha sido una chapuza. Yo voto porque te ha sacado un cable de abajo y ha dejado el "maicroweibs" conectado al prolongador
  • ¿Pero cómo va a haber "maicroweibs" si tardarán siglos en construirlos?
  • ¿Y cuánto tiempo te crees que llevas tú esperando? ¿No acabas de hablar con un maese informático?. Anda que sí que empiezas tú bien la treintena.
  • Hostias, pues tienes toda la razón, eso es un microondas de toda la vida y está muy bien puesto y no se ve nada por aquí que delate rastro de obras.
  • No, es más aquí se ve un poquito de serrín y poco más. Será de las puertas.
  • Pues sabes lo que te digo, voy a apartar el microondas para ver qué es lo que ha hecho porque me temo lo peor.
  • Venga, yo te ayudo, coge el destornillador, quita ese tornillo, deja que se te caiga y llegue rodando hasta aquel trozo de cable que te hará sospechar todavía algo peor.
  • ¡Mierda!. ¿No creerás ...?
  • Esperemos que no. Bueno, ¿está ya todo fuera?
  • Sí pero el microondas apenas sale, está cogido a algo y es raro porque el cable yo creo que era bastante más largo, a ver mirando por aquí ... .
  • No, no hace falta que mires, ya te lo digo yo. Se ve un pedazo de empalme. Tu "maese" ha cortado el cable del microondas.
  • ¡¡No jodas!!
  • Juzga tú mismo.
  • Puajjj, ¿has visto además la dirección del cable?.
  • Sí, se dirige peligrosamente a la nevera, y allí no cabe un multiplicador, está demasiado pegada. Me da que lo ha cogido directamente de la red.
  • ¿Será posible? Y encima ahora para confirmarlo tengo que sacar la nevera.
  • Ahh, entonces era por eso. ¿Recuerdas que al abrir antes la nevera vimos que la botella que antes estaba en la puerta estaba ahora dentro tumbada?
  • Claro, ha debido ponerla ahí para quitarla. ¿Será posible?.
  • Bueno vamos, en unos 15 minutos con nuestro arte la tenemos fuera.
  • Efectivamente, ya está fuera. Aunque casi desistimos pero bueno. El caso es que todavía no me lo creo. El cable del microondas cortado y enganchado directamente al enchufe de la nevera por detrás.
  • Y no sé si has visto las implicaciones, entre otras cosas, eso significa que si quieres quitar el microondas tienes que retirar la nevera y cortar la luz, por no hablar de que has perdido la garantía del microondas.
  • !!Marditos roedores¡¡
  • Anda, mándale un SMS diciéndole: "Tío, no me hagas esta chapuza que ni quitar el micro puedo si se me estropea" y vámonos de aquí.
  • Sí, será mejor.
¿El desenlace 1?:
  • Maese informático, no te puedes hacer una idea de la chapuza que me hicieron ayer. Es increíble.
  • No hace falta que me lo cuentes, he estado leyendo el blog y ya me he enterado.
  • ¿Ahh, sí?.
  • En realidad no, pero para no tengas que contarlo entero de nuevo.
  • Vale, vale. Pues eso, esta tarde intentaré llamarlo de nuevo a ver qué pasa. Esta mañana no me lo ha cogido y ayer hablé con su hermano pequeño (el único que no ha hecho nada en mi casa) y no se lo creía. Decía que lo llamaría por lo que debe saberlo.
  • Hola maese carpintero. ¿Qué tal?. He pensado que voy a decirte que no pasa nada, que todo el mundo se equivoca y a ver cómo podemos arreglarlo.
  • No te preocupes, no hace falta que digas nada. Déjame empezar a mí.
  • Bueno, empieza ya que pareces tan lanzado.
  • Pues verás, tal como te lo he puesto eso no te va a dar ningún problema, todas las cosas que necesitan mucha potencia van cogidas directamente a la red para evitar calentamientos en los enchufes y similares. Así se hace con las vitrocerámicas y los hornos.
  • Sí, me parece muy bien, pero esto es un microondas y tiene su enchufe. No digo que no vaya a funcionar así y que no vaya a dar ningún problema pero si trae su enchufe será por algo, no para cortarlo. ¿Además tú en tu casa cómo lo pusiste?
  • Yo lo puse con el enchufe, pero alguna cosa que tuve que poner al final sí la puse así. Además, que por eso no pasa nada, casi que así está mejor.
  • Bueno, si no fuera porque si me lo quiero llevar a casa de mis padres porque a ellos se les estropee el suyo, no puedo y si simplemente lo quiero quitar tengo que retirar antes la nevera y cortar la luz.
  • Umm, visto así ... sí, tienes razón. Pero es que yo es la única forma que te lo puedo poner y una vez que está montada la cocina y demás hay que hacerlo así.
  • Bueno, ya te comenté que le dijeras a tu hermano que se pasara él y lo hiciera. Al fin y al cabo se le olvidó a él, ¿no?. Yo he intentado decírselo pero lleva dos meses sin cogerme el móvil o sin devolverme las llamadas.
  • ¿No te lo coge?.
  • No, no lo coge.
  • Bueno, en cualquier caso yo lo que puedo hacer es sacarte un enchufe o una regleta y ponerte ahí el microondas, pero es lo mismo.
  • Ya, pero eso es otra chapuza, es más, es lo que pensé yo que habías hecho hasta que vi el percal.
  • Pues eso sí te lo hago yo sin problemas, si acaso déjame el cable y el enchufe que yo te lo pongo en un momento.
  • "No si encima tengo que comprar yo el cable y el enchufe, ¿habráse visto?". Pero es que yo no quiero eso, yo lo quiero en condiciones, con su enchufe que fue lo que te comenté en su momento y que además no creo que sea tan complicado.
  • Sí, pero tú me hablas de romper y ya está puesto el mueble de la cocina ... eso no es tan fácil como tú te piensas. Y además eso es meramente estético.
  • Hombre, yo no sé si será fácil, yo de eso no entiendo pero a mí no me parece tan complicado. Y es más, ya te dije antes que por eso quería yo que lo hubiera hecho tu hermano. Y sobre lo de que es meramente estético ... pues sí, pero yo si lo puedo tener bien hecho lo prefiero bien hecho y ya está.
  • Bueno, pues a ver si hablo yo con él y ya te cuento.
  • Muy bien, gracias.
¿El desenlace 2?:
  • ¿Maese carpintero?
  • Sí, dime.
  • Mira, esta mañana he recibido un SMS de tu hermano. Qué curioso, dos meses sin saber de él y de repente me llega un mensaje diciendo que abrir en la pared y poner el enchufe son 100 euros y que tardará 50 días porque ahora mismo está muy liado. A mí el tiempo me da igual porque no en vano llevo esperando más de dos meses, pero no pienso pagarle 100 euros. Te lo digo a ti porque le he llamado un rato después y ya tenía el móvil apagado. Así que si me haces el favor, le dices que si quiere hacerlo, pues muy bien y si no quiere hacerlo simplemente que lo diga. No pasa nada, yo ya me busco la vida por ahí.
  • (Con tono enfadado).Bueno, tú comprenderás que yo no puedo hacértelo, yo no me puedo comprometer a hacer algo que no sé.
  • Ni yo te he dicho que lo hagas, sólo te he dicho que he recibido un SMS de tu hermano en el que me dice que me cobra 100 euros que yo no estoy dispuesto a pagar cuando el error ha sido suyo
  • Hombre, yo se lo dejé marcado en la pared y sobre lo del microondas, no te preocupes.
  • Pues eso, cuando lo veas le dices que si quiere hacerlo pues muy bien y que si no quiere, no pasa nada. Yo ya me busco la vida, lo hago yo o lo que sea.
  • Pero yo ya te digo, que eso no pasa nada.
  • Yo sé positivamente que no pasa nada, pero también pensé que tú no me harías esto y de hecho, si vas a cortar el cable del microondas y a dejarme sin garantía, ¿qué menos que decírmelo?.
  • Ah, bueno, por eso no te preocupes. Yo conozco al del servicio técnico y además yo te pongo un cable nuevo. Sobre lo otro ya te dije, yo te saco un prolongador con un enchufe y ya está.
  • "Esto es genial, me encanta que me den soluciones para problemas que no tenía antes". No es eso, ya te he comentado, díselo a tu hermano que al fin y al cabo es su culpa. Si él no quiere pues no pasa nada. Ya lo haré yo o me buscaré la vida o lo que sea.
  • No hombre no, no te preocupes que aunque sea ya te lo intento dejar yo bien puesto. No tengo experiencia pero no te preocupes. Déjale las llaves a mi madre y yo ya las cojo y te lo pongo.
  • Por mí no hay problema, pero ya te digo que no hace falta que se lo consultes a tu hermano y ya está.
  • No, no hace falta, no hace falta. Tú tranquilo que te lo hago yo.
  • Muy bien.

Y ahí concluye la historia inconclusa. Todavía hoy, un mes después de la chapuza y tres meses después de empezar con esto, está el microondas sin su enchufe en la pared. Le dejé las llaves y ya mismo tendré que subir a por ellas pues parece evidente que no tiene/tienen mucha prisa en ir. Es más, mi madre, a la que no le he contado la chapuza, sólo que falta el enchufe, me insiste en que hable con él pues aparte del enchufe le pedí (hace tres meses) presupuesto para poner unas puertas de madera a un mueble (mueble cuyas puertas originales fueron cortadas con una radial por el albañil también sin decir nada) y otra puerta de un pequeño armarito. Yo desde lo de la chapuza ya sabía que no le iba a encargar lo de las puertas, ya se las pediré a otro. Sobre el enchufe, me he marcado estas navidades como plazo límite. Es más, mi intención es dedicar la semana próxima a arreglar yo el desaguisado. Imagino que lo complicado será hacer el hueco para la caja. Para ello haré unos cuantos taladros e intentaré ver cómo de fácil o difícil es hacer el hueco. En el peor de los casos hago unos 200 agujeros con el taladro y zumbando. Después será cuestión de tener cuidado con los cables (aunque es fácil saber dónde están) y por último poner la caja y rellenar el alrededor con espuma de poliuretano. Efectivamente el hecho de que esté el mueble de la cocina lo dificultará, pero si lo hago me podré permitir contar la historia a todo aquel que llegue a mi casa y el esfuerzo habrá valido la pena ;-).

Un saludo, Domingo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Plas, Plas, Plas, Aplaudo el final de la historia, no de la chapuza que por lo que se ve aun no ha terminado. La adaptación está genial, la lástima es que los causantes de la chapuza no vayan a leerla, de todos modos, el objetivo está cumplido, cualquiera que lea está historia sabe a quien no debe encargarle su cocina.

Oli, Alumno aplicado

12:49 p. m.  
Blogger Domingo said...

La verdad es que no creo que cambiara nada el hecho de que la leyeran o no. Y por supuesto, no me importa. Yo creo que obré en todo momento tal y como tenía que hacerlo. Y ellos supongo que igual, no en vano no estamos hablando de neófitos que acaban de empezar. Ambos han visto muchas obras y muchas cocinas y tienen que saber perfectamente las cosas que han hecho bien y las que han hecho mal.

Yo lo único que espero es que las cosas que han hecho mal sean sólo las que se han visto (sobre todo en la obra) y el futuro no me depare alguna cosa como el bote sifónico que no había apretado y que ni siquiera era del tamaño correcto.

Un saludo, Domingo.

1:29 p. m.  

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