domingo, diciembre 10, 2006

The Pillars of the Earth, capítulo 4

Nos vamos acercando al final y ya sí parece bastante probable que sean cinco capítulos. Éste dedicado a la carpintería y el último en exclusiva para la chapuza.

La llegada de los materiales:
  • Hola maese carpintero, ¿cómo va todo?.
  • Ah, pues muy bien. Precisamente acabo de traer los materiales. Aquí están las puertas de paso de la catedral y todo lo demás necesario para el artesonado.
  • Estupendo pues al final esto podría significar que mi intención de abrir públicamente la catedral en Agosto podría llevarse a cabo.
  • Pues no lo sé muy bien porque antes te convendría pintarla y luego yo no sé pero me da en la nariz que cuando tenga que montarlo todo me iré retrasando por mis múltiples compromisos publicitarios. Es la vida del carpintero estrella.
  • La verdad es que tenía pensado pintarlo yo pero mi señora doña madre insiste en que alguien haga el trabajo sucio, ponga bien las paredes y demás así que será mejor hacerlo así. ¿Me aconsejas a alguien?. Sí, este hombre trabaja muy bien y fíjate cómo ha dejado mi catedral. En particular me gusta ese trocito que yo llamo "Capilla Sixtina".
  • Genial, me pongo en contacto con él y a ver cuándo puede empezar.
Miguel Ángel:
  • Hola Miguel Ángel, ¿qué tal se encuentra usted maestro?. Lo admiro desde que pude comprobar en persona la profundidad de sus pinceles y cómo apenas se puede distinguir entre sus pinturas y sus esculturas. Precisamente necesitaré de su habilidad con el yeso para pulimentar alguna que otra pared. Sé que el yeso no es precisamente mármol pero el presupuesto aquí es limitado.
  • Sin ningún problema, sin ningún problema. Cualquier amigo de maese carpintero es amigo mío. Fantástico este chico, fantástico. Sólo le falla una cosa, la puntualidad, pero por lo demás es un chico fantástico.
  • Sí, es cierto. Usted también se ha dado cuenta, ¿verdad?. Bueno pues nada, le recuerdo lo pactado. Todo en blanco nuclear y moderno, muy moderno. En particular siéntase usted libre de usar esa técnica que tanto usó en la Capilla Sixtina. ¿Gotelé la llamaba?.
  • Sí, así es. La inventé ex profeso para allí. Lástima que creo que caerá en desuso pues pronostico que los adelantos técnicos harán que los albañiles puedan dejar paredes planas sin esfuerzo alguno. Y esta técnica es especialmente interesante para catedrales con paredes irregulares.
  • Muy bien entonces. Ya sólo queda definir la forma de pago.
  • ¿La forma de pago?. No, no se preocupe de eso. Yo ya le iré pidiendo dinero cada cierto tiempo de forma que al final del trabajo sólo le reste darme lo que quede ... más la voluntad.
  • Correcto, correcto.
El final de la pintura:
  • Bueno, pues ya está todo. Lo único es que maese carpintero no ha empezado todavía con el artesonado y eso que me insistió para que yo lo tuviera todo listo cuanto antes.
  • Sí, eso veo, ya está todo listo. He visto que algunos techos, aún con desperfectos, tienen mucho mejor aspecto que antes. En general estoy bastante satisfecho con el trabajo.
  • Sí, aunque en el techo de la bóveda principal no he podido hacer mucho. El techo debería haberlo picado maese albañil pero como él no lo ha hecho bajo la excusa de que tiene mucho yeso y podría venirse encima, yo que dije que haría lo que pudiera me he agarrado a la misma excusa una vez que ya he hablado con él. Donde dije digo .
  • Pues nada, ¿qué le vamos a hacer?. Por lo demás estoy bastante satisfecho. Le ayudo a sacar los bártulos y terminamos de liquidar el asunto.
  • No es necesario, no es necesario. Esto ya lo saco yo con mi señora esposa que se ha traído el carro y luego subo yo solo y ya ajustamos cuentas.
  • ¿De verdad que no quieres que te ayude?. A mí no me cuesta ningún trabajo, total simplemente estaba barriendo.
  • No, no. Yo lo prefiero así para que mi mujer no se entere del dinero que me ha dado, Phillip. De verdad, hágame caso, ahora subo yo y ajustamos cuentas.
  • Muy bien, pues nada, no insisto más. Yo de todas formas voy preparando aquí las monedas para saldar la deuda.
  • De acuerdo, ya mismo vuelvo. Ya he vuelto.
  • ¿Ya?.
  • Sí, es que los relatos son así.
  • Vale, vale. A lo que íbamos. Cuánto es lo que le debo por los techos que iba aparte.
  • Nada, nada. Eso la voluntad.
  • Pero ¿cuánto es la voluntad?. Yo no tengo ningún tipo de experiencia en catedrales así que simplemente dígame cuánto le debo que yo gustoso se lo pagaré.
  • La voluntad, la voluntad. Pero si me insiste tanto le diré cuánto me han costado los materiales y con que me pague eso ya está. No necesito más, ha sido un placer trabajar en su catedral, siempre que le he pedido dinero por adelantado lo he tenido al instante y de verdad que no necesito más.
  • Algo es algo. Sí , dígame entonces cuánto han sido los materiales que yo pondré algo de propina para que se pueda tomar un par de zumos de cebada con su señora en la taberna más cercana. Pero que conste que no hay forma de que yo sepa si la propina es mucha o poca. Aunque de todas formas creo que para bebidas fermentadas de lúpulo y cebada le llegará. Para una buena comida no sé, pero teniendo en cuenta el estado de sus piezas dentarias, no creo que eso le preocupe. Bueno, aquí tiene.
  • Muchas gracias, muchas gracias. Para mí lo fundamental es que haya quedado satisfecho, ya sabe.
  • Quédolo, quédolo.
La espera:
  • Hola maese carpintero. ¿Qué tal va todo?. Ya estamos a mediados de agosto y todavía no ha venido por aquí.
  • Pues muy bien, muy liado con otros trabajos pues mi jefe se ha comprometido a entregar unas catedrales antes de la Feria de Málaga. No sé si la conoce, es un evento que tiene lugar cada año y personas de toda Europa se pasan por aquí a comprar y vender ganado y luego gastarse los beneficios en las tabernas. Comentan que dentro de unos años lo único que quedará de esta costumbre es la segunda parte. Pero antes de que me disperse más, que sí, que ya mismo lo tienes todo listo.
  • ¿Para cuándo calculas más o menos?.
  • Pues a ver, primero que pase la feria pues ahí no me vas a pillar, luego aunque no te lo diga me iré con mi novia a Londres de vacaciones y por último te iré dando largas un tiempo más pero yo creo que ya en septiembre te lo hago seguro.
  • Septiembre, es curioso, el mismo mes que mencionó tu cuñada en tono de broma cuando hablábamos. En fin, ¿qué le vamos a hacer?. Aquí espero con la catedral llena de maderámenes varios.
  • Pues en eso quedamos.
Septiembre:
  • Ya estoy aquí. Ahora sí que sí. Ya he empezado y en esta semana te lo dejo todo listo. O quizás en la siguiente porque tengo que hacer otras cosillas pero vamos que fijo que se te queda listo.
  • Como dicen por ahí, el que espera lo mucho espera lo poco y además ya he visto la primera parte del artesonado, cómo has puesto los confesionarios empotrados forrados en madera. Han quedado muy bien.
  • Sí, ahora ya básicamente queda la cocina de la sacristía y poco más. Por cierto que no te he traído el fregadero de dos senos tal como me habías pedido, pero te lo traigo y te cambio ligeramente la cocina.
  • ¿Dos senos?. A ver que soy Phillip, procura tener más cuidado con el lenguaje, muchacho.
  • "¿Y ahora qué he dicho yo?". Umm, esto .. sí, perdona.
  • No pasa nada. A ver entonces para que yo me centre. A finales de mes cómo quedará esto.
  • Pues verás, básicamente lo tendrás todo salvo un par de puertas y la chapuza.
  • Ah, bien si sólo es eso, pues nada. Ya a finales de mes hablamos.
  • Hasta finales de mes entonces.


Y aquí dejamos esto por ahora, a la espera de la conclusión (conclusión inconclusa que algunos ya conocen).

Un saludo, Domingo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya se acerca la hora de la gran chapuza :p. Estoy ansioso. Desde luego que para cuando este terminado espero que le crees un enlace especial con la historia entera para leerla de principio a fin. Se que podrás hacerlo, siempre has podido :D

Oli, discipulo y fiel seguidor de las correrias playeras aunque no obtengas de éllas el beneficio esperado

10:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La feria de málaga celebra la reconquista de la ciudad por parte de los reyes católicos, creo recordar ;)

besos

3:16 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home