La vuelta al cole
No sólo los niños vuelven al cole, también los treintañeros como yo. Hoy he tenido mi vuelta al cole particular. Por lo pronto volvía al horario de invierno, a las caravanas al entrar y salir del trabajo y a estar apuntado ... al comedor. Volvía también a darme cuenta de que más que nunca hay que seguir aprendiendo. Comentan algunos amigos que con la edad sus padres se han vuelto menos racionales, no consideran siquiera la posibilidad de poder estar equivocados y cada vez son más cerriles en sus planteamientos. Yo estoy personalmente de acuerdo, es posible que sea algo propio de la edad, no se nos mueren las neuronas porque sí y de alguna forma se tiene que notar.
Por otro lado comentan también los padres que ven ahora que estaban equivocados cuando pensaban que sus padres estaban equivocados. Es algo lógico si pensamos que es probablemente la misma enfermedad la que afectaba a nuestros abuelos, afecta ahora a nuestros padres y Dios mediante, nos afectará a nosotros en un futuro, a poder ser, muy lejano. En fin, sólo me resta desear que la formación matemática que ahora mismo me hace cuestionarme casi todo, sirva para paliar/retrasar los efectos de esos años que se encuentran mucho más cerca de lo que pensamos.
Pero no quería tirar por ese camino, al menos no todavía. Vamos a algo mucho más cercano, el día de hoy y la vuelta al cole. Hay que seguir aprendiendo en todos los órdenes de la vida y a ello nos disponemos. Hay que aprender con el método de Phil Collins/Tarzán: Aprendiendo a enseñar, enseñando aprenderás. Hay que intentar cosas nuevas o al menos cambiar ligeramente las que conocemos de forma que el año que viene por estas fechas podamos dar el tiempo como bien empleado.
Pensaba yo hoy que esta vuelta al cole es especial, que hacía ya varios años que no se producía de esta manera. Me refería en particular a irme un viernes con horario de verano y volver un lunes con horario de invierno. El año pasado empecé mis vacaciones justo cuando debía empezar el horario de invierno y volví después más a la dura realidad hecho a la idea. El año anterior no se produjo entrada a horario de invierno, sino a horario de tarde por la enfermedad de mi abuela. El año anterior ... el año anterior no tengo ni idea de cómo fue. Para qué vamos a engañarnos.
Por tanto, ésta era una vuelta al cole especial y a la vez efímera pues este viernes me iré de mini-vacaciones y volveré dos semanas después. Para entonces tendré ya que plantearme cómo voy a hacer para seguir avanzando en el piso sin hacer uso única y exclusivamente de los fines de semana. Con un poco de suerte, no será un misterio. Cogeré algo de ropa y pasaré algunos días a la semana allí.
En realidad, el piso, sempiterno, permanente y ubicuo piso viene a ser, o mejor dicho, será, la gran diferencia entre la vuelta al cole del año pasado y la de éste. Unos pocos e interesantes aprendizajes vitales en lo que probablemente hayan sido los momentos de más utilidad de este año, y muchas horas haciendo cosas útiles e inútiles en algo que como bien decía Sergio, se acaba convirtiendo en un hijo.
Y al final hablo poco de la vuelta al cole. Y quizás es porque no debe ser demasiado importante, porque se trata de trabajo al fin y al cabo y aunque el trabajo también ha sido una cierta fuente de aprendizajes en el último año, no deja de ser el medio para ganarse la vida, de perder la mayor parte de las horas de la semana y a veces, sólo a veces, de evadirte de los principales problemas de la vida. Bueno, hay gente que se evade de los problemas del trabajo en la vida, así que algo es algo.
No, si ya verás que, al final, la conclusión de esta entrada en el blog tan insustancial es que esto de volver al cole va a molar ;-).
Un saludo, Domingo.
Por otro lado comentan también los padres que ven ahora que estaban equivocados cuando pensaban que sus padres estaban equivocados. Es algo lógico si pensamos que es probablemente la misma enfermedad la que afectaba a nuestros abuelos, afecta ahora a nuestros padres y Dios mediante, nos afectará a nosotros en un futuro, a poder ser, muy lejano. En fin, sólo me resta desear que la formación matemática que ahora mismo me hace cuestionarme casi todo, sirva para paliar/retrasar los efectos de esos años que se encuentran mucho más cerca de lo que pensamos.
Pero no quería tirar por ese camino, al menos no todavía. Vamos a algo mucho más cercano, el día de hoy y la vuelta al cole. Hay que seguir aprendiendo en todos los órdenes de la vida y a ello nos disponemos. Hay que aprender con el método de Phil Collins/Tarzán: Aprendiendo a enseñar, enseñando aprenderás. Hay que intentar cosas nuevas o al menos cambiar ligeramente las que conocemos de forma que el año que viene por estas fechas podamos dar el tiempo como bien empleado.
Pensaba yo hoy que esta vuelta al cole es especial, que hacía ya varios años que no se producía de esta manera. Me refería en particular a irme un viernes con horario de verano y volver un lunes con horario de invierno. El año pasado empecé mis vacaciones justo cuando debía empezar el horario de invierno y volví después más a la dura realidad hecho a la idea. El año anterior no se produjo entrada a horario de invierno, sino a horario de tarde por la enfermedad de mi abuela. El año anterior ... el año anterior no tengo ni idea de cómo fue. Para qué vamos a engañarnos.
Por tanto, ésta era una vuelta al cole especial y a la vez efímera pues este viernes me iré de mini-vacaciones y volveré dos semanas después. Para entonces tendré ya que plantearme cómo voy a hacer para seguir avanzando en el piso sin hacer uso única y exclusivamente de los fines de semana. Con un poco de suerte, no será un misterio. Cogeré algo de ropa y pasaré algunos días a la semana allí.
En realidad, el piso, sempiterno, permanente y ubicuo piso viene a ser, o mejor dicho, será, la gran diferencia entre la vuelta al cole del año pasado y la de éste. Unos pocos e interesantes aprendizajes vitales en lo que probablemente hayan sido los momentos de más utilidad de este año, y muchas horas haciendo cosas útiles e inútiles en algo que como bien decía Sergio, se acaba convirtiendo en un hijo.
Y al final hablo poco de la vuelta al cole. Y quizás es porque no debe ser demasiado importante, porque se trata de trabajo al fin y al cabo y aunque el trabajo también ha sido una cierta fuente de aprendizajes en el último año, no deja de ser el medio para ganarse la vida, de perder la mayor parte de las horas de la semana y a veces, sólo a veces, de evadirte de los principales problemas de la vida. Bueno, hay gente que se evade de los problemas del trabajo en la vida, así que algo es algo.
No, si ya verás que, al final, la conclusión de esta entrada en el blog tan insustancial es que esto de volver al cole va a molar ;-).
Un saludo, Domingo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home