jueves, noviembre 30, 2006

The Pillars of the Earth, capítulo 1

A ver, en realidad es mitad relato, mitad adaptación del original de Ken Follet. El libro viene al pelo por la temática y por la variedad de personajes. Aquí yo hago de Phillip, no podía ser de otra forma. Dudo que otro personaje me venga mejor. Los otros dos personajes no sé muy bien, pero podrían ser esbirros mandados por Waleran Bigod (Por Dios) para retrasar la construcción de la misma y por último Tom o Jack no aparecen porque no hay presupuesto suficiente. Aliena, muy a mi pesar, tampoco lo hace.

Presupuesto primero:
  • Hola buenas maese albañil, necesito un presupuesto para la catedral. ¿Me lo puede proporcionar?.
  • Sí cómo no, a pesar de haber llegado tarde a nuestra cita y no haberte avisado, tranquilo que te paso el presupuesto. A ver cómo lo hacemos ... vale, se lo paso a mi cuñado, que lo escanee, lo convierta a pdf y te lo envíe.
  • Interesante, ¿se te ha ocurrido a ti el procedimiento?.
  • No, qué va, a mi cuñado.
  • Ahh, ya decía yo. "Tu conversación resulta más bien escasa. Menos mal que te quiero sólo para una obra y no para hablar contigo"
  • Vale, ya lo tengo. Me lo tengo que pensar. ¿Y cuándo dices que podrías empezar?
  • Pues dentro de dos meses.
  • Dos meses es demasiado, yo quisiera poder estar rezando en la catedral en verano.
  • Pues necesito tu confirmación porque mi me quieren en otra chapucilla y tal.
  • Correcto, pues mejor chapuceas a gusto.
Presupuesto segundo:
  • Hola maese arquitecto. Viene usted muy bien avalado por la propietaria de la catedral vecina.
  • Sí, yo la reformé y también reformé alguna otra de los alrededores. Ah y que sepas que no me gustan las chapuzas. Si vieras lo que le han hecho a unos vecinos míos ...
  • Perfecto, eso me gusta. Aunque sé que no te voy a contratar pues sin duda debes ser muy caro, dame un presupuesto a todo lujo para que sepa cuánto tendría que gastarme en la catedral.
  • Pues tendrías que gastarte mucho más de lo que quisieras, sin incluir el artesonado, claro está. Te paso el presupuesto vía correo electrónico usando la cuenta de mi hijo Ígor, ¿de acuerdo?.
  • Por supuesto, faltaría más. Ahh, aquí está, me acaba de llegar. Un presupuesto digno de una obra faraónica, sin lugar a dudas. ¿Y si quitamos las palmeras de la catedral?, yo es que tiendo más a la funcionalidad, la verdad.
  • Uff, quitando las palmeras, las pirámides y la arena se te queda en ... demasiado.
  • Vaya por Dios, pues nada, ya te llamaré.
  • Con ello cuento.
Presupuesto tercero:
  • Hola dúo dinámico. Sabed que sois mis preferidos desde el principio. No en vano os conozco desde que éramos pequeños. 30 años de conocimiento no es moco de pavo. Bueno, contadme. ¿Qué me ofrecéis?
  • Pues yo corto las piedras en la cantera, te hago los cimientos, levanto la catedral y la te la dejo lista para que llegue el pintor y mi hermano coloque el artesonado.
  • Y yo te diseño toda la bóveda y te forro de madera la sacristía y los confesionarios.
  • "Interesante, además es justo lo que necesito. Sin dudarlo esto resuelve mis problemas, gente de confianza a la que poder dejar sin supervisión (yo no podré estar aquí más que puntualmente para ver si necesitan algo) y encima son hermanos así que la comunicación será fluida." Pues muy bien, me habéis convencido, a ver esos presupuestos.
  • Éste es el mío.
  • Y éste el mío.
  • Ah, muy bien, muy bien. Pues hecho, podéis empezar a trabajar. A ver usted, maese albañil, reunámonos un momento para hablar de las condiciones de pago.
  • Sí, verá, con respecto a lo que hablamos antes, vamos a hacer unos ligeros cambios. éstos. ¿En cuánto afecta eso al presupuesto?.
  • A ver que lo revise con cuidado ... pues esto dejaría el presupuesto en 2090 monedas de plata.
  • Muy bien, 2100 para redondear. Bueno, yo le voy a dar 2200 monedas de plata y las cosillas que vayan saliendo, que saldrán, seguro que saldrán, las cogemos de ahí.
  • No, no es necesario, las cosillas que vayan saliendo se van haciendo, eso no es problema.
  • No, no, insisto. Prefiero que así sea.
  • De acuerdo, entonces el que no insiste soy yo.
Y he aquí cómo el buen Phillip contrató al albañil que había dado el presupuesto a ojímetro, en vez de a los otros dos que habían dado un presupuesto más profesional. Y he aquí que empezó la construcción de la catedral y con su inicio, acaba el final del capítulo 1.

Un saludo, Domingo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pues esta historia promete, lamentablemente ya se el final, pero aunque no lo supiera, no se porque me da la impresión de que aquí será Phillip y no Tom Builder quien acabe a los pies de los caballos ;)

Oli, Fan NumberOne de las correrías playeras

12:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

... pos nada, esperando impaciente el segundo capítulo...

6:32 p. m.  
Blogger Domingo said...

Hola a los dos. Mi intención es que sean cuatro ó cinco capítulos. No lo he pensado, pero creo que con el nivel de detalle que quiero, dará más o menos para eso.

Aunque debo confesar que en cierta forma me halaga y en otra cierta forma me fastidia que haya gente esperando, es como si no escribiera para mí. Pero bueno, creo que hace tiempo que no lo hago, o al menos no estrictamente.

Un saludo, Domingo.

11:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home