Narcicismo
No soy muy dado yo al narcisismo, más que nada porque está complicado que yo me mire en un espejo y me quede embelesado. Sin embargo, a veces pasa; y hoy me ha pasado :-D. Podría decirse que hoy, efectivamente, he vivido uno de esos escasos momentos narcisista que uno (yo) puede permitirse.
Esta tarde me acerqué a una tienda a descambiar un pantalón que me habían comprado y que no me quedaba precisamente bien. El caso es que como casi todos los pantalones, me quedaba fatal de las piernas. Por algún capricho del destino, quizás aumentado por otro llamado deporte, mis muslos parecen sobresalir tirando del pantalón hacia adelante y consiguiendo un efecto estético ... poco estético. Ha sido toda la vida así, por lo tanto, nada nuevo bajo el sol, nothing new under the sun, Nihil novum sub sole (Giovanni, ¿no era esta página una de tus asiduas?).
Bueno, yendo al grano, entré en el probador y me quité el pantalón que llevaba (momento erótico-festivo) y allí estaba yo en paños menores frente a un espejo de cuerpo entero :-O. Y lo peor de todo es que algo sobresalía de forma evidente ... no, no tranquilidad en las masas. Aunque las masas eran precisamente lo que sobresalía. No estoy yo muy acostumbrado a verme los bíceps femorales y cia. como la gente se podrá imaginar, y me encontré con la sorpresa de que aunque la semana pasada no pude salir a correr debido a los procesos higiénicos a los que estoy sometiendo al piso, ante mí ( y por tanto dentro de mí ) tenía unos muslos de un volumen considerable prestos para ir a cualquier campeonato de culturismo ... de la tercera edad. Pero bueno, que si pillan al Landis con unos muslos así ni le hacen control ni nada, lo largan del Tour por doparse :-D.
Ya estaba yo por tanto crecido, alabando los beneficios del deporte constante cuando vino el segundo gran momento narcisista de la tarde ... la talla del pantalón. El pantalón no me estaba mal, pero a pesar de todo insistí en probarme una talla menos, talla que resultó quedarme perfecta. Conclusión, subidón de adrenalina, se dispara la autoestima y uno piensa ... si es que estoy de bueno que reviento, sólo es cuestión de tiempo que 20 millones de españolas se den cuenta :-P.
Una vez conseguí serenar tal estado de euforia, pagué y me fui a ver lavadoras/secadoras y frigoríficos que esperemos algún día hagan falta en el piso, de hecho esperemos que decidan meterle mano a la cocina de una vez ;-). Mientras tanto, no podía dejar de pensar que la próxima vez que fuera a la tienda de ropa, iría a por una camisa y al quitarme la puesta mostraría al espejo las tabletas de chocolate :-P. Esto en realidad es mentira, me lo acabo de inventar, pero queda bien :-).
Pues eso, que me fui de tiendas dispuesto a no comprar casi nada, salvo las fotos que iba a revelar y ese aparatejo tan majo que quita los pelos de la nariz. Uppps, olviden eso, eso no debía haberlo escrito. Lo que ocurre es que lo voy a dejar porque por más que le doy con el Tippex no se borra :-). En fin, cumplí mi promesa, compré lo que tenía que comprar y nada más y volví presto a casa. En el camino me encontré con algo que no tiene nada que ver con esto del narcisismo, pero que no me puedo resistir a comentar.
Cuando salgo a correr paso al lado de un campo de fútbol municipal que han remodelado recientemente y lo han dotado de hierba artificial. Un letrero bien grande anuncia el coste, quince millones de euros, redondeando. Sin redondear algo así como 14.987.654 euros. Pues eso, quince millones de euros, dos mil quinientos millones de pesetas, de las nuevas pesetas, nuestra antigua moneda a la que es impropio llamar antiguas pesetas pues las antiguas son en realidad más antiguas que las nuevas y yo por ejemplo creo que no las conocí :-P.
Vamos el dinero que dicen que ha costado Van Nilstelrooy, el dinero que según creo dijeron que costó levantar el Martín Carpena (sin incluir las reformas tras las grietas que aparecieron a los 18 días de su apertura y que supuestamente pagó la constructora), el dinero que posiblemente haya costado remodelar la Rosaleda o hace algo más de tiempo, la mitad del Santiago Bernabéu. Me pareció excesivo para un campo, campito, de césped artificial y pensé que algún lumbrera todavía no pasaba bien de euros a pesetas y viceversa después de cuatro años y pico.
Sin embargo, hoy llegando a mi casa he vuelto a ver la misma cifra en otro campo, el que está en mi barriada. Cometer el error una vez pase, pero ya dos ... es casi tan excesivo como la cifra. Así que sólo me quedan tres alternativas. A saber:
Un saludo, Domingo.
Esta tarde me acerqué a una tienda a descambiar un pantalón que me habían comprado y que no me quedaba precisamente bien. El caso es que como casi todos los pantalones, me quedaba fatal de las piernas. Por algún capricho del destino, quizás aumentado por otro llamado deporte, mis muslos parecen sobresalir tirando del pantalón hacia adelante y consiguiendo un efecto estético ... poco estético. Ha sido toda la vida así, por lo tanto, nada nuevo bajo el sol, nothing new under the sun, Nihil novum sub sole (Giovanni, ¿no era esta página una de tus asiduas?).
Bueno, yendo al grano, entré en el probador y me quité el pantalón que llevaba (momento erótico-festivo) y allí estaba yo en paños menores frente a un espejo de cuerpo entero :-O. Y lo peor de todo es que algo sobresalía de forma evidente ... no, no tranquilidad en las masas. Aunque las masas eran precisamente lo que sobresalía. No estoy yo muy acostumbrado a verme los bíceps femorales y cia. como la gente se podrá imaginar, y me encontré con la sorpresa de que aunque la semana pasada no pude salir a correr debido a los procesos higiénicos a los que estoy sometiendo al piso, ante mí ( y por tanto dentro de mí ) tenía unos muslos de un volumen considerable prestos para ir a cualquier campeonato de culturismo ... de la tercera edad. Pero bueno, que si pillan al Landis con unos muslos así ni le hacen control ni nada, lo largan del Tour por doparse :-D.
Ya estaba yo por tanto crecido, alabando los beneficios del deporte constante cuando vino el segundo gran momento narcisista de la tarde ... la talla del pantalón. El pantalón no me estaba mal, pero a pesar de todo insistí en probarme una talla menos, talla que resultó quedarme perfecta. Conclusión, subidón de adrenalina, se dispara la autoestima y uno piensa ... si es que estoy de bueno que reviento, sólo es cuestión de tiempo que 20 millones de españolas se den cuenta :-P.
Una vez conseguí serenar tal estado de euforia, pagué y me fui a ver lavadoras/secadoras y frigoríficos que esperemos algún día hagan falta en el piso, de hecho esperemos que decidan meterle mano a la cocina de una vez ;-). Mientras tanto, no podía dejar de pensar que la próxima vez que fuera a la tienda de ropa, iría a por una camisa y al quitarme la puesta mostraría al espejo las tabletas de chocolate :-P. Esto en realidad es mentira, me lo acabo de inventar, pero queda bien :-).
Pues eso, que me fui de tiendas dispuesto a no comprar casi nada, salvo las fotos que iba a revelar y ese aparatejo tan majo que quita los pelos de la nariz. Uppps, olviden eso, eso no debía haberlo escrito. Lo que ocurre es que lo voy a dejar porque por más que le doy con el Tippex no se borra :-). En fin, cumplí mi promesa, compré lo que tenía que comprar y nada más y volví presto a casa. En el camino me encontré con algo que no tiene nada que ver con esto del narcisismo, pero que no me puedo resistir a comentar.
Cuando salgo a correr paso al lado de un campo de fútbol municipal que han remodelado recientemente y lo han dotado de hierba artificial. Un letrero bien grande anuncia el coste, quince millones de euros, redondeando. Sin redondear algo así como 14.987.654 euros. Pues eso, quince millones de euros, dos mil quinientos millones de pesetas, de las nuevas pesetas, nuestra antigua moneda a la que es impropio llamar antiguas pesetas pues las antiguas son en realidad más antiguas que las nuevas y yo por ejemplo creo que no las conocí :-P.
Vamos el dinero que dicen que ha costado Van Nilstelrooy, el dinero que según creo dijeron que costó levantar el Martín Carpena (sin incluir las reformas tras las grietas que aparecieron a los 18 días de su apertura y que supuestamente pagó la constructora), el dinero que posiblemente haya costado remodelar la Rosaleda o hace algo más de tiempo, la mitad del Santiago Bernabéu. Me pareció excesivo para un campo, campito, de césped artificial y pensé que algún lumbrera todavía no pasaba bien de euros a pesetas y viceversa después de cuatro años y pico.
Sin embargo, hoy llegando a mi casa he vuelto a ver la misma cifra en otro campo, el que está en mi barriada. Cometer el error una vez pase, pero ya dos ... es casi tan excesivo como la cifra. Así que sólo me quedan tres alternativas. A saber:
- El escándalo de Marbella se ha extendido a los campos de fútbol infantiles en Málaga.
- Los que ponen carteles de presupuestos en el ayuntamiento no se llevan muy bien con los números, ni tienen curiosidad por saber qué significan.
- El presupuesto es para todos los campos de fútbol de arena de Málaga. Será cuestión de ver cuántos hay, y a cuánto tocan por estadio.
Un saludo, Domingo.
2 Comments:
Un puntito de narcisismo nunca está de más, Domingo... después de todo, somos los héroes de la película en que se convierte nuestra vida, y el prota tiene que quererse a si mismo ¿no?... en cuanto a la web de aforismos, pues si, es una de mis habituales, ya lo sabes.... lástima que al ser lengua muerta no tengas demasiadas actualizaciones :D.... en fin, yo me quedo con la de:
Homo sum: humani nihil a me alienum puto
que creo que es la que mejor me va (aunque todo en su justa medida)
Un beso
Domingo!!! Tio bueno!!!! ;-))
El que es "narcisista" es tu hermano!! ;-))
Cuidate y suerte con los cambios!!!
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