Volvió el trabajo a destajo

Pues sí, llegaron las horas extras, las tan temidas horas extras. La vuelta de vacaciones ha sido como se presagiaba demoledora. Bueno, quizás me estoy pasando, pero vamos que el proyecto no está para tirar cohetes. Está todo manga por hombro y el cliente perdiendo la confianza y la paciencia a pasos agigantados. Tengo la impresión ( en parte por lo que comentan los jefes ) de que estamos ante nuestra última oportunidad de dar un cambio de rumbo, un giro de 180º y demostrar al cliente que sabemos hacer bien las cosas.

Salvando las distancias, ahora mismo el proyecto parece el Madrid en proceso de recomposición. Hasta ahora cada uno ha hecho la guerra por su lado ( no por nada, sino porque tenían 30 fuegos que apagar ) y poco a poco se ha intentado unificar esfuerzos aunque sin mucho éxito. Y además cuando la cosa se había controlado un poco, la gente con experiencia se ha ido/tenido que ir de vacaciones ya que todavía no lo había hecho. Y en ese punto entro yo, a un proyecto semi-desconocido para mí, con una tecnología semi-desconocida para mí, intentando por un lado que confíen en mí ( los programadores, el resto ya me conoce de sobra ) y en que las cosas que les digo son por un motivo en concreto y no porque sí. Algo se ha conseguido, al menos la gente con la que trabajo ya me pregunta las cosas de javascript (¿qué raro, no? :-D ).

Volviendo al tema de los 180º, ¿dónde entro yo?, pues yo vengo a ser algo así como el jovenzuelo que llega con su portátil a la zapatería a decirles cómo tienen que vender zapatos y cuántos tienen que tener de cada número. No es algo así, evidentemente, pero sí que parte de mi labor va a ser apoyar a la gente que estaba y está hasta arriba. Es decir, por un lado las labores típicas de mi puesto, y por otro ayudar a implantar algún sistema que nos ahorre quebraderos de cabeza. Los cambios básicamente se subdividen en dos:

1.- Los heredados de mi proyecto anterior donde al no tener estas prisas daba tiempo a hacer las cosas bien. Hay que entender que compensa perder 5 minutos para hacer las cosas bien porque si no el cliente te dirá que lo hagas de nuevo y encima estará cabreado. Y por supuesto, fundamental es que hay que entender las cosas que se pueden y las que no se pueden hacer, independientemente de que las hayas venido haciendo hasta ahora.
2.- Los heredados de la experiencia. De alguna forma tenemos que conseguir que la gente que ha entrado y se ha encontrado en tan irregular ambiente, empiece a hacer las cosas, no como ellos piensan que hay que hacerlas, sino como hay que hacerlas.

Resumiendo, que estamos en un momento de impás, que caminamos sobre el filo de la navaja, en el próximo par de semanas se nos presenta la ocasión de empezar a corregir las cosas y no podemos desaprovecharla ... o tendremos que echar horas, volver a sufrir la presión etc., pero ahora con un cliente cabreado, muy cabreado.

Un saludo, Domingo.