domingo, agosto 13, 2006

I feel good

I feel good ( uuuuuuuhhhh), I knew that I would (uuuuuuhhhh)

Pues sí, como la mítica canción, me siento bien. Ahora que he leído la letra, comprendo que él se sentía bien por otros motivos, pero bueno, todo llegará. El caso es que me siento bien, y probablemente no sea achacable a un único motivo, como casi todo en esta vida, por otra parte. Sé que hay multitud de problemas a mi alrededor, Galicia se quema (a pesar de que ahora mismo esté el Dépor ganando 2-1 al Milán en el Teresa Herrera), la ONU demuestra que no sirve para nada, e incluso obviando mi neutralidad (en el blog, que no de facto) política, diré que el gobierno demuestra que sirve para lo mismo que la ONU, o eso o por la noche refresca en el norte y se han encendido un brasero muy majo (evidentemente es una ironía que ya veo a Giovanni :-P).

Y a pesar de todo, me siento bien. Tan bien que ya he cambiado la foto, que por cierto era hora. Es más, he vuelto a poner otra foto sin barba, de ésas en las que parezco que tengo cara de pan cateto. Pero bueno, así es mi faz y no es plan de llevar perilla siempre (aunque ahora mismo me la acabe de dejar). La foto además es de hace menos de un mes, así que es relativamente fidedigna. Aunque es posible que mi cara ahora haya cambiado ligeramente, sobre todo porque sigo a ritmo lento pero seguro en pos de la conquista de mi mejor forma física/peso. A eso debemos sumarle el tono rojizo (no excesivamente rojizo) que tiene hoy mi piel, debido al partido de por la mañana, y ayudado por la playa de la tarde.

¡¡¡¡¡Sí!!!!!, por fin he ido este año a la playa, a pesar de tenerla a 5 minutos de la casa (que las obras tengan fecha de fin, aunque abierta, también ayuda al bienestar general). Allí pude constatar que se afianza la costumbre de la gente de lucir tatuajes, y de las chicas de lucir (o no, depende de los casos) top-lesss, o tangas de gusto peculiar. En particular había una chica que hubiera encajado mejor en una playa nudista; no en vano al salir del agua con el bañador mojado, no había mucha diferencia entre que lo llevara o no. Bueno... esto me lo han contado, claro está ;-).

A lo mejor la sesión playera ha influido en mi ánimo. Es posible. Hace poco escuché algo sobre los diferentes beneficios de la playa, no recuerdo si levantar el ánimo (en lo psicológico, que no en lo físico) era uno de ellos. Lo que sí estoy seguro de que ha influido es que de repente, ayer pensé en ella. Y realmente me alegré de que se cumpliera mi vaticinio acerca de que no iba a llamarme para quedar como prometió (o quizás simplemente dijo, hace ya tanto tiempo que no me acuerdo ;-D). También influye el ver que se amplía el círculo de amistades femenino, sin incluir todavía a las italianas de enfrente, aunque en cierta forma es una lástima que algunas se encuentren tan lejos físicamente (otras tan lejos emocionalmente :-P).

En particular hoy se ha unido una nueva al club. Estaba hablando con mi amigo el que se casó en Portugal, y en un momento dado comentó algo de su boda, creo que era acerca de la gran cantidad de enfermeros homosexuales que había, al menos en Lisboa. En particular uno, amigo suyo, y su pareja fueron a la boda. Yo la verdad es que no lo recordaba, pero sí aproveché para hablarle de una muchacha, aparentemente sin pareja, bajita pero bastante agraciada que me llamó mucho la atención. Él empezó a reírse y me empezó a glosar las bondades de la chica, chica a la cual precisamente andan las amigas buscando pareja. Total que se ve que debía haber superado mi ignorancia supina en cuanto a bailes latinos se refiere, para sacarla a bailar. No hubiera estado mal, la verdad. Al final él me ha dicho que se lo va a comentar a ella, y si ella no se muere de la vergüenza pues ¿quién sabe si no se habrá abierto una minipuerta al futuro?.

A ver, siendo serios, las probabilidades son quizás menores que ínfimas. Muy fuerte debía darme/darnos para irme a Lisboa, o que ella se viniera para aquí. Como la canción de Valenciaga, mucha magia debía derrocharse entre un beso de los dos, pero evidentemente no voy a ser yo quien se cierre una puerta, quién sabe también si el próximo proyecto en vez de ser con franceses en Málaga, es con portugueses y me mandan a Lisboa :-O. En cualquier caso, la enseñanza a sacar de esto es que en el momento menos pensado salta la liebre, que el más insignificante comentario puede desencadenar desde un ligero temblor de tierra, al terremoto más potente y que cualquier momento es bueno para conocer gente.

Resumiendo, no hay una causa lo suficientemente clara que explique el actual estado de ánimo. Ni siquiera que hasta ahora estemos capeando el temporal estival en el trabajo (sobre todo porque tenemos elementos clave que están de vacaciones). Pero casi mejor, así será también más difícil que se vaya del todo. Que se irá, por supuesto se irá en el momento de que me digan que no un par de veces, que pase la novedad de la casa y que los franceses nos manden un par de regalitos dedicados. Pero eso ya llegará, por ahora me quedaré con algo que yo he dicho pocas veces, Carpe Diem ... al menos un poquito.

Un saludo, Domingo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me alegra leerte de tan buen humor ;) A seguir así por mucho tiempo ;)
Besos de DQ

11:30 p. m.  

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