¿Con los pies en la tierra?
Esto podría referirse a los jugadores del Madrid y a su ex-presidente, pero también podría no referirse a ellos.
Hay veces en los que uno sueña, confundiendo ilusión y realidad. Hay veces en los que uno se ilusiona y sueña con una realidad onírica. Hay veces en los que uno es realista y sabe que los sueños son sólo ilusiones.
Siempre que uno se ilusiona y sueña, se pierde contacto con la realidad porque siempre la fría realidad resulta menos apetecible que la apetecible ilusión que por supuesto hemos construido a medida.
Siempre que uno es realista, se vuelve reticente a los sueños pues los sueños ... sueños son.
Siempre que uno sueña, acaba despertando y abriendo a los ojos a la realidad (no siempre físicamente). Se produce justo en ese momento un deslumbramiento por el platónico contraste entre ilusión y realidad. En ese momento, cuando uno se encuentra enceguecido, cuando uno está a medio camino entre ilusión y realidad, es cuando uno es más vulnerable a todo tipo de sentimientos, buenos y malos.
Conclusiones:
Las ilusiones, no son del todo malas. En el peor de los casos se vuelven un sano substituto del etanol del dipsómano, la hierba del porreta, el fútbol, la religión o el Mátrix de los demás(ojo, entiéndase bien lo de la religión y el fútbol ;-D). En el mejor de los casos nos insufla la energía extra que necesitamos para alcanzar nuestros sueños. Ya lo decía Eleanor Roosevelt "El futuro pertenece a aquéllos que creen en la belleza de sus sueños".
Las ilusiones, no son del todo buenas. La pérdida de contacto con la realidad conlleva implícitamente un riesgo de desilusión, de desengaño de "parada brusca" que diría un montañero.
¿La realidad?. Pues lo mismo pero al revés; algo que debería ser antitético y sin embargo no lo es.
Y por último, ¿los sueños?. Pues si son físicos no pasa nada pues al despertar, probablemente ni los recordemos. Si no son físicos ya entran en la categoría de las ilusiones y es aplicable todo lo anterior.
En cualquier caso, como casi todo, se trata de encontrar el equilibrio adecuado para nuestra persona y por encima de todo, disfrutar de lo bueno y aprender hasta de las piedras que ni se mueven con tal de no revelarnos su sabiduría. ¿Y en el ínterin mientras no se sabe si algo es bueno o malo, si saldrá bien o no saldrá, si estás en las nubes o con los pies en el suelo?. Pues en el ínterin es precisamente donde estamos.
Un saludo, Domingo.
Hay veces en los que uno sueña, confundiendo ilusión y realidad. Hay veces en los que uno se ilusiona y sueña con una realidad onírica. Hay veces en los que uno es realista y sabe que los sueños son sólo ilusiones.
Siempre que uno se ilusiona y sueña, se pierde contacto con la realidad porque siempre la fría realidad resulta menos apetecible que la apetecible ilusión que por supuesto hemos construido a medida.
Siempre que uno es realista, se vuelve reticente a los sueños pues los sueños ... sueños son.
Siempre que uno sueña, acaba despertando y abriendo a los ojos a la realidad (no siempre físicamente). Se produce justo en ese momento un deslumbramiento por el platónico contraste entre ilusión y realidad. En ese momento, cuando uno se encuentra enceguecido, cuando uno está a medio camino entre ilusión y realidad, es cuando uno es más vulnerable a todo tipo de sentimientos, buenos y malos.
Conclusiones:
Las ilusiones, no son del todo malas. En el peor de los casos se vuelven un sano substituto del etanol del dipsómano, la hierba del porreta, el fútbol, la religión o el Mátrix de los demás(ojo, entiéndase bien lo de la religión y el fútbol ;-D). En el mejor de los casos nos insufla la energía extra que necesitamos para alcanzar nuestros sueños. Ya lo decía Eleanor Roosevelt "El futuro pertenece a aquéllos que creen en la belleza de sus sueños".
Las ilusiones, no son del todo buenas. La pérdida de contacto con la realidad conlleva implícitamente un riesgo de desilusión, de desengaño de "parada brusca" que diría un montañero.
¿La realidad?. Pues lo mismo pero al revés; algo que debería ser antitético y sin embargo no lo es.
Y por último, ¿los sueños?. Pues si son físicos no pasa nada pues al despertar, probablemente ni los recordemos. Si no son físicos ya entran en la categoría de las ilusiones y es aplicable todo lo anterior.
En cualquier caso, como casi todo, se trata de encontrar el equilibrio adecuado para nuestra persona y por encima de todo, disfrutar de lo bueno y aprender hasta de las piedras que ni se mueven con tal de no revelarnos su sabiduría. ¿Y en el ínterin mientras no se sabe si algo es bueno o malo, si saldrá bien o no saldrá, si estás en las nubes o con los pies en el suelo?. Pues en el ínterin es precisamente donde estamos.
Un saludo, Domingo.
2 Comments:
Domingo,
Te veo demasiado metafísico, soñar nunca es malo si sueñas con metas alcanzables, ¿cuáles son?, pues en principio todas, no te andes ecrrando puertas y procura despegar un poco los pies del suelo, que racionalizar está muy bien, pero levantandos del suelo nos alejamos un poco del pestazo a culo que hay aqui abajo ;)
Un beso
Hay que soñar, Domingo. Y quien tema irse a las nubes, no tiene más que atarse con una cuerda a un lugar firme, para no subir demasiado.
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