domingo, diciembre 25, 2005

Donación, un no al hedonismo

No pretendo con estas líneas convencer a nadie. Por dos motivos, el primero es que las personas que las lean ya estarán convencidas, el segundo que la corriente hedonista es muy fuerte y la mayoría de las veces es estéril nadar contra ella. Habría incluso un tercero y es que no creo que muchas de esas personas vayan a tomarse el tiempo de leerlo. Sin embargo no podemos excusarnos en ello para no hacer nada. Y ése es el motivo que me impulsa a escribir esto. Empezaré llamando a las cosas por su nombre … poniendo la definición y rememorando aquellos viejos tiempos en que era estudiante de matemáticas. Para ello qué mejor que poner la definición de la Real Academia Española lengua.

Hedonismo.

(Del gr. δον, placer, e -ismo).

1. m. Doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida.

Altruismo.

(Del fr. altruisme).

1. m. Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio.

Bien, de esta segunda definición queda muy claro por qué al hecho físico de donar parte de nuestra sangre, lo llamamos “Donación Altruista”. Sólo matizaría una cosa y es que en nuestro caso el “aun a costa del propio” apenas puede aplicarse, más bien todo lo contrario. Al donar periódicamente nos estamos asegurando de que nos encontramos en perfecta salud. Como dijo un médico a un donante indeciso … “Si tienes cualquier problema en tu sangre, estás en el mejor sitio para descubrirlo y tratarlo”.

Entiendo que este ha sido el enfoque tradicional, el que yo mismo procuro seguir cuando hablo con amigos intentando que donen. Sin embargo hoy me propongo atacar a nuestros jóvenes, a su indolencia y remover alguna que otra conciencia.

Vivimos en una sociedad profundamente hedonista, y todos en mayor o menor medida participamos de ella. Y es algo bueno, que la vida son dos días, uno es hoy y otro mañana, que decía la canción. Pero eso no debe hacer que nos centremos únicamente en el famoso “Carpe Diem” y dejemos al resto de la sociedad y a nosotros mismos de lado.

Voy a ir al grano, hoy muchos jóvenes y jóvenas, fuman, beben, conducen sus motos, juegan a sus video consolas. La mayoría probablemente. Vidas egocéntricas, centradas en ellos mismos, en su placer. Podría estar mejor, pero tampoco está tan mal. Pero entre ellos también los hay que llevan esa forma de vida a sus extremos, y ya no se molestan en obtener placer de forma consciente, sino que se fuman unos porritos, o se emborrachan, o se toman un éxtasis o similar. Eso ya está peor ( a mi juicio por supuesto )

Cualquiera de estas cosas produce un placer absolutamente irreal, placer que toma lugar sólo cuando empiezan a no ser plenamente conscientes de sus actos, ya sea flotando en una nube, ya sea porque sienten la confianza que no tendrían en otra circunstancia, ya sea porque se apodera de ellos una energía irrefrenable con la que podrían conquistar el mundo. Todo muy bonito … pero irreal. Los jóvenes y no tan jóvenes entenderán lo que digo cuando digo que eso “sólo es Matrix”.

Y frente a ello estamos nosotros, donantes de sangre proporcionando una alternativa diferente, al igual que Spiderman, estiramos el brazo, enseñamos la vena y salvamos una vida. Él lo hace más a menudo, sí, pero lo pone todo perdido de telas de araña :-D. Ya hablando en serio, yo al menos, cuando dono sangre, salgo con la cabeza muy alta y henchido de orgullo. Mi sangre servirá para salvar otra vida, o para que otra persona viva algo mejor de lo que estaba haciéndolo hasta ahora.

Es un placer inconfundible, quizás no tan relajante como el que se fuma un porro, o tan revitalizante como el que se toma una pastilla, pero mil veces más real. Es más, puede que tú mañana te hayas olvidado de ello, puede que la persona que salvó tu vida gracias a tu sangre mañana se olvide de ello … pero tú has salvado una vida … otra vida más … otra muesca más en tu carné de donante, el 4 de abril de 2005, Sangre total, 600 ml.

Para despedirme y como conclusión, animo a todos los donantes a sumar y seguir, y a todos los que se hayan podido sentir aludidos e incómodos, a “salir de Matrix” y que sepáis para salir de este Matrix, no hace falta tomar pastillas rojas ;-).

Un saludo muy especial a las gotas de oro y brillante, las únicas que nunca colmarán el vaso,

Domingo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me ha costado bastante entrar en tú página, pero ha valido la pena para leer la última entrada. Me encantaría donar sangre y lo haría con mil amores. Lo he intentado varias veces y no puedo superar el pánico que le tengo a las agujas y a los pinchazos.
Pero tienes razón, muchos jóvenes creen que les puede producir placer algunas formas diversión. No hay nada más placentero que saber que has dado algo de tí a alguien que lo necesite.
Muy profundo esta entrada.
" Donar sangre, es donar vida".
Lucía,

7:28 p. m.  
Blogger Vicente Torres said...

Domingo:
Tengo la medalla de oro de los donantes de sangre.
saludos

7:50 p. m.  
Blogger Domingo said...

Lucía, no sé qué recomendarte para superar esa fobia a las agujas. Quizás preguntar a los que con tanta destreza la usan, lo mismo conocen casos de gente que han conseguido superarlo.

Vicente, ¡¡enhorabuena!!. Sinceramente, no sé si habrá mucha gente a la que yo haya podido convencer. Desde luego nadie de los que yo haya convencido debe tener la medalla de oro. Pero en cualquier caso no podemos cejar en el esfuerzo.

Un saludo, Domingo.

9:16 p. m.  

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