jueves, diciembre 08, 2005

Un folio en blanco

Ésta es una de esas veces que escribes ... que escribes que no tienes nada que escribir. Pero a pesar de todo escribes. ¿Por qué?. Pues en mi caso porque hoy he salido del trabajo a mi hora. Sí, ya sé que es el día de la Inmaculada, pero cambié, o me cambiaron el día de fiesta por hacer puente el lunes. La verdad es que eso es lo de menos; lo importante es que hoy he salido del trabajo a mi hora. Como quiera que llevaba unos días, por no decir semanas que no lo hacía, hoy me siento en la obligación de sentarme ante el folio en blanco, aprovechar el tiempo y escribir algo. Y en eso estamos.

Hasta ahora no es que me las haya arreglado mal, he rellenado un párrafo acudiendo al tópico del trabajo, últimamente tema monotemático. Quizás no monotemático, pero seguro que tema sí que es. Y en este momento me quedo en blanco ... o al menos me quedo indeciso. Indeciso porque se me ocurren un par de caminos por los que seguir la disertación. O mejor dicho, un par de formas de acabar la disertación y pasar a otra cosa mariposa. Y en eso estamos.

Indeciso me hallo,
Indeciso cual caballo,
Ante zanahoria y eneldo
Y deliciosa lechuga.
Vacila el famélico jamelgo,
Y desfallece por la duda.

Indeciso a causa de la escritura,
Que al diario he de adjuntar.
Quién tuviera mini-bar,
para mini-ahogar esta locura,
de hortalizas y caballos,
y de eneldo en rama y tallo.

Bueno, pues al final ganó la rima. Dudaba si escribir un relato corto, como he visto hacer en otros sitios, sobre todo los que no sólo tienen ideas, sino además estilo para hacerlo. Dudaba si escribir una rima como la que espero escribir para felicitar estas navidades a los seres electrónicamente queridos. Afortunadamente, al contrario que el caballo de la fábula, yo sí he conseguido decidirme y he pensado que cuando escriba la rima, que Dios me coja entrenado.

Buenas noches.

Un saludo, Domingo.