A brand new life
Creo que este año he empezado pronto. O será que me estoy contagiando del espíritu navideño televisivo/callejero. Cada año parece que empieza antes la parafernalia asociada a esta época. No sé si "El Corte Inglés" tendrá ya la decoración navideña; entiendo que sí ya que quiero recordar que eran ellos los que marcaban cuándo era Navidad y cuándo no :-D. Últimamente les ayudan también los anuncios de juguetes y los adornos navideños que son visibles por las calles (sobre todo de noche, qué contradicción, ¿no?).
Bueno, a lo que íbamos. Estos años atrás había tomado la costumbre de proponerme cosas para el año siguiente e intentar conseguirlas. Mi ritmo no era malo, siempre me proponía dos o tres cosas y lograba al menos una, que creo que es más de lo que consigue el españolito medio.
Hace dos o tres años me propuse perder peso y ocho meses y digamos que 240 horas corriendo después ( una al día ), lo conseguí. Había perdido entre 15 y 20 kilos, un punto importante y lo más importante de todo, no dejé que la pereza, la desidia o el cansancio le ganaran la batalla a mi fuerza de voluntad (ya tengo excusa para que le ganen la batalla durante mucho tiempo ;-)).
El año pasado me propuse comprarme una casa. Y bueno, varios meses y muchos millones después lo conseguí. Jejeje, resulta gracioso, recuerdo ahora uno de mis "objetivos" en la vida. Cuando tenía 20 años, me propuse como meta (sabía que sería irrealizable) no tener que depender de nadie, no tener que pedir ningún préstamo en la vida. El objetivo no se cumplió, por supuesto, y tardé poco en no cumplirlo. Con 25 años pedí un préstamo para pagar el coche, cachis ... y eso no auguraba nada bueno para el futuro. Si algo tan "barato" como un coche requería de un préstamo, qué no iba a requerir "toda una casa". Y eso era cuando los pisos sólo llevaban un par de años subiendo.
¿Y para este año?. Pues no sé, no sé qué me propondré para este año. Por lo pronto creo que declinaré el proponerme encontrar pareja, el gran fracaso de los últimos años. Imagino que es una forma de proponérselo sin proponérselo, una forma de psicología inversa con el destino (si es que existe algo así). Así que por ahora no me he propuesto nada. Quizás cuando sepa los resultados de mi prueba de inglés me proponga estudiar francés. Aprovecharía que el proyecto actual es precisamente con Francia para ver si puede salir algo positivo de ahí.
En cualquier caso es hasta cierto punto comprensible que no sepa qué proponerme. Ahora mismo me encuentro en una etapa de transición, no sé si de definición de una "brand new life". Al igual que semanalmente voy al piso y paso unas horas espátula en mano despellejando techos y paredes, al igual que empiezo a imaginar qué podría hacer con esos pedazos de albañilería que tan caros me han costado, al igual que se empiezan a reformar mis responsabilidades en el trabajo, al igual que todo eso, se empieza a reformar mi vida. Algunas cosas las hago de forma consciente, otras de forma inconsciente. Algunas requieren más decisión que otras, algunas duelen más que otras.
Salvando las distancias, esto me recuerda la preciosa canción de Rosana, "Aquel corazón"
http://www.letrascanciones.org/rosana-arbelo/magia/aquel-corazon.php
Podemos sustituir los sentimientos de los que habla Rosana por otros más prosaicos, pero a pesar de todo muy importantes. Bueno, iba a contar lo que casi siempre cuento, pero dentro de unos días tendría a Giovanni comentando lo que él casi siempre comenta cuando yo escribo lo que casi siempre escribo. Pues eso, que con un poco de imaginación no es difícil cambiar la canción de Rosana y ver identificadas a aquellas personas que cuando vas a mandar un correo y ves la lista de personas disponibles dices ... ¿pero todavía l@ tengo por aquí?, tendría que borrarl@. Y de ésos hay muchos, y de muy variados motivos que no vienen al caso.
Y entonces (este año), voy y doy rienda suelta a mis deseos de reestructuración, de reubicación. Quizás sea porque el próximo cumplo 30, quizás porque éste he cumplido 29. ¿Quién sabe?. Yo no lo sé y la verdad, tampoco me importa. Lo importante es que algo ha cambiado , y los cambios tangibles de esta reforma son por ejemplo, que gente que ya había salido de mi vida lo ha hecho también de mi lista de contactos de correo o de la lista de blogs que leía. No han sido borrados sino archivados en un "histórico" que recuerda que esa persona estuvo allí. Con una influencia positiva, una negativa o sin influencia. En la mayoría de los casos, sin influencia. Vamos, que se puede decir que estoy en proceso de reforma de la definición de "amistad", quizás para adaptarla un poco más a la que tiene Giovanni.
Y volviendo por enésima vez al tema del título, al final lo que cuenta es que he hecho limpieza y me estoy, en cierta forma, redefiniendo. Este año entre otras cosas no tendré que usar varias cuentas de correo para felicitar a toda mi lista de contactos. Este año usaré más la "felicitación on demand" que ocurre cuando una de esas personas que has quitado de la lista te coge y te felicita, aparentemente sólo para hacerte sentir culpable. En ese caso reenviaré la felicitación navideña "para todo quisqui" y tan contentos.
Aunque bueno, todavía quedan un par de semanas al menos para que esto ocurra y hasta entonces ¿quién sabe lo que pasará?. Lo mismo tengo que retractarme y usar todas mis cuentas de correo para felicitar. Sin embargo algo me dice que no será así. Y al menos, este año, no me importa. Estoy en un proceso de búsqueda, me estoy buscando y quién sabe con lo que me encontraré cuando me encuentre, y si me reconoceré si consigo encontrarme :-).
Un saludo, Domingo.
Bueno, a lo que íbamos. Estos años atrás había tomado la costumbre de proponerme cosas para el año siguiente e intentar conseguirlas. Mi ritmo no era malo, siempre me proponía dos o tres cosas y lograba al menos una, que creo que es más de lo que consigue el españolito medio.
Hace dos o tres años me propuse perder peso y ocho meses y digamos que 240 horas corriendo después ( una al día ), lo conseguí. Había perdido entre 15 y 20 kilos, un punto importante y lo más importante de todo, no dejé que la pereza, la desidia o el cansancio le ganaran la batalla a mi fuerza de voluntad (ya tengo excusa para que le ganen la batalla durante mucho tiempo ;-)).
El año pasado me propuse comprarme una casa. Y bueno, varios meses y muchos millones después lo conseguí. Jejeje, resulta gracioso, recuerdo ahora uno de mis "objetivos" en la vida. Cuando tenía 20 años, me propuse como meta (sabía que sería irrealizable) no tener que depender de nadie, no tener que pedir ningún préstamo en la vida. El objetivo no se cumplió, por supuesto, y tardé poco en no cumplirlo. Con 25 años pedí un préstamo para pagar el coche, cachis ... y eso no auguraba nada bueno para el futuro. Si algo tan "barato" como un coche requería de un préstamo, qué no iba a requerir "toda una casa". Y eso era cuando los pisos sólo llevaban un par de años subiendo.
¿Y para este año?. Pues no sé, no sé qué me propondré para este año. Por lo pronto creo que declinaré el proponerme encontrar pareja, el gran fracaso de los últimos años. Imagino que es una forma de proponérselo sin proponérselo, una forma de psicología inversa con el destino (si es que existe algo así). Así que por ahora no me he propuesto nada. Quizás cuando sepa los resultados de mi prueba de inglés me proponga estudiar francés. Aprovecharía que el proyecto actual es precisamente con Francia para ver si puede salir algo positivo de ahí.
En cualquier caso es hasta cierto punto comprensible que no sepa qué proponerme. Ahora mismo me encuentro en una etapa de transición, no sé si de definición de una "brand new life". Al igual que semanalmente voy al piso y paso unas horas espátula en mano despellejando techos y paredes, al igual que empiezo a imaginar qué podría hacer con esos pedazos de albañilería que tan caros me han costado, al igual que se empiezan a reformar mis responsabilidades en el trabajo, al igual que todo eso, se empieza a reformar mi vida. Algunas cosas las hago de forma consciente, otras de forma inconsciente. Algunas requieren más decisión que otras, algunas duelen más que otras.
Salvando las distancias, esto me recuerda la preciosa canción de Rosana, "Aquel corazón"
http://www.letrascanciones.org/rosana-arbelo/magia/aquel-corazon.php
Podemos sustituir los sentimientos de los que habla Rosana por otros más prosaicos, pero a pesar de todo muy importantes. Bueno, iba a contar lo que casi siempre cuento, pero dentro de unos días tendría a Giovanni comentando lo que él casi siempre comenta cuando yo escribo lo que casi siempre escribo. Pues eso, que con un poco de imaginación no es difícil cambiar la canción de Rosana y ver identificadas a aquellas personas que cuando vas a mandar un correo y ves la lista de personas disponibles dices ... ¿pero todavía l@ tengo por aquí?, tendría que borrarl@. Y de ésos hay muchos, y de muy variados motivos que no vienen al caso.
Y entonces (este año), voy y doy rienda suelta a mis deseos de reestructuración, de reubicación. Quizás sea porque el próximo cumplo 30, quizás porque éste he cumplido 29. ¿Quién sabe?. Yo no lo sé y la verdad, tampoco me importa. Lo importante es que algo ha cambiado , y los cambios tangibles de esta reforma son por ejemplo, que gente que ya había salido de mi vida lo ha hecho también de mi lista de contactos de correo o de la lista de blogs que leía. No han sido borrados sino archivados en un "histórico" que recuerda que esa persona estuvo allí. Con una influencia positiva, una negativa o sin influencia. En la mayoría de los casos, sin influencia. Vamos, que se puede decir que estoy en proceso de reforma de la definición de "amistad", quizás para adaptarla un poco más a la que tiene Giovanni.
Y volviendo por enésima vez al tema del título, al final lo que cuenta es que he hecho limpieza y me estoy, en cierta forma, redefiniendo. Este año entre otras cosas no tendré que usar varias cuentas de correo para felicitar a toda mi lista de contactos. Este año usaré más la "felicitación on demand" que ocurre cuando una de esas personas que has quitado de la lista te coge y te felicita, aparentemente sólo para hacerte sentir culpable. En ese caso reenviaré la felicitación navideña "para todo quisqui" y tan contentos.
Aunque bueno, todavía quedan un par de semanas al menos para que esto ocurra y hasta entonces ¿quién sabe lo que pasará?. Lo mismo tengo que retractarme y usar todas mis cuentas de correo para felicitar. Sin embargo algo me dice que no será así. Y al menos, este año, no me importa. Estoy en un proceso de búsqueda, me estoy buscando y quién sabe con lo que me encontraré cuando me encuentre, y si me reconoceré si consigo encontrarme :-).
Un saludo, Domingo.
posted by Domingo at 12/04/2005 06:16:00 p. m.
3 Comments:
No te propongas buscar pareja. Esas cosas han de llegar solas.
Gracias Vicente,
Lo tendré en cuenta. Además, yo me conformo con poca cosa. Con que sea guapa inteligente, buena persona y millonaria, sólo con eso ya me llena :-D.
Un saludo, Domingo.
A veces es reconfortante saber que cosas que te pasan o que sientes les ocurre a otros de forma parecida a ti, y aunque puedo equivocarme, creo comprender algunas de las cosas de dices. Al fin y al cabo, yo también me he comprado una casa, también estoy en esa fase de transición (transción ya larga) y también tengo alguna que otra herida por ahí a la que le cuesta demasiado cicatrizar. Y es que como la varicela, hay cosas que cuando más tarde te pasan, más cuesta superarlo.
Pero bueno, que me estoy pareciendo a Domingo con tantas vueltas, la cuestión es que por un lado estoy deacuerdo en que no se debe buscar pareja, pero si creo que hay que ser proactivos ;), y si creo que puede importar mucho la predisposición y otras cosas que tenemos por dentro y que nos hacen estar más o menos receptivos a lo que pueda pasar, y cosas más externas, de pura fachada, que también tienen su importancia, al menos en mi opinión. Hasta podría ser un propósito aunque pequeño, de estos de nuevo año ;).
En fin, como siempre digo, no me hagáis caso, y además, ¿a ver con quien me voy a ir en bici si te echas pareja? :P. No contestes, ya lo hago yo, que me busque una pareja ;).
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