miércoles, noviembre 30, 2005

El tiempo

El tiempo, ése que pasa, que pasa de nosotros cuando somos jóvenes, y pasa de pasar cuando no lo somos. ¿Y qué pasa? pues que pasa, siempre pasa. Y es verano, y coge una uva y la hace pasa, coge una pasa, la moja en ron y hace un helado. Helado me he quedado, un helado de pasas, de pasas y ron !qué pasada¡. Y ¿qué pasa? pues que pasa, o que paso, que paso al invierno, que paso del helado, de quedarme helado y sobre todo del ron. Pues eso que paso, que paso a paso, copa a copa del cosaco, llegamos nosotros al ocaso, casi sin caso acaso.

Tendréis que perdonar lo anterior, pero no he podido resistirlo. He intentado jugar con los sonidos y las palabras con un único objetivo, hablar del tiempo, pero del tiempo casi como magnitud física diría yo. Quería haber escrito esto el domingo por la noche, que fue cuando se me ocurrió, o mejor dicho, cuando me ocurrió, pero decidí dormir porque el lunes trabajaba. Hoy he decidido que mañana también trabajo, pero voy a permitirme escribirlo.

Pondré en antecedentes. Había visitado yo el blog de Lucía, quien por fin se había animado a escribir, y encontré la siguiente frase "Hay veces que el movimiento, es la imagen eterna del tiempo". Pensé entonces en la imagen del tiempo como un río. Es una imagen que me viene por un lado de "Las puertas de Anubis", un muy buen libro para los que nos gustan estas cosas de los viajes en el tiempo, ver cambios coherentes y lógicos cuando se cambian cosas en el pasado etc. Por otro lado de "Más Platón y menos Prozac". No recuerdo quién, pero probablemente alguna corriente filosófica oriental planteaba el tiempo como un río en movimiento. Si te bañas en él, el agua que ahora te toca, no volverá a tocarte nunca.

Pero esto del tiempo como un río, no era sino una nueva ocasión para pensar del tiempo en una forma física. Ya lo había hecho durante la semana anterior, y en dos ocasiones para ser exactos. En dos ocasiones que yo recuerde.

En una de ellas, estaba tomando una curva cuando volvía para mi casa y visualicé mentalmente la trayectoria que seguiría mi coche un segundo después. Era en cierta forma como los juegos de carreras en los que para intentar batir tu propio tiempo, vas corriendo contra tu sombra que no es más que lo que hiciste con tu coche en la vuelta anterior. Si tu sombra iba delante, podías ver su trazada y corregir los errores para recortar el tiempo. Si alguien se lo pregunta, la respuesta es no, no sé el nombre del juego, porque entre otras cosas, no suelo jugar. Bueno, pues algo así me imaginé yo cuando iba conduciendo, eso sí, sin adelantar a "mi sombra".

La segunda fue muy parecida, pero en realidad yo iba rodeando un parquecito que en otra ocasión hubiera cruzado, pero no aquella noche. Aquella noche llovía y no quería meterme en aguas cenagosas. Y de igual forma me visualicé a mí mismo cruzando por el barro y llegando al otro lado un segundo antes de lo que lo hacía yo por la acera. Eso sí mi "sombra" tenía los zapatos hechos una pena.

Y todo esto, acaba el domingo cuando a la vuelta de llevar a mi abuela, cuando tomo la curva, me acuerdo de la vez anterior cuando imaginé mi "coche sombra", y me dije que parecía un Dèja vu o como se escriba. Me dije también que sería curioso llegar a mi casa, aparcar y tener que cruzar de nuevo el parquecito. Y dicho y hecho, mira que siempre es difícil encontrar aparcamiento, pues nada aquella vez había en frente del parquecito, así que tocó cruzarlo. Pero aquella vez ya no llovía, así que esta vez yo lo crucé y dejé a mi "sombra" ir por la acera, con el resultado de que llegó al menos un segundo más tarde que yo. Yeeeepiiiiieeee!!!!

Y es que el tiempo tiene sus cosas. Es un gran maestro que se mata a sus alumnos, ya lo dice el refrán. Es el gran Dios Cronos, padre de Zeus y Hera que se comía a sus hijos (Zeus se le atragantó un poco según parece) ... ya lo dice la mitología griega. El tiempo da y quita razones, pone a todos en su lugar, cierra las heridas, lo cura todo, el tiempo es ... el tiempo ... el tiempo ... el tiempo ...

Un saludo, Domingo.
P.D. Hoy he tenido otro Dèja vu que quizás explique otro día.

1 Comments:

Blogger La bailarina descalza said...

Qué juego de palabras tan bien logrado en tu primer párrafo. Muy expresado.
Rectifico: "El movimiento siempre es la imagen eterna del tiempo"

Saludos, Lucía.

4:21 p. m.  

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