Me pierdo el mundial
Pues sí, tiene toda la pinta. Una lesión a última hora puede hacer que me pierda el mundial. Con toda la ilusión que había depositado yo en él ... estaba casi seguro de que Luis me llamaría para ir a jugar. Pero no, una lesión en el momento más inoportuno, cuando mejor estaba jugando, más atrevidas eran mis jugadas, más impredecibles mis pases de gol, me aleja de Alemania.
Pasó hará un mes, jugamos un vibrante partido cuatro contra cuatro y llegando el final iba notando una molestia en la rodilla que achaqué a no haber tenido la rodillera bien puesta. Acabó el partido, cogí mi bici y vuelta a casa. En casa la molestia se convirtió en dolor, un dolor parecido otros dolores pasados y que habían remitido al día siguiente o a los dos días. Esa noche, de hecho, me invitaron a ir al cine. Creo que iban a ver Crash. Yo decliné la invitación con la excusa de querer aprovechar para descansar y dar reposo a la maltrecha rodilla. Al día siguiente seguía cojeando.
Y seguí cojeando varios días más. Al finalizar esa semana ya no cojeaba, pero el dolor tampoco desaparecía. Observé con cierto alivio que el sábado siguiente estaba lloviendo a mares y no tuve que arriesgar una rápida reaparición que pusiera todavía más en evidencia el lento proceso de recuperación. Pasó una segunda semana y todavía me dolía, estaba casi convencido de que el problema iba a ser el menisco, que a causa del terreno tan duro en el que jugamos, había acabado hecho pedazos, dos pedazos para ser exacto.
A partir de la tercera semana sí noté más alivio. Antes me dolía al subir y bajar escaleras y me molestaba al andar. Entonces sólo me molestaba al subir y bajar escaleras y no al andar. Ahí descarté el menisco hecho cisco y me decanté por el ligamento hecho un lamento. He consultado a todos los especialistas y todos dicen lo mismo, si no voy a la consulta no pueden saber qué es lo que tengo. Y es que ahora le dan el título a cualquiera. A ver si le pregunto al doctor Gregory House, me pondrá a parir pero por lo menos acierta seguro :-).
En fin, pues eso que Alemania se aleja. Antes de la lesión me planteaba sacar un vuelo de éstos de bajo coste para ir a echarle un vistazo a las instalaciones de la selección española durante mis vacaciones de Semana Santa. Después de la lesión espero a ver si la rodilla se fortalece un poquito más de cara a las pruebas que tendrán lugar la semana que viene. ¿Qué pruebas?. Pues la más dura consiste en recibir un camión cargado de cajas cargadas de suelos y azulejos y subirlo todo (menos el camión, se entiende) al tercer piso. El primero que suba dos palés un piso por las escaleras, los meta en el ascensor, suba tres pisos, y los meta repartidos por cocina y salón gana. La victoria está asegurada, mi rodilla es la única que tiene posibilidades serias de derrota.
En fin, todo sea por llegar al mundial y que todo el mundo me vea por TDT. Por otro lado, si tardo en recuperarme, es más probable que la gente me vea pues ya se nota el mes de descanso en la flaccidez de las carnes. Creo que tengo que ponerme a dieta. También tendría que apuntarme a un gimnasio. Todo sea por el mundial :-).
Ahora que lo pienso ... aquel que lea esto ya sabía que algo pasaba. Entre otras cosas porque si estoy un sábado por la mañana aquí tecleando furiosamente en vez de arrastrándome por esos campos de asfalto es que algo pasa. Bueno, es cierto que podía haber ido a jugar de portero, pero no sé si estar dos horas de pie es lo que el ligamento necesita. A ver si lo averiguo y si lo hago, os lo cuento.
Un saludo, Domingo.
Pasó hará un mes, jugamos un vibrante partido cuatro contra cuatro y llegando el final iba notando una molestia en la rodilla que achaqué a no haber tenido la rodillera bien puesta. Acabó el partido, cogí mi bici y vuelta a casa. En casa la molestia se convirtió en dolor, un dolor parecido otros dolores pasados y que habían remitido al día siguiente o a los dos días. Esa noche, de hecho, me invitaron a ir al cine. Creo que iban a ver Crash. Yo decliné la invitación con la excusa de querer aprovechar para descansar y dar reposo a la maltrecha rodilla. Al día siguiente seguía cojeando.
Y seguí cojeando varios días más. Al finalizar esa semana ya no cojeaba, pero el dolor tampoco desaparecía. Observé con cierto alivio que el sábado siguiente estaba lloviendo a mares y no tuve que arriesgar una rápida reaparición que pusiera todavía más en evidencia el lento proceso de recuperación. Pasó una segunda semana y todavía me dolía, estaba casi convencido de que el problema iba a ser el menisco, que a causa del terreno tan duro en el que jugamos, había acabado hecho pedazos, dos pedazos para ser exacto.
A partir de la tercera semana sí noté más alivio. Antes me dolía al subir y bajar escaleras y me molestaba al andar. Entonces sólo me molestaba al subir y bajar escaleras y no al andar. Ahí descarté el menisco hecho cisco y me decanté por el ligamento hecho un lamento. He consultado a todos los especialistas y todos dicen lo mismo, si no voy a la consulta no pueden saber qué es lo que tengo. Y es que ahora le dan el título a cualquiera. A ver si le pregunto al doctor Gregory House, me pondrá a parir pero por lo menos acierta seguro :-).
En fin, pues eso que Alemania se aleja. Antes de la lesión me planteaba sacar un vuelo de éstos de bajo coste para ir a echarle un vistazo a las instalaciones de la selección española durante mis vacaciones de Semana Santa. Después de la lesión espero a ver si la rodilla se fortalece un poquito más de cara a las pruebas que tendrán lugar la semana que viene. ¿Qué pruebas?. Pues la más dura consiste en recibir un camión cargado de cajas cargadas de suelos y azulejos y subirlo todo (menos el camión, se entiende) al tercer piso. El primero que suba dos palés un piso por las escaleras, los meta en el ascensor, suba tres pisos, y los meta repartidos por cocina y salón gana. La victoria está asegurada, mi rodilla es la única que tiene posibilidades serias de derrota.
En fin, todo sea por llegar al mundial y que todo el mundo me vea por TDT. Por otro lado, si tardo en recuperarme, es más probable que la gente me vea pues ya se nota el mes de descanso en la flaccidez de las carnes. Creo que tengo que ponerme a dieta. También tendría que apuntarme a un gimnasio. Todo sea por el mundial :-).
Ahora que lo pienso ... aquel que lea esto ya sabía que algo pasaba. Entre otras cosas porque si estoy un sábado por la mañana aquí tecleando furiosamente en vez de arrastrándome por esos campos de asfalto es que algo pasa. Bueno, es cierto que podía haber ido a jugar de portero, pero no sé si estar dos horas de pie es lo que el ligamento necesita. A ver si lo averiguo y si lo hago, os lo cuento.
Un saludo, Domingo.
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