Sobre nada en particular
Ayer por la mañana, mi coche rumbo al trabajo y se mentalizó para soportar la ya visible caravana. Se incorporó a la autovía, como hace todos los días, y nada más entrar puso el intermitente para pegarse al carril de la izquierda y aguantar estoicamente la caravana desde el principio, en vez de apurar hasta el final y aprovecharse de algún imbécil sin aprovechar hasta el último metro como hacen los listos (no entremos en debates estériles entre si además son o no inteligentes).
Como quiera que la caravana tenía por aquel entonces el ánimo subido, mi coche se quedó en tierra de nadie, dificultando pero no obstaculizando la circulación; bastaba con dar un pequeño giro al volate y sobrepasarlo por la derecha. La cercanía del carril de aceleración facilitaba la obra. Bueno, al menos debía facilitarla a todos menos a una chica que se encontraba justo detrás de mí. A través del espejo yo juzgaba que ella tenía una distancia prudencial para hacerlo, pero no se terminaba de decidir. Pareciera que quisiera incorporarse también a la fila de la cola. Reconocí a la chica, una jovencita que vive por mi barrio, dueña de unos senos propios de una antigua ama de leche o alma mater, por lo de nutricia, claro está. La verdad es que no es para tanto, he exagerado, pero sí es cierto que destacan y ella como cualquier mujer saca provecho de ello.
Esta chica era una niña hasta hace poco y ahora tiene cara de joven así que debe rondar los 22 años, por decir algo. El caso es que recuerdo que hace poco la vi vestida de ejecutiva y si no por todos, sí es por algunos conocido que el hecho de ver a una mujer con su chaqueta y su falda o pantalón es algo que me resulta ciertamente atractivo, no sé si morboso. Por otro lado, su cara me pareció también más atractiva, más serena. Pero además de eso pensé que era posible que la imagen que yo tenía de ella, digamos que de "niñata", podía estar equivocada y que quizás era una chica seria y sensata. Vamos, de ésas que nunca se fijarían en mí, pero eso es otra cuestión.
Ésta y otras cosas andaba recordando yo mientras los coches pasaban al mío por la derecha y éste poco a poco se metía en el carril de la izquierda. Cuando por fin lo consiguió, la chica en cuestión, o quizás su coche, en vez de intentar meterse detrás del mío, lo adelantó con una furia inusitada y con la cara desencajada sus labios dibujaron tras el cristal un rotundo e insonoro (recordemos el gran poder de absorción de los cristales, en cuanto a los sonidos se refiere) ¡¡GILIPOLLAS!!.
Y en cierta forma se rompió la magia del momento. Mi coche me dijo ... "¡Anda conduce tú!" y yo con la imagen todavía grabada de alguien que se había enfadado porque yo decidí esperar la cola, en vez de colarme, metí primera, segunda, punto muerto, primera, punto muerto, primera, segunda ... mientras pensaba ... "No te entienden, definitivamente no te entienden. Quizás es algo que determina el segundo cromosoma X, o quizás no. En fin, ¿y qué más da?, ¿no se supone que lo estás superando, te dedicas más tiempo a ti, a tus cosas y eso?. Pues ya está."
Un saludo, Domingo.
P.D. Hoy he llevado la bañera y los sanitarios al piso. Ya he podido verlo y está realmente avanzado. El suelo no queda mal, aunque yo lo hubiera preferido un poquito más rojo. Me llevé la cámara para publicar las fotos tal como prometí, pero una vez allí descubrí que estaba sin pilas. A ver si mañana ...
Como quiera que la caravana tenía por aquel entonces el ánimo subido, mi coche se quedó en tierra de nadie, dificultando pero no obstaculizando la circulación; bastaba con dar un pequeño giro al volate y sobrepasarlo por la derecha. La cercanía del carril de aceleración facilitaba la obra. Bueno, al menos debía facilitarla a todos menos a una chica que se encontraba justo detrás de mí. A través del espejo yo juzgaba que ella tenía una distancia prudencial para hacerlo, pero no se terminaba de decidir. Pareciera que quisiera incorporarse también a la fila de la cola. Reconocí a la chica, una jovencita que vive por mi barrio, dueña de unos senos propios de una antigua ama de leche o alma mater, por lo de nutricia, claro está. La verdad es que no es para tanto, he exagerado, pero sí es cierto que destacan y ella como cualquier mujer saca provecho de ello.
Esta chica era una niña hasta hace poco y ahora tiene cara de joven así que debe rondar los 22 años, por decir algo. El caso es que recuerdo que hace poco la vi vestida de ejecutiva y si no por todos, sí es por algunos conocido que el hecho de ver a una mujer con su chaqueta y su falda o pantalón es algo que me resulta ciertamente atractivo, no sé si morboso. Por otro lado, su cara me pareció también más atractiva, más serena. Pero además de eso pensé que era posible que la imagen que yo tenía de ella, digamos que de "niñata", podía estar equivocada y que quizás era una chica seria y sensata. Vamos, de ésas que nunca se fijarían en mí, pero eso es otra cuestión.
Ésta y otras cosas andaba recordando yo mientras los coches pasaban al mío por la derecha y éste poco a poco se metía en el carril de la izquierda. Cuando por fin lo consiguió, la chica en cuestión, o quizás su coche, en vez de intentar meterse detrás del mío, lo adelantó con una furia inusitada y con la cara desencajada sus labios dibujaron tras el cristal un rotundo e insonoro (recordemos el gran poder de absorción de los cristales, en cuanto a los sonidos se refiere) ¡¡GILIPOLLAS!!.
Y en cierta forma se rompió la magia del momento. Mi coche me dijo ... "¡Anda conduce tú!" y yo con la imagen todavía grabada de alguien que se había enfadado porque yo decidí esperar la cola, en vez de colarme, metí primera, segunda, punto muerto, primera, punto muerto, primera, segunda ... mientras pensaba ... "No te entienden, definitivamente no te entienden. Quizás es algo que determina el segundo cromosoma X, o quizás no. En fin, ¿y qué más da?, ¿no se supone que lo estás superando, te dedicas más tiempo a ti, a tus cosas y eso?. Pues ya está."
Un saludo, Domingo.
P.D. Hoy he llevado la bañera y los sanitarios al piso. Ya he podido verlo y está realmente avanzado. El suelo no queda mal, aunque yo lo hubiera preferido un poquito más rojo. Me llevé la cámara para publicar las fotos tal como prometí, pero una vez allí descubrí que estaba sin pilas. A ver si mañana ...
1 Comments:
No es que no te entiendan, Domingo, o al manos no deberías pensar eso por el episodio del coche. El coche tiene algo, no se que, que saca lo peor de cada uno, nos hace volver a ser los mismos reptiles que salieron del fango... no se, es como si estar detras del volante nos inyectara adrenalina directamente en vena... así que no lo etngas en cuenta, seguramente la chica lleva poco conduciendo, y está aún insegura detras del volante, no se atrevió a pasar, por miedo a arañarte/arañarse, y pagó su inseguridad con un preciosos exabrupto, en vez de reconocerse a si misma que le falta un puntito de autestima... pero ¿quién admite los propios errores pudiendo achacarselos a los demás?, mucho mejor pensar que tu eres gilipollas y ella una proeza al volante ;).
Besos
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