Más Platón y menos Prozac
La verdad es que debería escribir esto una vez haya acabado el libro, y debería hacerlo en el otro blog. Pero he decidido que no, ya pondré algo en el otro blog cuando acabe, quizás citando algo de lo que escriba a continuación. El motivo por el que lo escribo aquí es simplemente que esto es como mi diario, donde escribo las cosas que me pasan y cómo las veo yo.
No voy a decir que "me ha pasado este libro", sería excesivo, pero sí diré que el libro me interesa y probablemente interesará a todo aquel que tenga preocupaciones y/o problemas así como ganas de que desaparezcan. Por cierto, yo antes de comprarlo había oído hablar de él y pensaba que sería alguna novela psicodélica de nombre estrambótico. Pero no, trata justamente de lo que pone el título.
Podría tratarse de un libro de autoayuda (habiendo leído todavía sólo una tercera parte, no está mal conjeturar de qué se trata ;-)). Las primeras 50 páginas vienen a ser algo así como un bucle infinito (y mira que he dicho cien mil millones de veces que eso de que los andaluces somos exagerados es un estereotipo que no nos hace justicia) de "Con este libro Vd. podrá ...". De hecho por ahora parece una mezcla de voluntades entre querer se venda mucho el libro (autoayuda) y promoción de la figura del asesor/consejero filosófico ( o algo así ), vamos que en vez de hacer uso de la psicología hace uso de la filosofía.
Expone el autor por ejemplo cuatro situaciones que pueden originar depresión y quién considera él que sería la persona adecuada para consultar. Aquí podremos ver cuándo estaría indicado bien el acudir al libro, bien al consejero filosófico:
- Ante un problema de origen genético y por tanto de orden físico, habría que acudir al psiquiatra y probablemente tomar la medicación oportuna que corrija esos desajustes que el problema físico causa.
- Ante un problema de orden meramente físico causado quizás por el consumo de sustancias estupefacientes, se impone también el psiquiatra.
- En tercer lugar ante un problema no físico sino "mental" causado por algún tipo de trauma, algún shock psicológico habría que acudir al psicólogo aunque el consejero filosófico podría en algún caso ser también útil.
- En cambio para los "problemas del día a día", donde tenemos ciertas preocupaciones que acaban convirtiéndose en algo más serio, el autor aconseja el uso del pensamiento filosófico. La idea es algo así como que tú tienes problemas que todo el mundo tiene o ha tenido, no hay nada de malo, erróneo, enfermo en ti. En general aquí lo necesario es hablar, tener alguien al que contarlo, que sea un buen oyente y que te ayude de la mejor forma posible.Y además da la casualidad de que mucha gente ya ha escrito sobre ello, los filósofos que entre otras cosas también tuvieron tiempo para eso. Blanco y en botella ... consejero filosófico.
Evidentemente es una clasificación del autor que no voy a cuestionar aunque a decir verdad suena bastante coherente. De hecho quizás muchos de nuestros problemas no lo serían o lo serían menos de hablar las cosas con los demás y no callárnoslas. Algo más fácil de decir que de hacer cuando uno para según que cosas muestra una clara tendencia a la introversión.
De la página 50 a la 100 más o menos, el autor da una breve clasificación de las diferentes corrientes filosóficas. Aquí debo reconocer que me ha asombrado (aunque pensándolo fríamente no debiera ) ver reflejada la discusión tantas veces mantenida con Jesús acerca de si lo importante es la intención o el resultado. Pensamiento deontológico (basado en normas) Vs ética teleológica. Aunque probablemente él ya lo sabía y como buen sofista sólo exploraba hasta dónde podía llegar cada uno defendiendo una de ellas. Dice el libro que Kant (deontológico y mi favorito cuando di filosofía) hubiera condenado a Jean Valjean (Los Miserables) por haber robado aquella barra de pan. Por cierto, ¿qué no diría Kant del candelabro y los cubiertos? Jejeje. Comenta también que con ojos teleológicos Robin Hood actuaría bien ya que su fin último era dar a los pobres.
Además, en este pequeño índice filosófico he podido ver claro que sí se puede usar la filosofía para intentar ayudar a la gente. Por ejemplo, los existencialistas como Nietzsche, Kierkegaard o Sartre.
------ Abre KitKat
Por lo visto el mundo científico había llegado a la conclusión de que basándose en el método científico y sus grandes avances, ya quedaban en Matemáticas y Física pocas cosas que descubrir y que una vez fueran descubiertas, como se suele decir, ya estaría todo inventado.
Pero justo en esos momentos llegan los hachazos de mis amigos Gödel del que hablé hace poco y de Heisenberg. Directos en la línea de flotación de aquellos que lo creían todo deducible y casi deducido. Por un lado tenemos que en el mundo de la lógica matemática hay asertos que no pueden demostrarse ciertos o falsos, y por otro en el mundo de la observación física, no podemos saber al mismo tiempo la posición y la velocidad de una partícula.
Se produjo una situación de desazón en la que nadie se atrevía a invertir en bolsa debido a la incertidumbre. Ya se sabe, la única cosa más cobarde que un millón de dólares son dos millones de dólares :-). Chistes económicos aparte, en ese momento se produjo un cierto vacío al no ser posible alcanzar todo el conocimiento como algunos habían pronosticado y tener que cambiar ahora muchos esquemas mentales. En ese momento salen los anteriormente mencionados Nietzsche, Kierkegaard o Sartre con nuevas opciones.
------ Cierra KitKat
Ellos llenaron el vacío que tenían ante sí con teorías en la que primaba la existencia del hombre, pero sin hacer daño al hombre, con un sistema ético por el que guiarnos y esforzarnos en ser mejor personas incluso cuando no hay motivo aparente. De igual forma cabe entender que a una persona que piensa/sienta que lo ha perdido todo se le puede aconsejar de forma similar, diciéndole que se preocupe por él/ella, por ser mejor persona, pensando en los demás. Es sólo un ejemplo, no sé si muy acertado o no pero al menos así lo vi yo.
Y en esto que llega ya la parte interesante, los ejemplos prácticos en los que el autor fundamenta sus esperanzas de que el libro fuera un best seller como así fue. Va analizando los casos más relevantes bien tratados por él, bien por alguno de sus colegas y siempre con permiso del paciente. En particular el primero de los capítulos dedicados a tal efecto es “La búsqueda de una relación sentimental” que es por supuesto el que a mí me interesaba :-D. Hay dos ejemplos con los que imagino que no sólo yo sino todo aquél o aquélla que se encuentre en el mismo trance se sentirá identificado.
Y hay dos posibles soluciones, una más “activa” en la que se le muestra al protagonista la filosofía “laoísta” y que curiosamente se trata en no buscar de forma activa, en cuanto dejes de buscar la encontrarás (algo que hemos/he escuchado mil veces). Aunque por otro lado tiene que estar atento en los sitios que visita porque podría estar allí. El Laozi éste era un cachondo ;-). Luego hay otra chica que es demasiado exigente (podría ser mi caso) y a ella como lo tiene todo clarísimo le aconsejan que siga buscando a ese hombre perfecto, que siguiera sus principios siempre y cuando no sean extremos, como apoyarían Séneca o Aristóteles. Pero también le dijeron que se relajara un poquito, entre otras cosas que no busque un tío para casarse ya, sino primero un noviazgo más largo que le permitirá conocer si la persona es o no la adecuada.
Bueno, y hasta aquí he llegado leyendo. Evidentemente he simplificado mucho y es posible que haya cosas que no haya entendido bien y sean incorrectas. Tampoco he querido hablar del método mágico del autor, compuesto de 5 pasos, y que se denomina P.E.A.C.E. (un acrónimo tenía que ser, si es que a los americanos les encanta).
En cualquier caso todavía quedan 300 páginas más de ejemplos (450 páginas + 50 bibliografía) y cuando acabe el libro lo mismo vuelvo a poner algún comentario. Sinceramente no creo que sea ninguna panacea, aunque hasta ahora está siendo interesante. Es más, en un momento dado sí puede estar bien tenerlo a mano para ver, quizás, tu problema desde otros puntos de vista. En cualquier caso, nada comparado con coger y hablar del tema con un amigo, tomando un algo, sobre todo si encima sabe de lo que habla y al final paga él :-P.
3 Comments:
Leí el libro hace tiempo, unos cinco años, cuando se hizo famoso. Es una introdución a la filosofia para no iniciados,(algo similar a "El mundo de Sofia"), pero con tufillo autoayuda. Está bien, es recomendable, y ya lo decían nuestros sabios abuelos, hay que aplicar la lógica y filosofia a la vida. Un saludo.
En el anterior comentario me he equivocado de texto, me refería al anterior. Perdona.
Imagino que dependerá del punto de vista. Para mí es más bien un libro de autoayuda basado en la filosofía.
Un saludo, Domingo.
Saludos,
Publicar un comentario
<< Home