jueves, agosto 25, 2005

Las historias de los 28

Era algo que quería haber escrito anoche, pero escribí mucho, quizás demasiado y esto lo dejé aparcado de momento. Y ahora probablemente es el momento. Es un momento como otro cualquiera y por tanto un buen momento. Sobre todo para intentar hacer memoria de las cosas que he hecho con 28 años, que sin duda me dará una idea acerca de cuánto he aprovechado o desaprovechado el año.

  • Celebré mi 28 cumpleaños en Chicago ( sniff, sniff ), si mal no recuerdo nos fuimos a comer unas alitas al Hooters. Las camareras sin duda alegraron mi cumpleaños.
  • Ese mismo fin de semana fui a Nueva York por segunda vez junto con Manolo y Sergio. Esa vez yo hice un poco de Cicerón y sin duda que le dimos una buena batida a la ciudad. Sergio será para siempre un New Yorker de corazón, yo en cambio permaneceré Chicagoan.
  • Tenía el vuelo de vuelta a España el 11-S. Mejor dicho el 10-S Chicago-Madrid y el 11-S Madrid-Málaga. Al final tras mucho cambio de billete de avión, que si antes, que si después, tuve que volver antes porque mi abuela no estaba bien de salud. volví el 10-S y el 11-S lo pasé en el hospital cuidando de mi abuela aprovechando el jet-lag. Fueron días muy cansados, pero ella ya había empezado a remontar, los días malos los sufrieron sobre todo mi madre y mi prima. Casi un mes después salió del hospital y pronto ya estaba gruñendo de nuevo.
  • En el hospital y durante la convalecencia leí "Los pilares de la Tierra" y "El Código da Vinci". Más tarde leería el resto de los de Dan Brown, Retrato en Sepia de Isabel Allende (umm creo que se me olvidó comentarlo en el otro blog ), Guerra y Paz (otra vez en el hospital por una recaída), Las puertas de Anubis, El Alquimista ... alguno imagino que puede escaparse. Creo que lo más curioso es que he leído más libros en inglés que en español.
  • Mientras le daba a la lectura, saqué tiempo para aprender a patinar. Esos fantásticos patines en línea de 26 dólares que nos compramos Sergio y yo por Amazon en Chicago. Al final logré patinar de forma aceptable ... aunque no he conseguido que nadie patine de forma regular conmigo.
  • Más tarde este año también me compré mi primera bici. Vamos mi primera bici comprada por mí, 100 euros en el Carrefour jejeje. Hacía años que no cogía la bici pero pronto he empezado a darle uso ... digamos que medianamente constante. Ahora voy y vengo al fútbol en bici todos los sábados.
  • Hablando de juegos, ha sido el año de los triunfos en Hattrick ( difícilmente tendré dos ascensos con 29 años ).
  • Y hablando de ordenadores, en enero creé mi propio blog. No sé cuánto durará, pero por ahora ahí está siendo el receptáculo de la gran mayoría de mis asuntos públicos y algunos privados ( eso sí, siempre lo que se puede contar y nada más ).
  • Abril y Mayo fueron mis meses de bodas. Patricia y Mar pasaron por el altar, dos menos ;-).
  • En mayo recibí también la gota de oro de los donantes de sangre. Ahora, sin prisa pero sin pausa a por la de brillantes.
  • Recientemente me gasté más de 3000 euros en proveer a medio trabajo de pelotitas de poder. Increíblemente no hubo ningún problema con el cobro ni con el reparto, sí con los pedidos que hicimos a Powerball España.
  • Pasando ya a terrenos más interesantes, con 28 en el plano sentimental no me ha ido mal. Ahora al menos me dan calabazas, algo es algo ;-).
  • Aparte de las calabazas, el bagaje sentimental lo considero positivo ya que he tenido oportunidad de vivir en primera persona los sentimientos, las emociones, las alegrías, las frustraciones que hasta ahora sólo vivían los demás. No soy esa máquina que a veces tenía la sensación de ser. Gracias a Dios.
Y así a bote pronto no recuerdo nada más. Ahora me resta ponerme manos a la obra para sentir otros sentimientos que aún tengo en la columna del debe. Entre otros, los que sienten los orgullosos padres de la pequeña Julia, o mi amigo Jose que espera el segundo y al que por cierto tengo que llamar.

Por tanto, teniendo todo esto en cuenta, mi balance es que ha sido un año muy positivo, y que me quedan 363 días por delante para que el año de los 29 sea al menos igual. Y vosotros que lo leáis.

Un saludo, Domingo.